CAPÍTULO_4

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CRISTIAN'S POV

Cuando salgo de la ducha casi me caigo al encontrarme a Silvia mirándome con una mirada extraña y casi desnuda. No me acordaba que seguía en mi casa, no es una chica desagradable pero no es mi tipo.
Veo como se va acercando lentamente, se para y me sonríe, yo me aparto.
No puedo seguir acostándome y utilizándola, imaginándome que es ella, porque no lo es.

Me voy a mi habitación y cierro la puerta.
Por una vez voy a intentar hacer las cosas bien.

TIARA'S POV:

He estado pensando toda la noche sobre lo que me contó ayer Clara.

Ya sabía como era Cristian pero se ha pasado, ha sido muy cruel con ella.

Clara sabía que él sólo quería divertirse, pero acabó sintiendo algo más fuerte hacia él.

Ella le confesó sus sentimientos una noche a Cristian y él la dijo que no sentía nada hacia ella y que entonces sería mejor que Clara y él no volviesen a tener relacción.

Clara fue tonta al comenzar a sentir cosas hacia un chico así, aunque bueno, al menos así entiendo por qué le dijo a Jason al final que no quería nada con él, desgraciadamente ahora se ha quedado sin ninguno.

Tengo que avisar a Silvia sobre como puede llegar a ser Cristian.

Aprovecho que la he oído entrar en casa hace un rato y voy a su habitación.
Doy unos toques y cuando oigo que me deja entrar abro la puerta. Está con el portátil viendo videos graciosos, creo.
- Hola prima. ¿Qué tal hoy?—La digo.
- Bien, bueno... He estado con Cristian.

Que bien, no he tenido que sacar yo el tema.
- Ah, y... ¿sois novios ya?—La pregunto haciéndome la inocente (que cuando quiero puedo serlo).
- No, él me dijo al principio que no quería relación aunque sinceramente yo tampoco quería pero ahora estoy dudando... Creo que me está empezando a gustar. Pero hoy me ha tratado como una mierda, tiene ratos en los que no le aguanto. Hay veces que me dice unas cosas preciosas y que me hace sentir tan bien... En cambio hay otras veces en las que me acerco y me mira como si le diera asco. Perdona que te cuente todo esto, esque necesito contarlo porque si no exploto.
- No pasa nada, venía a hablarte de él.
Cristian también estaba acostándose con una amiga mía, aunque me dijo que tú ya sabías que él se acostaba con otras.
- Sí, lo sé.
- Vale, bueno pues entonces te aviso.Tengo una amiga a la que también empezó a gustarle Cristian pero cuando se lo dijo él cortó la relación con ella completamente.

Justo en ese momento se me pasan las palabras de Cristian por la cabeza, "ella me importa". Cuando las dijo se refería a Silvia.

Silvia se lanza a la cama, coje un cojín verde y lo achucha. Pone cara de pensativa y se hecha a reír.
- Va a pagar lo cabrón que es, ya verás prima.—Me dice fingiendo poner voz de ogro.
- Heyy, cuando vallas a hacer que sufra avísame que eso no me lo pierdo ni loca.
- Por cierto, ¿qué te hizo para que le odies tanto?
- Ah... Nada importante, es algo que está en el pasado y prefiero que siga ahí.

Pasamos un rato más hablando y no sé como pero debí quedarme dormida en su habitación, porque he amanecido a su lado.
Me quedo un rato mirándola, entiendo que casi todos los chicos que la conocen vallan detrás de ella, es muy guapa. Tiene los ojos azules, pelo rubio y nariz perfecta. Es delgada y muy simpática, cuando éramos pequeñas nos decían siempre que si éramos hermanas y a nosotras nos gustaba decir que sí.
Cuando me pidió quedarse a vivir por un tiempo yo acepté, además de ser primas somos muy buenas amigas y la quiero mucho. La pobre sufrió mucho cuando Nico (su exnovio) la echó, compartían casa y yo pensaba que llegarían a ser viejos juntos, pero me equivocaba. En cuanto Silvia se quedó sin dinero, Nico la puso de patitas en la calle.

