8. Fiesta infernal: parte II

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Indiscutiblemente, quienes se estaban besando eran Rebecca y Jack.

No lo podía creer, todo mi mundo se vino abajo. Pasé como dos horas de fiesta buscando a Jack, para cuando por fin lo encuentro, es con su lengua metida en la boca de mi hermana. ¿Cómo podía ser esto posible? Creí que le gustaba...

Y no podía creer que mi hermana fuera tan zorra. Ella sabía que él me gustaba, lo sabía. Y se metió con él de todas formas. Esto ya era demasiado. Una cosa era cuando nos robabamos los juguetes de niñas. ¿Pero robarnos a los chicos? Eso ya era cruzar una línea.

Me alejé de allí, y de repente comencé a sentir las lágrimas correr por mis mejillas. Estaba llorando. Me sentía fatal. Traicionada. Entre el mareo que aún seguía sintiendo, y las nauseas que ahora se acumulaban en mi cuerpo, me dirigí de nuevo a la cocina. Esta vez estaba vacía. Vomité en el lavaplatos, pero eso no me impidió agarrar una botella de tequila. Quería seguir bebiendo. Quería estar tan borracha como para no sentir nada, como para olvidar lo que había pasado. O como para que ni me importara.

No se cuántos shots de tequila tomé, sólo sé que comencé a sentirme cada vez mejor. Cada shot que tomaba, agrandaba mi sonrisa. Estaba más mareada, sí. Pero ya no sentía nada más que ganas de reír y de pasarla bien.

Salí de la cocina y me dirigí a la sala, donde comencé a bailar. No quedaba mucha gente bailando, la mayoría ya se estaban besando en algún costado, pero a mí no me importaba. Bailaba, concentrándome sólo en eso, y sin pensar en nada más.

Seguí bailando por lo que a mí me parecieron horas, pero que no habrá sido más de media hora. Hasta que lo vi. Era Sean. Estaba tan guapo. Con una remera, jeans y zapatillas negras. Y estaba acercándose a mí. Dejé de bailar y yo también comencé a caminar hacia él.

Cuando nos encontramos nos miramos sin decir nada, sólo nos mirábamos. Yo sabía que él me deseaba, y él sabía que yo a él. De repente, impulsada por el alcohol en mi cuerpo, lo besé. Ahí, delante de todos, lo besé. Sin importarme nada. El agarró mi cintura y me atrajo hasta estar bien pegada a su cuerpo. Yo tomé su cabello y su cuello con mis manos y lo acariciaba. Sentir sus labios moviéndose contra los míos se sentía tan bien. Era una sensación muy agradable.

Nos besamos por unos minutos, y luego me separé de él. Sin decir nada, lo agarré de la mano y comencé a llevarlo escaleras arriba. El me siguió callado. Una vez terminamos de subir, me agarró de la cintura y fue él quien comenzó a guiarme a mí. Me llevó hasta mi cuarto, que estaba vacío y una vez que entramos, cerró la puerta detrás nuestro.

Comenzó a besarme nuevamente, esta vez sentados en la cama. Me acariciaba desde el cuello, recorriendo toda mi espalda, hasta mi cintura. Nos besábamos con muchísima pasión. Yo tenía mis manos en su cuello, en su cabello y de vez en cuando acariciaba su espalda. Luego, Sean pasó a besar mi cuello. Se sentía tan bien, que creo que solté un gemido de placer. No sé si él lo escuchó, pero siguió besando mi cuello, mientras yo comenzaba a levantar su remera. Dejó de besarme para que yo pueda sacársela y luego él se levantó -mientras yo miraba su perfecto torso desnudo- y me obligó a levantarme a mí. Lo hice, y lentamente y con toda la suavidad del mundo, comenzó a bajar el cierre de mi vestido. Me lo sacó y yo quedé en ropa interior, la cual era negra de encaje y muy bonita. Luego procedí yo a desabrochar su cinturón y sacarle su jean. Quedando él también en ropa interior. Se sacó las zapatillas y yo hice lo mismo con mis zapatos. Luego, allí, los dos parados, uno en frente del otro, nos miramos por unos largos segundos.

Me tiró sobre la cama y se ubicó encima mío. Comenzó a besarme con más pasión que antes mientras acariciaba todo mi cuerpo. Yo hacia lo mismo con el de él, sintiendo cada parte de su perfecto cuerpo. Gemíamos de placer. Nos deseábamos muchísimo y no había nada que nos parara en ese momento.

Hasta que comenzó a desabrochar mi corpiño, y se abrió la puerta.

Y ahí fue cuando todo se volvió confuso. Jack estaba en la puerta mirándonos atónito. Yo intentaba luchar para ponerme mi ropa y Sean seguía en la cama confundido por toda la situación. Jack me miraba enfadado y yo no sabía que hacer. De repente, una sensación extraña invadió mi estómago. Eran náuseas. Vomité.

Luego de eso, ya no recuerdo más.

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La segunda parte de la fiesta!! Espero que les guste :)

Perdonen por la tardanza, estoy en medio de una pelea con mi pareja y no me siento muy bien :(

En fin, espero que les guste el capítulo

Arriba les dejo la imagen de cómo estaba vestido Sean

Gracias por todo el apoyo y gracias por leer ♥

Lean la historia de @cruzcastro se las recomiendo :)

¡Hermana, Veo Doble!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora