Capitulo 22

194 13 1
                                    

-Dios, no tengo ganas de ir a trabajar. –Dije apagando la alarma del despertador.

-Pero tienes que ir.

-Lo sé, no me lo recuerdes más. –Dije mirando a Jace de mala manera.

-¿Y si te ofrezco un trabajo en mi empresa?

-¿Qué? 

-Podrías entrar más tarde y cobrarías más.

-Pero yo no entiendo nada de empresas. Además, entraría porque tú me darías un puesto, no porque lo consiguiera yo.

-Piénsalo ¿si? –Dijo acercándose para dejar un corto beso en mis labios. –¿Kevin se despierta solo?

-A veces. –Dije levantándome de la cama. –Hay días en los que hay que pegarle unos cuantos gritos para que despierte.

Jace rió y salió de la habitación para, lo más seguro, dejarme privacidad. Yo solo me dí una rápida ducha y me vestí para salir a desayunar.

-¿Todavía no ha venido? –Jace negó y rodé los ojos sentándome en la butaca. –¡Kevin! ¡Levántate ya o llegarás tarde!

-Así se levanta cualquiera. –Reí ante el comentario de Jace.

KEVIN!

-Ya, ya salgo, mamá. –Dijo este saliendo de su habitación aún medio dormido. En cuanto vió a Jace, abrió los ojos como platos.
–¿Pasaste la noche aquí?

-Si. Y siéntate a desayunar.
–Dije respondiendo por Jace.

-Si te incomoda no...

-No, no me incomoda. –Dijo mi hijo sonriendo para empezar a comer.

•••

-Amelia.

-¿Otra vez, Jackson?

-Solo quiero hablar de nuestro hijo.

-¡No digas nuestro cuando sólo es mío! –Dije intentando no elevar la voz. ¿Pero qué se creía?

-Está bien. Pero hablemos ¿si? –Suspiré cansada y asentí después de haberle preguntado a Sam si podía sentarme en una de las mesas. –¿Cómo se llama?

-Kevin.

-Y tiene...

-Ayer hizo dieciséis. –Jackson abrió los ojos sorprendido.

-No me dijiste nada...

-No tengo porqué decirte cuando es el cumpleaños de mi hijo.

-Pero también es mío.

-Dejó de serlo el día que me dijiste que solo estabas conmigo por diversión. –Dije intentando que las lágrimas no salieran. –¿Alguna pregunta más?

-¿Puedo verlo?

-Ya lo viste ayer. –Sentencié tensandome.

-Sabes que me refiero a hablar con él.

-No creo que Kevin quiera. No te conoce. Dejé de hablarle de ti cuando comprendió que no tenía padre.

-Pero...

-No hay peros, Jackson. Ésta fue tú decisión, no la mía. Yo cumplí con decirte aquel día que estaba embarazada y no te importó dejar a una niña sola en eso.

Never Give Up {PAUSADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora