Capítulo 10

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Me mordía el labio mientras seguía con la mirada a Tobías que se encontraba yendo banco por banco repartiendo los exámenes.

Estaba llegando a mi pupitre y cambié que la expresión a la vez que me entregaba el examen. No quería que se diera cuenta la forma en la que lo miraba.

"You make me glow
But i'm cover up
Won't let it show"

Se me vino a la mente esa parte de la canción de Demi Lovato.

—¿Se encuentra bien señorita Xiconne?


—Oh claro...


—Su cara no dice lo mismo. —Ríe.


—Estoy fingiendo seriedad cuando usted esta cerca mío porque en realidad usted se acerca y las neuronas no me hacen contacto, ¿Acaso no lo ve? —Decía mi voz interior.

—Pueden comenzar con su examen. —Anunció Tobías.

Miré la hoja.

Y la verdad es que no, ayer no había estudiado nada. Nada de nada. En absoluto.

Por suerte las preguntas eran sencillas. Aunque no estaba segura de algunas cosas. Miré a Simón, se veía muy concentrado. Martín y Soledad también. Ese cero sí se siente.

Levanté la mirada y me encontré con los ojos café de Tobías.

Tragué saliva.

Él se encontraba mirándome fijo también.

Lo seguí mirando a los ojos y levanté levemente una ceja. Seguidamente me quitó la mirada y frunció el ceño.

¿Qué rayos le pasaba a este hombre?

Volví la mirada a mi examen. Me faltaban un par de preguntas todavía por responder, miré la hora. Faltaban 20 minutos para entregar la hoja.

Entregamos las pruebas y Tobías las corrigió en ese instante.

Iba llamando a cada alumno a medida que iba corrigiendo y les entregaba el examen.

Se escuchan voces de alumnos que se quejaban. Como de costumbre.

—Xiconne.

Era mi apellido. Sentí un dolor agudo en el estómago debido a los nervios a la vez que se me hacia dificultoso respirar.

Me levanté y el me entregó el examen.

Mire la hoja.

Nota: 9, 66.

No lo podía creer. De seguro hubo un error.

Me di cuenta que habían varias cosas que había respondido mal y no los tomó en cuenta Miré por ultima vez el examen extrañada y guardé la hoja.

Miré a mis amigos y les pregunté por sus calificaciones.

Martin tenía 8 al igual que Simón. Soledad 9.

Les mostré mi examen.

—Pero tu has resuelto erróneamente un montón de cosas, muchas más que yo. Y vos tenes nota más alta. ¿Cómo puede ser así? —Dijo riendo Simón y negando con la cabeza.

—¿Cómo así? A ver, muéstrame. —Soledad agarró la hoja. —Hey es verdad, mira esto Martín.

—Sí —afirmó Martín— Pues aquí hay algo extraño hey.

—No hay nada extraño —Rió Soledad— Está muy claro, el profesor tiene una favorit... AUUUCHHH LUNA ESO DOLIÓ.

Le di un pisotón fuerte.

—Bien —Empezó a decir Tobías— En general las calificaciones no fueron muy altas, espero mejores resultados de todos a futuro.

Respiré hondo y tomé coraje, le dirigí una mirada llena de orgullo y, dudas...

—Espero que durante el año demuestren más interés por la materia. Y si hay algo que no comprenden, pues no duden en consultar.

—Yo tengo una pregunta —Exclamó quien creo que se llama Carlie, todos volteamos a verla— ¿Cómo hace para estar cada día más sexy, guapo y elegante?

Se escucharon risas al unísono. Menos la mía. Claro está.

Maldije a esa perra por lo bajo mientras apretaba las puños.

—Pués no lo sé —Contestó Tobías metiendo ambas manos en los bolsillos— ¿Por qué no se lo preguntas a mi novia?

Se escuchó como todos dijeron "UUUUHHHHHHH". Seguido de risas y más risas.

Novia, novia, él tenía novia. Novia, novia, novia.

Sentí como los hombros me pesaban, cerré los ojos, suspiré. Sentía como en mi garganta se formaba ese nudo que amenazaba con que mis lágrimas iban a salir de mis ojos en cualquier instante de forma inevitable.

Me levanté rápidamente y sin decir palabra alguna abandoné el salón corriendo para dirigirme al baño. Logre escuchar como Tobías gritaba algo que no logre entender bien y me encerré en el toilet. Me senté en el inodoro mientras hundía la cabeza entre mis piernas y fruncía los labios. Una lágrima rebelde decidió salir. Cerré mi puño y lo puse en la boca para evitar gritar
Al cabo de unos minutos traté de calmarme debido a la falta de aire. Me estaba ahogando de la rabia que sentía por sentirme tan ingenua.

Me levanté del inodoro lentamente y me mire al espejo. Miré mi rostro, el cual lucía tal un manzanilla. Abrí la canilla y mojé mi cara.

Escuché el timbre. Hora de salida. Esperé unos minutos antes de salir del baño.

Por nada del mundo quería encontrarme con Tobías.

Sentí mi celular vibrar en mi bolsillo. Era una llamada de Soledad. No atendí.

Dos, tres, cuatro mensajes de Martin y Soledad.

Finalmente atendí la llamada. Era Martin.

—Luna, por fin, Luna... ¿Dónde estas? ¿Te encuentras bien? ¿Por qué te fuiste así? ¿Acaso estabas haciéndote en los pantalones, hey? ¿Necesitas una toalla sanitaria? —Bromea. Pero también habla en serio.

—No, nada de eso. Gracias. Mañana platicaremos. Dile a Soledad que estoy bien.

Corté.

No era momento de dar explicaciones.

Lavé mi cara por ultima vez y salí del instituto, sintiendo pena por mi misma y mi ingenuidad.

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Drama Queen///💐 ha, lo sé!

Tobías. El profesor es mi amor -{EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora