Pero siempre hay alguien en tu vida que es especial, que no es como el resto de personas que conoces. Y eso es Erik para mi, mi mayor apoyo, desde que estoy en el mundo suicida. Me relaciono con la gente de clase bastante bien, ni se imaginarían que mis brazos están llenos de cortes, pero a la hora de salir a la calle nunca voy con ellos... Siempre piensan que estoy estudiando ya que saco buenas notas pero no es así, solo tengo suerte de con poco esfuerzo gane mucho. Y bueno, un día subí a mi cuenta suicida el barrio en el que vivía en Madrid, incluso mi urbanización. Y un chico me abrió direct a la hora diciéndome que también vivía allí. Estuvimos hablando durante unas semanas antes de conocernos, y se convirtió en mi mejor amigo. A partir de aquello, cada día estoy con el a no ser que haya demasiados exámenes quedamos todas las tardes.
-Vaya asco de todo, último día de puente... Mañana clase otra vez-dijo refunfuñado.
-Al menos esta semana es mas corta... ¿Dónde te apetece que vayamos hoy?
-No me apetece andar mucho la verdad... ¿Y si vamos a las instalaciones deportivas de la urba? Así vemos a los pequeños entrenar y me rio un rato de mi hermano.
-Que malo eres en serio-y solté una carcajada.
Y así fue. Fuimos hacia el campo de futbol y nos sentamos en la grada mas baja, al borde del campo. Cuando de repente... ¡PUUUUM!
Caí al suelo y me desmaye del golpe de ese duro balón que manejaba el entrenador de mi hermano. Al despertar me encontraba en una sala muy blanca y pequeña, tenía a mi lado a Erik y a ese horrible entrenador.
-¿Estas bien?
-Pues claro que estoy bien. Me voy a casa.
-Quédate un poco sentada no vaya a ser que te marees. Ven, que voy a mirarte la tensión.
Erik y yo nos miramos. Ambos nos entendíamos. No podía mirarme la tensión, vería mis cortes.
-No no no, yo me voy.
-No seas tonta-dijo cogiéndome de la muñeca y levantando la manga de mi sudadera.
Yo agache la cabeza, no sabía que decir. Así que me baje la manga.
-¿Que es esto...?
-El gato.
-¿Crees que soy tonto? ¿Por que te has autolesionado?
-No finjas que te importa mi vida, ¿vale?
Cogí a Erik de la mano y salimos de ahí. Fuimos a su casa, ya que estaba sin sus padres. Al llegar a su cuarto, me tumbe en la cama y me eche a llorar.
-Conoce a mis padres tío, se van a enterar joder.
-Se le ve buen chaval. No creo qu...
-Ey ey ey! ¿No me has cogido la mochila?
-Creí que la llevabas tu.
-¡Mierda!
-Quédate aquí tranquila que ya voy yo.
Coji una manta que tenía sobre el baúl y me tape, tenía mucho frio y estaba agotada. Me quede completamente dormida.
-Ali, Ali... Despierta! Mira quien ha venido a verte.
-¿Que haces tú aquí?
-Vine a ver como estabas.
-Vale, estoy bien. Ya te puedes ir llendo.
-Mucho carácter para tener 15 años ¿no?
-La semana que viene cumplo 16 para tu información. Déjame ya en serio.
-Tienes que ir a un psicólogo Ali... Fuera bromas.
-Y ahora sabes mi nombre? Esto es el colmo ya.
-Entreno a tu hermano ¿recuerdas?
-Te recuerdo que ahí tienes la puerta y que no me apetece ver al tío que me ha dado un balonazo hace dos horas.
-Solo intento ayudarte.
-Erik hazme un favor y échalo ya de tu casa joder.
-Es que... Él tiene razón. Debes ir.
-¿Sabéis que? Iros a tomar por culo los dos.
Cogí mis cosas y me fui, me fui a la otra punta de la urba donde sabia que nadie excepto Erik podría encontrarme. Era mi sitio, donde me aislaba de todo y me relajaba. Mis padres no paraban de llamarme, se les veía preocupados... Pero ya me daba igual todo.
-¿Que cojones haces tu aquí? Eres un puto acosador tio, voy a denunciarte.
-Hola a ti también eh. Quiero ayudarte de verdad.
-Lo siento por mi comportamiento... Pero no, no necesito ni tu ayuda ni la de nadie.
-Mi hermana también me dijo eso... Y lo peor de todo fue que la creí. Dos meses después se suicido. Como comprenderás, no voy a dejar que ahora pase lo mismo...
-Yo... Yo... Lo siento mucho Rubén.
-Sé que ahí arriba esta feliz y por fin descansa después de todo lo que sufrió mi pequeña.
-Seguro que te quería mucho y que eras un hermano muy bueno. Aunque lo siento, no puedes ayudarme.
-¿Por que no?
-Estoy bien joder, estoy bien. Olvídame.
