Me estiré en la cama antes de restregarme los ojos por la claridad que entraba de la ventana.
¿Qué hora sería?
De repente, me dí cuenta de que Jace no estaba en la cama. ¿Pero a dónde había ido?
-¿Jace? ¿Estás en el baño? –Pero nadie respondió. –¿Dónde estás?
Hice mis necesidades y me lavé las manos y la cara para bajar a la planta inferior.
-Oh, buenos días, señorita.
-Hola, Susy. ¿Sabes dónde está Jace?
-El señor salió hacia la empresa. Me pidió que le dijera que lo llamara en cuanto despertaras.
-Está bien, gracias. –Me di la vuelta para irme hasta que recordé algo. –¿Y los niños?
-Marco los llevó ya a la escuela. –Asentí.
-Una última cosa, ¿qué hora es?
-Las diez menos cuarto.
-¡Pero que tarde!
–Agradeciéndole, volví al cuarto de Jace para buscar mi teléfono móvil y marcar su número.-Amy, cariño. Pensé que no me llamarías.
-Sí, lo siento. Acabo de levantarme... –Lo oí reír. –Susy me dijo que lo hiciera. ¿Qué pasó?
-Hubo un contratiempo de última hora en la empresa y tuve que venir corriendo.
-¿Pero todo está bien? ¿Quiéres que vaya para allá?
-No, no. Tú tranquila. Lizet se está encargando de todo muy bien ella sola.
-¿Seguro? Mira que puedo...
-Que no, Amelia. –Suspiró.
–También quería disculparme por el viaje que te regalé. Tuve que cancelarlo porque no puedo arriesgarme a que vuelvan a llamarme y no esté en el país.-Sí, entiendo... –Murmuré mirando los billetes que había dejado sobre la mesita de noche. –No pasa nada. En otra ocasión será...
-Sí, pero... Aún así deberás hacer la maleta.
-¿Qué?
-Estuve pensando y... Nuestros hijos no saben nada y ya que cada uno se quedará con alguien responsable, pensé en que te gustaría pasar el fin de semana fuera de casa. No será Florida, pero estaremos en el mejor hotel desconectados de todos.
-Jace...
-Así que, es mejor que estés preparada antes de las siete. Iré a por ti sobre esa hora.
-¿Y como quieres que me prepare? Te recuerdo que no tengo coche...
-Por eso dejé el mío ahí. Marco me alcanzó esta mañana para después poder llevar tu coche a mi casa.
-Está bien. Nos vemos después entonces.
-Sí, chao. –Colgué suspirando para vestirme antes de poner rumbo a mi casa.
•••
-¿Te gusta esto?
-¿Qué si me gusta? ¡Por Dios, Jace! –Dije emocionada mirando hacia todos lados. –Este lugar es hermoso.
Por instinto, miré la pulsera que me habían puesto en recepción y que significaba todo incluido.
-Sabia que te gustaría. –Le sonreí para ir a abrir las ventanas que conducían al balcón. –¿Quiéres que nos suban la cena en vez de bajar?
-Por favor. –Jace asintió para dirigirse al teléfono que había junto a la entrada. De paso, aproveché para mirar a fondo aquella suite.
La cama era lo suficientemente grande como para que durmieran tres personas en ella. Pero lo que más había llamado mi atención, no era aquella cama o todo el lujo que veía mirara por donde mirase, no.
Lo que más había llamado mi atención, era aquella pequeña piscina azulada que había junto al baño. Jamás en la vida había visto algo así y eso me sorprendía y emocionaba al mismo tiempo.
-¿Quiéres darte un chapuzón?
-¡No! Solo estaba mirándola...
–Jace rió envolviéndome con sus brazos. –Quiero decir, nunca había visto nada parecido. Pensé que esto solo existía en las películas.-¿Y dónde crees que se hacen las películas? –Volvió a reír conduciéndome de vuelta a la cama. –Mañana la estrenaremos.
-Sí... –Me sonrojé llegando a imaginarme esa escena.
-¿Qué pasa?
-¡N-nada! Voy a llamar a Kevin.
-Eh, de eso nada. –Dijo frenandome por la mano. –Es nuestro fin de semana, Amy.
-No puedo estar estos días sin hablar con él...
-Pero si lo viste hoy. –Rodó los ojos.
-Bueno, hablaré solo hoy con él y luego apagaré el móvil ¿bien?
-Bien. –El timbre de la puerta sonó asustandome. –Será la comida. Yo abro en lo que tú llamas a Kevin.
-Vale. –Cogí mi móvil para marcar el número de Kevin mientras que salía al balcón.
-¿Mamá?
-Hola, hijo.
-¿Qué pasa?
-Nada, cariño. Solo quería hablar un poco contigo.
-Nos vimos esta mañana...
–Murmuró haciéndome rodar los ojos.-Sí, si, ya lo sé. Pero cuando cuelgue contigo, apagaré el móvil hasta el domingo.
-Ah... Entonces disfruta tu fin de semana con Jace.
-¿Estás ocupado?
-Ajá. –Suspiré al habérmelo imaginado.
-Bueno, pues entonces te dejo. Pórtate bien, te quiero.
-Y yo a ti. –Colgué para entrar de nuevo a la habitación.
-¿Ya? Que rápida. –Me encogí de hombros para sentarme en la mesa al ver que la comida ya estaba sobre ella.
-Creo que estaba con esa novia que tiene...
-¿Ahora?
-Conociendo a Josh, estoy segura de que lo dejó. –Jace rió llevándose el tenedor a la boca.
-Mmm... Está riquísimo. –Lo imité para comprobar que tenía razón.
-Pues si... –Le sonreí y pronto mantuvimos silencio para devorar nuestros platos gustosamente.
-¿Mañana quieres hacer algo o nos quedamos en el hotel?
–Dijo una vez que estábamos listos para irnos a la cama.-¿Algo como qué?
-No sé, quizás ir a la playa o dar una vuelta por los alrededores.
-O quedarnos a disfrutar de la piscina...
-También. –Ambos reímos antes de apagar la luz dejando la habitación en la penumbra. –Buenas noches, dulce flor.
-Buenas noches, Jace.
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Never Give Up {PAUSADA}
ChickLit-¡Chicos! ¡Ya pueden venir a comer! -Grité para que los niños y Richard me oyeran. -Que pronto hiciste hoy la comida. -Lo sé, pero sabes que Kevin y Thomas se quejan si no lo hago rápido. -Dije y este rió de acuerdo conmigo. - ¿Sabes donde están? ...