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Me levanto de la cama, hoy es sábado, gracias a Dios.
La razón por la que más me gustan los sábados es porque no tengo que vestirme y puedo estar en pijama y bata tooodo el día (solo los días que no me voy de fiesta).
Aunque creo que antes me voy a duchar.
Cojo unas braguitas y unos calcetines limpios y me meto al baño.

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No sé si debo coger el suavizante con olor a flores o el suavizante "más suave" para mi ropa. Pero no me da tiempo a elegir porque se me cae el suavizante de flores al suelo y cuando me levanto le tiro a alguien una cesta llena de comida, y encima se han derramado sus bebidas.
- ¡Ay, discúlpame! Que torpe dios... De verdad que no te he visto, lo siento mucho ahora te lo pago yo.—Le digo yo.
- Oh, tranquila no pasa nada. Es mi culpa por no fijarme en las chicas guapas que están en frente mía. No volverá a pasar.—Me responde a la vez que se dá una palmada en el pecho y cierra la mano en un puño para besarla.
- Jajaja, ahora en serio. ¿Cuánto tengo que pagar?
- Sólo lo que valgan dos cafés—Me dice guiñándome un ojo.
- Pero que moorro.
- Yo ahora mismo estoy libre, ¿qué me dices, te apetece?

El chico es bastante guapo, que digo bastante, parece un puto dios. Lleva una camiseta de manga corta ajustada que le marca todos los músculos y tiene unos ojos azules que no puedo dejar de mirar, se va a pensar que soy tonta.
- Mmm... Vaale, pero elijo yo el bar.
- "Mmm... Vaale"(me imita), me parece bien siempre que no esté muy lejos.

Y como él ha pedido, no hemos ido a un bar muy lejos, he ido a Caty's, el preferido de Clara y mío.

Éric, que es como se llama este maravilloso hombre, es muy simpático.
Hemos hablado como dos horas y hemos decidido quedar otro día. Resulta que se acaba de mudar y apenas conoce la ciudad, así que me he ofrecido a enseñársela.

Cuando llego a casa me pongo mi pijamita, me recojo el pelo en un moño chuchurrido, me pongo mi bata (que no falte) y meto mis pies en unas zapatillas de casa súper calentitas.

Me preparo una pizza y llamo a la puerta de Silvia, quien sale con una sonrisa enorme por saber que va a cenar, no sé cómo sigue tan delgada con las cantidades de comida que se mete al cuerpo.
Después de cenar vemos una película romántica de esas en las que acabas envidiando a la protagonista.

En ninguna de mis relacciones, con los 23 años que tengo, me han pedido salir llenándome la casa de rosas.
Por muy cursi que suene, debería ser precioso, vamos, descubro yo mi casa llena de rosas y mato a besos al chico que lo haya hecho.

Miro a Silvia, creo que es el momento adecuado para decirle lo que me contó Cristian de ella y además preguntarla sobre aquella apuesta, la que mencionó en el mensaje de que avisara a Cristian de que ella le pagaría el autobús.
- Silvia, el otro día en el que os pille a Cristian y a ti...haciendo cosas... Cuando tú te fuiste estuve hablando con él.

Silvia me mira con una cara extraña.
- ¿Qué te dijo?
- Le dije que si te estaba utilizando para pasar el rato como hacía con mi amiga Clara y me dijo que no tenía lo mismo contigo que con Clara... Que tú le importabas.

Siento dolor al pronunciar esas palabras y eso es una cosa que no me puedo permitir, si a él le gusta otra chica a mí no tiene que importarme, yo ya superé a Cristian.
- ¿Crees que lo dijo de verdad?—Me dice Silvia.
- No lo sé, pero ándate con cuidado con él Silvia, no quiero que te pase como a mí. Recuerda quien eres.

Hoola, todavía no había comentado en 'Recuérdame olvidarte'.
La verdad esque no había hablado porque no sabía que poner.
Este es el primer libro que he empezado a escribir y entiendo que haya partes en las que no me explique bien. Si no entendeis quienes son los personajes o algo preguntazme, no dudaré en responderos y aclararos todo lo que haga falta.
También perdonad las faltas de ortografía, hay algunas que se me pueden escapar.
Y bueno, me hace mucha ilusión que leais mi libro y muchas gracias por llegar hasta el capítulo 4. ^_^

Recuérdame olvidarteⓒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora