CAPÍTULO_1

252 27 2
                                    

Tiara⬆️🔝

Jooder.. -son las seis de la mañana cuando me doy cuenta de que está sonando la alarma, que raro que hoy no me haya despertado antes de que suene.

Apago la alarma de las narices y enciendo la luz, como hace frío me levanto y me pongo la bata.
Adoro mi bata, la uso desde que era pequeña, me hace sentir cómoda.
Escojo unos pantalones vaqueros claros rotos por las rodillas, un sujetador rosa con unas braguitas a juego y un jersey corto gris que me realza el pecho.
Me voy al baño a cambiarme, ahí siempre hace más calor y así me despierto un poco lavándome la cara, porque por las mañanas no me da tiempo a ducharme, soy una lenta.

Hoy me he levantado a las seis porque tengo que respasar para un examen, normalmente me levanto a las siete para que me dé tiempo a llegar a la universidad puntual (y pocas veces lo consigo), gracias a dios no suelo tardar mucho en llegar porque la universidad está cerca de mi casa.

Vivo en un piso muy mono de Madrid. Siempre quise vivir en Madrid, ha sido mi sueño.

Trabajo algunos días en una pequeña cafetería del centro para poder pagar el alquiler. Tengo la manía de no querer que me mantenga nadie. Por eso me fui de la casa de mis padres a los diecinueve años cuando conseguí una beca para mis estudios.
Me gusta cuidarme de mí misma yo sola.

Cuando quiero terminar de repasar ya son casi las siete y media, ya voy tarde...En fin, ¿qué me esperaba de mí?

Cojo mi Ford blanco (regalo de mis padres de los dieciocho años, ha sido lo único que les he permitido que me paguen) y salgo del garaje y por milagro divino llego a tiempo a la universidad, hoy va a ser un día largo...

-¡Hola Tiara! ¿Qué raro que llegues tarde no amor?—Me dice mi amiga Clara cuando me ve llegar.
- Anda, calla, que bastante bien he llegado hoy.
- Joder tía, acaba de pasar Cristian, cada día está más bueno.—Me dice suspirando.
- Que bien, y yo me le he perdido. Seguro que iba quejándose de que la puta que se la chupó ayer no para de llamarle porque está obsesionadita con él.—Noto como mi amiga Clara se ríe y entonces me doy cuenta de que justo el Rey de Roma estaba detrás mía.
-¡Hombreee, Tiaraa! ¿Qué tal tu mañana? ¿No te aburres de hablar tanto de mí?
- Hola Cristian, estaba bien hasta que has aparecido tú, fijate oye.
Cristian me fulmina con la mirada mientras se acerca y le da en el culo a Clara, esta le mira con una extraña mirada y yo, como la tonta que soy, no lo pillo)
- Me gustaría verte hoy.. Por la noche quizás.Pasaré a por ti a las ocho, recuerda llevar ese tanga negro de encaje, preciosa.—Instantáneamente Clara se sonroja y le da un codazo flojo.
Cuando Cristian se va me giro para mirar a Clara.
-Buenoooo, ¿pero hijaa míaa? ¿Y Jasoon? No me digas que le estás poniendo los cuernos por este gilipollas, que está bueno sí, pero que es un cabrón y que seguramente te esté utilizando...-Clara me corta de golpe.
- Tía, que tú odies a todo el mundo no quiere decir que sean mala gente, yo por ahora sólo quiero divertirme. Jason me dejó la semana pasada, pero tú ni te has enterado, no sé qué coño te pasa últimamente Tiara.
- Venga ya, no me saltes con esas. Sabes que tienes muchos detrás y que podías haber ido a por otros, no a por... eso, joder.—Entra el profesor Clarens al aula.
Ya hablaré con Clara más tarde, porque esto no es normal.

El profesor empieza a hablar y yo me abstraigo completamente, es demasiado aburrido como para prestar atención durante más de diez minutos.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Cierro la puerta de un portazo.
Clara es gilipollas, pero bueno, no me voy a comer el coco pensando en ella todo el día, si quiere lamerle el culo a Cristian, que lo haga, no es mi problema.

Estaba tan embobada pensando en mis cosas que no me doy cuenta de que tengo unos bóxers en medio del salón. Ando y empiezo a recorrer mis casa en busca de más cosas raras.
Veo un sujetador con más relleno imposible (soy incapaz de ver un sujetador y no ver si lleva relleno) y empiezo a oír golpes mezclándose con gemidos.

Abro la puerta de la habitación de mi prima Silvia, que lleva ya una semana y algo más viviendo conmigo porque no tiene dinero, desgraciadamente no procedían esos ruidos de aquí, así que me acerco a mi habitación y abro la puerta encontrándome a Silvia con un tío de cuerpo perfecto (abdominales bien marcados y brazos y piernas fuertes y de pelo oscuro)...En la cama. En MI cama.
No puedo sorprenderme más, pero veo que hablo demasiado rápido, porque entonces el tío perfecto se gira y le veo, veo sus ojos marrones verdosos mirándome tranquilamente desde mi cama y me dan ganas de explotar.
-¡¿Pero qué coño haces tú aquí?!—Le digo a Cristian.
- Ti...Tiara... —Dice mi prima Silvia, sorprendida de verme.
- Cristian, te lo voy a repetir, ¿qué coño haces tú aquí?—Le vuelvo a decir.
- Hola, que sorpresa verte, pensaba que hoy no venías hasta las seis, al menos eso me dijo Clara.

Salgo de esa maldita habitación (desgraciadamente mía).
Esto no puede estar pasando.
Voy al salón, recojo toda su mierda y la dejo en la mesa. ¿Cómo se atreve mi prima a traer semejante ser?
Y encima a meterlo en mi cama...Dios mío, que asco de día...

Oigo unos pasos acercándose a mí. Me giro y me encuentro a una Silvia desnuda hablándome.
- Tiara, porfavor, no te enfades conmigo. Yo no sé por qué...—Empieza a decirme Silvia, pero yo la interrumpo, no me apetece oír sus excusas ahora mismo.
- Mira, te he dejado estar en mi casa durante un tiempo, al menos deberías de tener un poco de respeto y no meter a cualquier tío que veas por la calle en mi cama, no sé. Ah, y antes de venir a hablar conmigo ponte un sujetador al menos, o una camiseta anda.

Entonces aparece él, la persona más odiosa del mundo y que hoy ha conseguido que le odie cinco veces más.

- Chica, eres una pesada, si llego a saber que esta es tu casa me la follo en el coche. —Me dice Cristian sonriendo, una sonrisa que me dice que sabía que esta era mi casa. Le odio, definitivamente le odio.
- Ah, no, si yo no he dicho que Silvia no pueda disfrutar de su tiempo libre en mi casa, solo no puede hacerlo en MI habitación.

De repente suena el teléfono de Silvia, dejando a Cristian sin poder responderme con alguna de sus gilipolleces.
- Sí. Sí, es mío. Vale. Ahora voy.—Dice Silvia.
- ¿Qué pasa?
- Mi coche, me lo he dejado en doble fila. Se lo ha llevado la grúa.
- Joder nena, te dije que veníamos en mi coche. No me has hecho caso, ahora no puedo volver. —Dice Cristian y me mira con cara de que le dé un guantazo.
- Que pena, bueno. Las escaleras te esperan Cristian, adiós.

Mi prima se va y yo le cierro la puerta en la cara a Cristian.

Recuérdame olvidarteⓒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora