Legalmente adorable (LTFL #1)

Capítulo 14. Llegamos a Cancún

Advertencia: Antes de leer este capítulo tiene una escena explicita de sexo así que eres sensible o no toleras este tipo de tema por favor no la leas y absténgase hacer comentarios ofensivos si no es así pues disfrute la lectura ;)

Este capítulo está dedicado a ti Karen yo se que has esperado mucho por esto sorry por no haberlo subido antes, gracias por esperar y por el apoyo a esta obra.

El titulo original de el capítulo era como si fuera la primera vez pero por alguna razón wattpad me lo guarda como historia privada, haciendo imposible la publicación así que lo cambie por el titulo de arriba.

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Deje la nota de autora anterior, al editar de nuevo este capítulo, no pude dejar de sentir vergüenza (-////-). Esta fue la primera obra que publique aquí, y fue hace dos años a mediados del 2015, no se si actualmente pueda incluir este tipo de escenas en mis obras (creo que no), si no están cómodas con este tipo de lectura, sáltense el capítulo.

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Me desperté ya que me había quedado dormida en el avión, mire por la ventana y se miraba el mar, era impresionante la vista faltaba poco para que el Jet aterrizara, Daniel tomo mi mano.

—¿No me diga que le da miedo viajar señor Hamilton? —intente burlarme de él

—No solo quería tocarte — paso su mano de mi brazo a mi pierna — ¿ya te dije que te ves sexi con ese traje? — me sonroje notablemente

—Daniel, compórtate

—¿Por qué? es mi cumpleaños es momento de ser un niño malo — dijo con vos juguetona, besaba mi cuello.

— ¿cuantos cumples? seis

—Casi cerca... veintisiete

El Jet había llegado a su destino, Daniel tomo mi mano yo se lo permití y bajamos juntos, cuando salimos ya había un chofer con una Limosina esperándonos.

—Woo, me siento Cenicienta y yo no soy la del cumpleaños — dije asombrada

—No yo diría que eres una mezcla del carácter de rapunzel de enredados y la belleza de la bella durmiente.

—Claro no tengo un sartén para pegarte

—Pero yo no soy un ladrón — me acariciaba el cabello

—Claro que sí lo culpo de ladrón señor Hamilton. Usted se ha robado mi corazón, ¿qué tiene que decir en su defensa?

—Que me declaro totalmente culpable.

La limosina se detuvo en una lujosa casa, claro no era tan grande como su mansión en New york pero si me había impresionado su arquitectura era como griega y a unos 2 kilómetros quedaba el mar, el mar ya me gustaría sentir la arena en mis pies.

—Listo princesa, ya llegamos — me abrazo y yo le correspondí — Albert sube las maletas — le dijo alguien que había salido de la casa para abrirnos la puerta

Entramos y por dentro la decoración se parecía a su mansión decorada con muebles antiguos y lujosos y esa tapicería roja que te hacía pensar como si perteneciera a la realeza.

—Señorita Bennett, ¿vamos a conocer nuestra habitación? —me susurro al oído

—Señor Hamilton, piensa que vamos a compartir habitación

—Claro, es la única desocupada

— ¿Y piensa que le voy a creer, que no hay más habitaciones en esta enorme casa?

—Me atrapaste, pero de verdad ¿me vas a dejar dormir solo en mi cumpleaños? — me miraban con intensidad

¡Qué manipulador!, yo solo sonreí la verdad deseo mucho a Daniel para que le voy a negar, lo que me molesta es que se haya convertido en este pervertido mujeriego y que el muchacho romántico y atento que una vez conocí haya quedado opacado.

— ¿Qué pasa si me quiero negar? — lo rete

—Pues buscare la manera de convencerte, vamos mi Jenny— me abrazo y me empezó a besar en el cuello, me hacía cosquillas

No paraba de reír, las cosquillas hacían que me doliera el estómago.

—Entiendo, vamos — me deje guiar por el subimos unas enormes escaleras en forma de caracol

Llegamos a la habitación era enorme como me la esperaba, en la cama había unas sábanas de seda roja y unos pétalos de rosa regados por todos lados, en la mesa había unas uvas y una botella de champagne.

—Vaya señor Hamilton, si tiene todo preparado aquí, ¿no me diga que piensa seducirme? — él me sonrió burlón y me toma de la cintura logrando que nuestros cuerpos queden cerca.

—Eso ya lo hice — aparta los cabellos de mi cara — mi Jenny aceptas ser mía como esa primera vez

—Mm...tentador — él me observa con impaciencia — ¿quién le podría decir que no?

Caminamos lentamente hacia la cama, yo me dejo caer en ella. Él me quita suavemente la falda del traje y la camisa yo le ayudo con sus pantalones y desabrocho los botones de su camisa, empieza a quitarme el bikini y el brasier quedo completamente desnuda delante de él, a él solo le falta el bóxer y observo que ya está duro, él va hacia la gaveta de la mesita de noche, lo observo cómo es en serio y veo que está sacando un condón.

—si quieres no me lo pongo y ya tengamos bebes — dice sujetando el condón al frente de mi cara

—No quiero quedar embarazada, póntelo ya

Se desprende de su bóxer, mostrando su miembro erecto en frente de mí y se empieza a poner el condón, él me observa de forma lujuriosa yo le devuelvo el gesto, empieza a lamer mi cuello y yo disfruto de su contacto, empieza a lamer mis pezones hasta el punto que se ponen rojos, va bajando poco a poco besando todas las partes de mi cuerpo.

—Daniel...ahh

—Tranquila, mi Jenny te tratare como si fuera tu primera vez te lo prometo — nos besamos con mucha pasión, lo jale del cabello el gime de placer

Comienza bajar hasta llegar a mi vagina y comienza a lamer yo ya estoy mojada, el empieza a succionar y mis espasmos son cada vez más fuertes. 

 — ¡Ahhh!

Él empieza a introducir un dedo en mi vagina y lo mueve suavemente mientras lame y succiona mis senos, el placer que siento es tan grande. Cuando Daniel me quito la virginidad fue perfecto él lo sabe hacer bien, sabe cómo dar placer a una mujer, después de acostumbrarme a su contacto.

— ¿Estas lista Jenny? - yo solo asiento no puedo hablar con tanto placer, él introduce su miembro en mi vagina.

Se comienzo a mover lento esperando a que yo me acostumbre, yo solo apretó las sabanas y asiento a que prosiga más rápido, sus embestidas son más rápidas

—siii...ahiii... — él ha encontrado mi punto G

—Mi Jenny...e-eres deliciosa...te amo — dice entre jadeos

—Y-yo...ahh... también — le logro responder

Él sigue embistiéndome en ese punto donde más placer siento, mi piernas me flaquean ya no tengo control de mi cuerpo, estoy rendida al placer, yo abro un poco más las piernas y empiezo a sentir los espasmo cada vez más fuerte hasta llegar al orgasmo.

Después de un largo tiempo él se corre dentro de mí, yo estoy exhausta, me abraza y me besa yo le correspondo igual empieza a tocar mi trasero

—Daniel estoy cansada — digo adormilada

—Descanse señorita Bennett, mañana le espera un gran día 

Nos acurrucamos sentía sus brazos rodear mi cuerpo era una sensación excitante me sentía segura con Daniel, mi primer amor el chico con quien fue mi primera vez a los 13 años fue una experiencia única como hoy.