Capítulo 17

271 44 3
                                    

Nota: Por mayoría de respuestas que animaron a la autora, continuamos la publicación semanal.
_______________________________________

-Si serás idiota -continuó José Luis, molesto-. Él no me violó. ¿De dónde carajo sacaste eso?

-Es casi lo mismo -argumentó Emilio, a la defensiva-. No te dijo que tu cuerpo sufriría una transformación ni te pidió autorización, ¿verdad?

-¿Desde cuándo ocultar información significa violación? Y para completar lo gritaste delante de todos. Me dan ganas de golpearte.

Emilio puso los ojos en blanco. -Claro que lo grité. Estaba cabreado. No comprendo por qué tú no lo estás.

José Luis bufó. -¿Debió habérmelo dicho desde el comienzo? ¡Sí! ¿Estoy molesto? ¡Por supuesto! Sin embargo, creo entender su situación. -Levantó una mano para callar a su amigo-. No lo estoy excusando, pero él se hallaba solo en un planeta extraño, enamorado por primera vez -Se sonrojó, pero continuó-, y no me había dicho que era un extraterrestre. Supongo que las consecuencias de sus actos no pasaron por su mente. O quizá sí, pero no supo cómo decirme.

-¿Y lo dices tan tranquilo? -Emilio estaba asombrado y molesto-. ¿No te dan ganas de torcerle el pescuezo?

José Luis le dio un golpe en la cabeza. -No seas idiota. No estoy tranquilo. ¡Estoy furioso! -Se tiró hacia atrás en la cama-. Me dan ganas de gritar y exigir que me devuelva a la Tierra, pero...

-Te duele pensar que no lo volverás a ver -dijo Hansel, desde los escalones.

Emilio y José Luis se giraron a mirarlo.

-Sí, así es -admitió José Luis-. Lo amo, pero me molesta que me haya escondido algo tan importante.

Hansel asintió, mirando hacia donde Yng estaba sentado, cabizbajo. -Se siente mal y está confundido. Ellos no piensan igual que nosotros.

José Luis suspiró. Emilio bufó. Hansel los miró a los dos.

-Lo sé, pero no puedo perdonarlo... Aún no.

-Mi papá decía que el tiempo ayuda a sanar -dijo Hansel, en su típico tono monótono-. Y mi hermano, que a todos se les debe dar una segunda oportunidad.

-¿Sabes lo que le hizo? -preguntó Emilio, levemente molesto, porque Hansel parecía estar aconsejando a su amigo que perdonara al alienígena ese.

-Lo escuché. -Hansel asintió.

-¿Y no te molesta? -preguntó José Luis.

Hansel se encogió de hombros. -No estoy seguro de comprender.

-Si eres Enlace de uno de ellos -comenzó Emilio-, tu cuerpo acabará experimentando una transformación, según dijo Yng.

Hansel ladeó la cabeza, pensativo. -¿Es eso posible? No parece real.

-¿Verdad? -José Luis suspiró, cansado de pensar y discutir-. Tendrás que disculparte con Yng -le dijo a Emilio.

-¡¿Qué?! ¡De ninguna manera! -Emilio se cruzó de brazos, rebelde.

José Luis se sentó de nuevo. -Lo harás. Lo acusaste de ser un violador, lo cual no es cierto.

Mientras ellos discutían de nuevo, Hansel se bajó de la escalera y fue a sentarse con Yng.

Yng levantó la cabeza, esperanzado, y cuando vio que era Hansel, sonrió sin ganas.

-Te perdonará -le aseguró Hansel.

-¿En serio? -La esperanza volvió a los ojos del alienígena.

Hansel asintió. -Después de un tiempo. ¿Podemos rehusarnos a la transformación? -soltó, cambiando abruptamente la conversación.

Yng lo miró en silencio. ¿Le estaba preguntando en serio? Al ver que Hansel no se echaba a reír, sino que esperaba su respuesta, supo que hablaba muy en serio.

-No, aunque no todas las -Se detuvo buscando en su mente la palabra correcta-... Um, fecundaciones son exitosas.

-¿Por qué?

-Hasta donde supe tenía que ver con algo en nuestro organismo. Deberías preguntarle al Heirein Yaxkin, él podrá explicarte mejor -sugirió Yng, temiendo confundir al Enlace del rey.

Hansel asintió,levantándose y yendo a acostarse. Había sido un día agotador.



El IntercambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora