19. Reloj.

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Diecisiete y dieciocho de agosto han pasado como la brisa del viento que se ha llevado sin más las ramas de un viejo árbol el cual intenta sobrevivir al duro invierno. O como las rosas, que se marchitan con el comienzo del invierno y sus pétalos caen lentamente cubriendo la fría nieve de color carmesí, lamentando su cruel destino: nacer para morir.

Así ha de sentirse ella, marchita y melancólica, su corazón está sufriendo, el estrés y las responsabilidades son cada vez más hasta el punto de acabar con ella, hasta el punto de quebrarla por dentro y lograr que los pétalos de esta flor marchita terminen desmoronándose lentamente.

Oh Amalia, hermosa y melancólica Amalia, ¿En qué te has convertido? Amalia, amable y deprimente Amalia ¿Aun sigues con dudas de tu verdadera identidad? Amalia, inteligente y maldita Amalia, ¿Acaso tu historia será la de una trágica princesa? ¿O la historia de una princesa guerrera?

Es tu decisión, Amalia.

Las imágenes de la otra noche, donde una bella mujer se ríe junto a su leal impuro, ante las cámaras el impuro parece estar muerto, no posee color alguno en su piel e incluso puede dar miedo, pero su sonrisa y sus pequeñas risas dan a entender que él es amigable. La princesa de los vampiros se ve hermosa, como una muñeca de porcelana: rubia, pálida y con pequeñas mejillas de querubín que se formaron ante tanta risa provocada por el periodista de un programa de entretenimiento.

Se la ve fuerte y segura, decidida, astuta y elegante, pero debajo de esa coraza se esconde una joven temerosa de caer, temerosa de cometer un error que perjudique todo lo que ha de crear. Se esconde una mujer que desea acabar de una vez por todas con esta guerra sin sentido que su madre ha comenzado.

Todos mienten, todos la quieren a ella, pero ella no está lista para asumir la corona, necesita descubrir la verdad, necesita saber quién es, que es. No obstante, el reloj de sangre que ha comenzado a funcionar cuando su destino se ha entrelazado con el heredero de Felipe está llegando a su fin.

Queda poca sangre en el reloj que anuncia su renacer, el reloj que anunciará que el designio de Amalia está por llegar a su fin. ¿Será la princesa capaz de morir para dejarla renacer? ¿O ambas moriremos en el intento de sobrevivir?

Oh, pobre y delicada Amalia, el juicio final ha llegado para ambas, la historia está a punto de comenzar, en cuanto el reloj del palacio marque las doce, el mundo que conoces se sumergirá en tinieblas y la luna roja dará inicio a la nueva era.

Amalia, vuelve a ser

El designio de AmaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora