Never Give Up {PAUSADA}

Capitulo 16 parte II

Estaba sentada en el sillón al lado de Kevin mientras veíamos la tele.

Ya le había dicho que Jace y sus hijos vendrían a cenar y aunque no le hizo mucha gracias, habia accedido.

-Es raro ver esta película sin él.

-Si. –Dije mientras lo acercaba a mi para abrazarlo. –Sé que le tenias y le tienes mucho cariño, Kev. Igual que yo, pero no te puedes cerrar en banda. Algún día tendrás que superarlo.

-No quiero olvidarme de mi hermanito.

-Y no lo harás, Kev. Nunca nos olvidaremos de Thomas. –Le sonreí y él me abrazó más fuerte.

-Te quiero mucho, mamá.

-Y yo también a ti, cariño. –Él timbre sonó cortando nuestro bonito momento. –Si no quieres estar aquí, puedes irte a la habitación.

Negó para medio sonreír. Le sonreí por última vez y caminé hacia la puerta para abrirla dejándome ver a Darien junto a Jace.

-Hola, Amy. –Abracé a Darien como solía hacer siempre y luego lo invité a pasar.

-Hola, de nuevo. –Solté una risilla antes de que Jace se acercara para dejar un beso en mi mejilla.

-¿Sigues enfadado?

-¿Por qué? –Preguntó confundido.

-Al mediodía saliste molesto de aquí. –Cogí las bolsas que tenia en la mano para llevarlas a la cocina.

-No salí molesto. –Frunció el ceño.

-Si que lo hiciste, Jace. Ahora estás molesto.

-No... –Volvió a fruncir el ceño provocando que yo rodara los ojos.

-Ves. Siempre frunces el ceño cuando estás molesto. –Frunció el ceño por tercera vez dándose cuenta de que yo tenía razón.

-Lo siento.

Reí poniéndome de puntillas para pasar mis manos por su cuello.

–No te enfades...

-Y no lo hago. –Sonrió de lado antes de acercarse para besarme.

-Por cierto... ¿Dónde está Marie? –Pregunté separándome de él.

-¿Tienes que preguntar justo ahora?

-Vuelves a fruncir el ceño.
–Rodó los ojos antes de volver a besarme. –Jace...

-Se quedó en casa de Natalie. ¿Contenta?

-Idiota. –Dije antes de alejarme de él para salir al salón.

-Amelia. –Ignoré los llamados de Jace para sentarme junto a mi hijo.

-¿De qué hablaban?

-De fútbol. Le decía a Darien que el miércoles teníamos un partido importante.

-¿Si? Entonces estaremos ahí para apoyarte. –Dijo Jace sentándose en el sillón individual. –¿Cómo sigues, Kevin?

-Ahora mejor. –Contestó mi hijo encogiéndose de hombros.
–Mmm... ¿Podemos ir a cenar ya? No he comido mucho en todo el día...

-Claro, vamos.

•••

-¿Ahora vemos una película?
–Preguntó Kevin después de que entre todos recogieramos la mesa.

-Si, está bien. –Darien y Kevin salieron de la cocina y yo fui a seguirlos hasta que algo me frenó.

-Amy.

-¿Qué quieres?

-Besarte. –Cerré la boca sin saber que decir. Eso no me lo esperaba. –¿Puedo?

Asentí y en menos de un segundo ya tenía sus labios sobre los míos. Pidió permiso y yo con gusto entre abrí los labios para que su lengua jugara con la mía.

-Ya extrañaba hacer esto. –Dijo mientras me sentaba en la encimera y se posicionaba en medio de mis piernas.

-No me gusta que estemos enfadados y menos por una bobería.

-Lo sé. –Lo acerqué a mi para ahora besarlo yo.

-¿Mamá? –Rápidamente me separé de Jace para bajarme de la encimera.

-¿Qué pasa, Kev? –Kevin miró primero a Jace y luego a mi.

-Quiero que veas la película conmigo.

-Ya salgo, cariño. –Le sonreí pero aún así no cambió su semblante serio. Salió de la cocina no sin antes dedicarle otra mirada a Jace.

-¿No se lo has dicho?

-No he tenido tiempo, Jace.

-Claro, no has tenido tiempo.
–Dijo sarcásticamente.

-Lo siento ¿si? Con todo este tema de Thomas no he podido decírselo. –Dije comenzando a notar como mi voz bajaba cada vez más.

-No, tienes razón, Amy. Discúlpame a mi. –Me abrazó haciendo que apoyara la mejilla en su pecho. –No creo que Darien le vaya a decir algo.

-Gracias. –Me separé para mirarlo a los ojos y sonreírle.
–¿Vamos a ver la película?

Asintió y ambos salimos de la cocina para sentarnos en los sillones del salón.

Después de todo, esta cena hizo que Kevin se olvidara un rato de todo.