He tenido un gran cambio, lo noté, el cambio es un proceso que todos tenemos, al comienzo es poco notorio, delicado, ligero y nos hace dudar de nuestras decisiones, pero, mediante el tiempo pasa el cambio crece, ya no solo son las decisiones las que cambian, también lo hace tu personalidad, la niña que dejas atrás se duerme poco a poco, desaparece entre el sueño y el placer para despertar como una mujer fuerte, decidida, valiente y astuta. El cambio no es malo, es un modo de adaptarte a las nuevas circunstancias, al nuevo mundo que los rodea.
El ser humano cambia progresivamente y los vampiros también lo hacemos.
El cambio más significativo que he tenido es aceptar mi verdadera naturaleza, una vez he aceptado completamente que soy un vampiro he podido dejar a mi antigua yo morir, la niña de diecisiete años asustadiza se ha ido para darle paso a una mujer que está próxima a cumplir su mayoría de edad. Mis recuerdos fueron escondidos, mi identidad robada y fui manipulada.
Nadie es bueno en esta historia, nadie es malo en este mundo, todos están contra todos, todos quieren dominar y detestan ser dominados, es un vil juego que te atrapa, te hace danzar hasta el amanecer sin descanso alguno y luego, traiciona la esplendorosa danza con un mordisco capaz de desgarrar tu cuello.
Si la guerra no hubiera empeorado, si las cosas no se habrían salido de control, nada de esto habría sucedido pensaba aquella niña que fui, sin embargo, estaba equivocada. No se puede escapar del destino que ha sido marcado, las cosas debían de suceder tal y como sucedieron, sin quitar ni agregar detalle alguno, el destino me guiará hasta el temido día de mi despertar y luego ayudará a reinar como es debido. Mi destino ha sido escrito desde el momento en el cual abrí mis ojos por primera vez en este mundo, un destino del cual no debo ni puedo escapar, solo aceptar.
La impura que hemos capturado no desea hablar, ha recuperado la conciencia, Jorge y Sofía curaron sus heridas, pero no le han dado sangre para que se regeneren, de hecho, la manera de sobornarla será mostrándole bolsas de sangre. Muy buena manera de extorsionar a un vampiro, sangre a cambio de información, no podrá sobrevivir mucho tiempo sin ella, podría incluso hasta morir.
Mi entrenamiento con Daniel ha seguido después de aquello, siendo observada por Celeste. La cazadora observa atenta mis movimientos e intentos de clavarle una estaca a Daniel, parece ansiosa, desea hablar conmigo, pero la he estado evitando desde que he regresado a entrenar. No he visto al pelirrojo desde la noticia que le he dado, tampoco importa verlo, estoy molesta con él, soy capaz de volver a golpearlo en cuanto vuelva a verlo.
Daniel se aparta dando por terminado el entrenamiento cuerpo a cuerpo, ha estado serio y pensativo, toma una toalla y me la arroja, el sudor frío puede enfermarme, la temperatura está por debajo de los cero grados Celsius, tiemblo, pero el frío no ha de sentirse mucho como fuera del palacio.
El cazador toma las doble Némésie de la mesa, las carga para posteriormente ofrecérmelas, acomoda sobre la mesa una vieja estatua con el rostro de algún vampiro antiguo con el cual hemos practicado un par de veces la puntería. Las balas que ha cargado son normales, el resto me lo deja a mi disposición, solo supervisará mi puntería como de costumbre.
— Aún no logro comprender como has hecho para que Atenea reaccione de esa manera. —susurró Daniel cruzándose de brazos observando mi postura, mi concentración está en la cabeza de la estatua.
Cierro los ojos, tomo una bocanada de aire, mis dedos se resbalan hasta el gatillo, lo siento, acaricio suavemente, suelto el aire que retengo jalando el gatillo una y otra vez, el sonido del arma disparando ya no me asusta, no me sobresalto ni pierdo el equilibrio; Daniel me ha enseñado a sentir el arma como una extensión más de mis brazos, a perderle el pavor y tomarle cariño, según él ha sido la mejor forma de enseñarme, una vez haya cumplido esos pasos podré efectuar sin problemas los disparos.
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El designio de Amalia
VampireCuando Amalia conoció a Xavier Wolf, nunca imaginó que su vida cambiaría drásticamente. Xavier reclamaría a Amalia como su princesa y la involucraría en su sangrienta vida nocturna. Amalia está dispuesta a descubrir las mentiras y los secretos que...