Separé mi mano de su muy maquillado rostro y noté como éste se volvía cada vez más rojo. Le había pegado una cachetada tan fuerte que sonó por todo el aparcamiento. No pude evitar sonreír al ver el estado de perplejidad en el que había quedado mi hermana. Se había pasado, y no pude evitar contenerme esta vez.
Mi sonrisa se borró al escuchar un grito atrás mío.
-¡SEÑORITAS FITZPATRICK! Son hermanas, por el amor de Dios, son GEMELAS. ¿Qué hacen peleando y encima de manos? -nos dijo la directora gritando. -Ambas estan castigadas. Las veré hoy después de clase. Y hasta entonces, comportense como las señoritas educadas que son.
-Pero señora, yo no... -empezó a decirle Rebecca.
Sin embargo la directora no la escuchó y sólo se dio vuelta y comenzó a alejarse.
Mi hermana me miró con odio no sin antes amenazarme.
-Esto no quedará así, será mejor que cuides tu espalda en todo momento, sis. La guerra recién empieza. -me dijo antes de entrar al instituto.
La seguí, manteniendo mi distancia. Ella dobló por un pasillo, desapareciendo, y yo entré a mi primera clase del día. Matemática. Perfecto para empeorar mi día.
Durante toda la clase sólo pude pensar en Jack con mi hermana, en Sean conmigo y en todas las preguntas que rondaban mi cabeza sin respuesta alguna. Sólo deseaba que sea la hora del almuerzo para poder hablar con mis amigos y aclarar mis ideas. Tal vez habían visto algo o se habían entrado de alguna manera y podían recordarme que había sucedido.
Sonó el timbre, indicando el cambio de asignatura y me dirigí al aula de arte. Ésta era una de mis clases favoritas ya que podíamos hablar durante la clase, siempre y cuando trabajáramos al mismo tiempo. Y para mi grata sorpresa, cuando me dirigí a mí mesa, pude ver quien era mi compañera durante ese curso. Nada más y nada menos que mi mejor amiga Amy. A quien más quería ver en ese momento. La abracé con todas mis fuerzas, y cuando me separé de ella pude ver su cara de confusión.
-Oh, Amy, como deseaba hablar contigo. Te necesito, amiga.
-Pues, dispara. -me dijo sonriendo, tranquilamente- Seguro podré ayudarte. ¿Qué necesitas?
-Mira, como seguro sabrás, ayer tomé un poco de más. Y necesito que me ayudes a recordar que pasó anoche.
-Claro, pues tu y yo bailamos un rato, luego tomamos algo las dos. Yo tomé una cerveza y tu un vaso de vodka con naranja. Después de eso volvimos a bailar hasta que tu desapareciste para ir a la cocina y yo me quedé hablando con Michael, aquel chico rubio.
-Sí, eso lo recuerdo. Sé que luego comencé a jugar a un juego con Harry y Joe, y tomé bastantes shots de vodka. Es luego de eso que ya no recuerdo más. ¿Qué pasó luego?
-Pues ahí ya no puedo ayudarte, lo lamento -dijo haciendo una mueca de decepción- verás, luego me quedé con Michael y después ya no te encontré más, no te veo sino hasta ahora.
Le agradecí igualmente aunque estaba decepcionada y todavía muy, muy confundida. Hablar con ella no había aclarado ninguna de mis dudas. Ahora necesitaba hablar mis amigos. Después de todo, ellos fueron quienes me vieron luego de jugar a ese juego. Tal vez vieron cómo y con quién me fui, o algo que me ayude a recordar.
Pasamos el resto de la hora dibujando y hablando de otros temas. Me contó sobre el chico morocho con quien se había besado al principio de la fiesta y luego todo sobre Michael. Él era un año mayor y es nuevo este año en el instituto. Dijo que era muy atento y sobre todo muy divertido. Se la veía muy emocionada al hablar de él, y me gustaba ver a mí amiga así.
Una vez que terminó la clase. Recogí mis cosas rapidísimo y salí del aula de arte.
-¿A dónde vas tan apurada? -me preguntó Amy una vez que logró alcanzarme.
-Necesito hablar ya con los chicos. No puedo seguir sin saber qué pasó anoche y ellos tal vez puedan ayudarme.
Amy sólo se limitó a caminar -casi correr- atrás mío. Una vez que llegamos al comedor, divisé la mesa de los chicos y comencé a dirigirme ahí.
-Amy, tu ve y coge algo de comida para las dos, por favor -le dije mientras caminaba, sin frenar.
Ella asintió y fue a buscar la comida. Yo me senté al lado de Joe y en frente de Harry y, una vez que me había sentado, suspiré. Tanto correr me había cansado.
-¿Qué pasa, Emily? -me preguntó Joe, quien se había dado cuenta de mi estado de inquietud.
-Escuchen -dije, tratando de recuperar el aire- necesito que me digan qué hice anoche. Todo lo que sepan, todo lo que hayan visto. Todo.
-Bueno, te vimos cuando viniste a la cocina a jugar con nosotros... -quien empezó fue Harry- tomaste bastante y luego dijiste que tenías ganas de ir a bailar. Y ahí desapareciste. Creo que fuiste a buscar a Amy.
Sí, y no la encontré y ahí fue cuando vi a mí hermana besando a Jack. Eso lamentablemente ya lo había recordado.
-Eso lo recuerdo, pero no la encontré. ¿Sabes que hice después?
-No, lo siento. Luego de eso no volví a verte. -me contestó Harry.
-Yo creo que sí te vi. Al principio creí que eras Rebecca pero estoy seguro que eras tú. Por tu vestido. -me dijo Joe, y luego bajó la voz- Estabas en el medio de la pista de baile, y estabas besando a Sean.
Los recuerdos me invadieron. Sus manos en mi cintura, las mías en su cuello. Sus labios sobre los míos. Escaleras. Cuarto. Él encima mío. Y, oh no... Jack....
Justo en ese momento, con mi cara pálida al recordar los sucesos de aquella noche, lo vi.
Era Jack, entrando al comedor. Sus ojos se cruzaron con los míos. En tan sólo segundos noté todo su enojo, decepción, tristeza y asco. Y tan rápido como me miró, apartó la vista, sin volverme a mirar. Mi corazón se rompió un poquito.
¿Qué había hecho?
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Quería pedirles mil disculpas por tanta tardanza. Estuve con un millón de cosas, problemas y demás y no pude actualizar sino hasta ahora. Por eso como recompensa les dejo dos capítulos seguidos :)Espero que me perdonen :(
Espero que les esté gustando la historia y quería preguntarles...
#teamsean o #teamjack ???
Si me dejan alguna opinión sobre lo que pasó o que les gustaría que pase se los agradecería un montón. :)
Muchas gracias por leer y por todo el apoyo que me están dando!! ♥
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¡Hermana, Veo Doble!
Teen FictionLas gemelas Emily y Becca siempre se llevaron mal. A los 2 años, se tiraban del pelo. A los 5 años, se robaban los juguetes. A los 7 años, se peleaban en los recreos. A los 12 años, se robaban las tareas. A los 14 años, se robaban la ropa. ¿Cómo se...