Bien, ¿Cómo le explico a Daniel que me está distrayendo? ¡Apenas puedo esquivar sus golpes! Estamos en el patio interno del palacio, Ethan y Sofia nos observan entrenar sentados en las sillas del jardín mientras juegan a las cartas. Nos encontramos entrenando con Daniel hace un buen rato, no hemos cruzado muchas palabras desde lo sucedido pero mi cabeza no deja de darle vueltas a lo ocurrido apenas me he levantado.
Estoy mareada y confundida, Daniel me besó, a Daniel le molesta que Xavier me muerda, él quiere beber de mi sangre también pero no puede, se quemará tal y como Red dijo, está enojado con el hecho de que Xavier me bese y beba de mi, le incomoda esta situación tanto como a mi me incomoda tener que entrenar con él después de haberme besado.
Lo nuestro nunca sucedería, Daniel es casi un impuro y un cazador, no podríamos estar juntos, tampoco siento algo hacia él más que simple aprecio y amistad. Es todo muy confuso e incómodo, verlo a los ojos se me hace imposible, lo evito mientras intento esquivar los golpes que me proporcionará con los puños.
Después de su beso, me ha dejado tomar una ducha tranquila y vestirme, no hemos dicho nada acerca de ello, tampoco vi intenciones de Daniel para hablar del tema, las dudas me carcomen, ¿Daniel está enamorado de mí? Al parecer todo indica que sí, ¿Cuándo sucedió esto? Me da pena, no podré corresponder sus sentimientos, mi corazón reacciona a otra persona desgraciadamente, no comprendo bien que es lo que siento, pero cuando veo a Xavier, cuando él está con Celeste sufro, mi corazón se hace trizas, pero, cuando está conmigo, cuando me besa es imposible resistirme, es imposible que mi corazón no lata desenfrenado con él.
Daniel suspira pesadamente ante mis intentos torpes de esquivarlo, sigo sin ser buena en esto del combate cuerpo a cuerpo, sigo sin dominar a Atenea, no logro hacer que tome la forma que tomó aquella vez que me encontré con mi madre, Daniel adivina que estoy distraída pensando y se detiene de golpe.
— Amalia, estás distraída, ¿Qué sucede? —pregunta preocupado.
Sofía suspira entre frustrada y molesta desde su lugar, lo sé cómo van las cosas no podremos seguir entrenando, estoy lo suficientemente distraída como para no saber esquivar un simple puñetazo, a pesar de sentirme débil y cansada estoy dando todo de mi para lograr mejorar.
— Lo lamento, prometo concentrarme, volvamos a comenzar. —respondo agitada, intentando tomar aire.
Estuve reflexionando mediante Sofía me explicaba cómo usar a Atenea en su máximo esplendor, no lo conseguí a pesar de estar intentándolo hace casi una hora, no logro repetir lo que hice durante aquel día, el arma sigue pareciendo una simple barra de metal pequeña que por momentos lanza descargas eléctricas a quien la toque, es frustrante no tener avances en este tipo de entrenamientos, incluso siento que es una pérdida de tiempo seguir con ellos.
Sofía, sin decir nada, le arrojó a Daniel una vara de madera la cual obstruiría las descargas eléctricas que Atenea le daría si llegara a tocarla. Hizo un elegante movimiento con una de sus manos girando la vara antes de intentar atacarme con ella, no volveré a hacer el ridículo frente a él.
Arqueo una ceja cuando Daniel intenta despistarme con una patada del lado derecho, al retroceder por acto reflejo logro detener el golpe que me tenía preparado proveniente del lado izquierdo, la patada tan solo fue un despiste. Debo de estar alerta en todo momento y usar la cabeza; en las batallas la fuerza no tiene sentido si no sabes usar la cabeza, usar la lógica, no solo se puede hacer un ataque frontal, también ese ataque se puede convertir en un simple despiste para lo que vendrá luego.
Y tal parece Daniel ha querido recordármelo. Ambos parecemos sumergidos en una guerra interna, vuelve a envestirme sin lograrlo, lanza un golpe tras otro en distintas direcciones: diagonal, por abajo, hacia arriba o los costados. Debo de admitir que mis reflejos se han vuelto algo buenos a pesar de mi torpeza a la hora de esquivar sus ataques, Daniel parece enfadado y creo saber el motivo: el aroma de Xavier sigue estando impregnado en mí y la brisa del viento ha soplado en nuestra dirección.
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El designio de Amalia
VampireCuando Amalia conoció a Xavier Wolf, nunca imaginó que su vida cambiaría drásticamente. Xavier reclamaría a Amalia como su princesa y la involucraría en su sangrienta vida nocturna. Amalia está dispuesta a descubrir las mentiras y los secretos que...