Legalmente adorable (LTFL #1)

Capítulo 15. Un lindo día

— ¡Despierta!, mi bella durmiente — sentía un leve cosquilleo en el puente de mi nariz.

Al abrir un poco mis ojos, observo que Daniel frota una pluma en mi nariz. Lo aparto de un manotazo y el ríe de su broma

—No, quiero dormir un poquito más —dije aferrándome a una almohada y dándole la espalda.

— ¿Con que no quieres despertar? Es una lástima, y yo que te había preparado un delicioso desayuno, supongo que tendré que comer yo solo.

En cuanto escuche la palabra desayuno me voltee rápidamente. Él sonríe satisfecho y con gesto de burla, alza su mano para que yo me levante.

—Mi gorda Jenny, con comida te soborno—dice triunfante.

—Me atrapaste pero no funciona siempre—proteste, tomando su mano

El acomodo una almohada a mis espaldas para que estuviera cómoda. Luego lo veo llegar con una bandeja de comida, yo sonrío feliz al ver la comida. Y por supuesto no puede faltar el café. Adoro el café caliente en las mañanas. Así que en cuanto puso la bandeja en mis piernas, asalte la tasa de café

—Sabía que lo tomarías primero—dice en tono burlón.

—Ahora lees mis pensamientos señor Hamilton, debería de cambiarse de profesión—me burle de él

Ignore su risa y me dispuse a atacar el pan tostado que unte con mantequilla. Las frutillas también estaban deliciosas

— ¿Solo me vas a ver comer? —No me gusta comer sola y menos que me observe detalladamente cuando lo hago.

—Yo ya desayune—se sienta a mi lado y roba una de mis tostadas.

Iba protestar pero, preferí seguir comiendo. Además viendo a Daniel, él ya estaba bañado con un short y una camisa polo. Achique mis ojos detallándolo mientras pinchaba una fruta.

— ¿Qué tanto me observas? —levanta una ceja

— ¡No es justo! —Proteste— ¿Por qué no me levantaste antes?, tú ya estás listo.

— ¿Por qué?, ¿te querías bañar conmigo? — me sonríe burlón

—Tonto — le pegue con la almohada que tenía en mi costado — no solo quería despertarme al mismo tiempo que tú, dime ¿Qué tienes planeado para hoy?

—Un itinerario interesante. Créeme mi Jenny que intente despertarte pero me mandabas patadas voladoras cada vez que lo intentaba, eres peligrosa cuando duermes.

—No solo cuando duermo— le sonreí coqueta

—Lo sé esas curvas matan a cualquiera — me sonroje, no sé porque siempre caigo en sus juegos — cuando termines de desayunar te alista ya deje una ropa para que te pongas. Bajas cuando estés lista, como dije hoy te espera un gran día muñeca.

—No me digas así— le pego en el brazo

—Ya mujer—se soba— mi Jenny, te espero abajo — me da un beso en la frente y sale de la habitación, yo le logro ver el trasero es muy sexi, me muerdo el labio ante esos pensamientos.

Ahora solo me queda devorar esta bandeja, me trajo unas tostadas con mantequilla, mi café un jugo de naranja y unas frutas, cuando termine él delicioso desayuno me fui a duchar, al salir me encontré con el atuendo que me dejo Daniel era un hermoso vestido blanco.

***

Al bajar Daniel me estaba esperando con una de sus típicas sonrisas la cuales me tienen fascinada

—Lista Jenny

—Claro, ¿qué vamos hacer?

—Para empezar vamos a dar un paseo en una lancha, después haremos una competencia con unos cuadraciclos— sonreí ante la palabra competencia — después descasaremos a almorzar y de ultimo tendremos la tarde libre para caminar en la playa y mirar la puesta del sol y quizás algo más —dijo de forma pervertida lo último

—Me agrada el itinerario, lo último lo discutiremos luego —me sonríe

—Ya está arreglado

Fuimos en un camioneta hasta la playa, ya nos estaba esperando Yate, abordamos y nos fuimos mar adentro la vista era impresionante. Estaba embobada con el color azul cristal del mar y el aroma que emana, se siente como a libertad, como estar en el paraíso bueno justo así me sentía ahora.

—Bien señorita Bennett ¿la está pasando bien?

—señor Hamilton esa pregunta se la debería hacer yo, después de todo usted es el del cumpleaños

—Yo estoy inmensamente feliz, junto a la mujer que amo, ayer me dio el mejor regalo que todo hombre desea tener un sexo candente espero que se vuelva a repetir

—Por el momento disfrute de mi compañía ya hablaremos de eso después — dije observando la hermosa vista que nos da el mar

Comimos unas sandías en el Yate y Daniel seguía siendo Daniel con sus perversiones. Nos bajamos del Yate y ahí estaba lo que estaba esperando ansiosa los cuadraciclos, íbamos a tener una competencia.

—Jenny, ¿qué tal si hacemos esta competencia interesante?

—Te escucho

—Qué tal si yo gano se repetí lo de ayer y su tu ganas ¿qué quieres?

—Daniel — me sonroje — a ver... si yo gano... — me observaba las uñas no sabía que pedir ya lo tenía todo no quería nada más 

 — Haber te ayudo — se me acerca y me besa la mano — si tu ganas seré tu esclavo por todo un día — sonrió ante la idea 

 — Acepto la apuesta — le iba a dar la mano pero él me jalo y me dio un beso

—Así se cierra el trato — sonríe burlón

Nos pusimos las protecciones necesarias para no lastimarnos en caso de accidentes, cascos, rodilleras etc.... estaba lista con mi cuadraciclo. El recorrido era, dar la vuelta a la playa y eran tres vueltas el que lo hiciera en menos tiempo ganaba. Me sentía como un personaje de Mario Kart y en esto no ganaba un trofeo de oro que no puedo vender, si no el hecho de que Daniel será mi esclavo por un día me emocionaba mucho. Cuando alguien que contrato Daniel movió una bandera era señal de arrancar, acelere y podía sentir la adrenalina correr por mis venas, el viento resoplando en mi cara era excitante.

En la primera vuelta le gane a Daniel por unos segundos el venía muy de cerca, lo podía ver por el espejo estaba sonriendo, será que quiere ponerme nerviosa no va a poder, en la segunda vuelta fue igual bueno lo siento Daniel yo ganare esta carrera, ya podía ver la meta y mi victoria asegurada, ¿qué paso? no miro a Daniel por el espejo lo abre dejado tan atrás, no Daniel estaba adelante, como en el juego siempre uso los hongos antes, el gano lo que implica...

— ¡Si gane! — dijo lanzado su casco a la arena

—No es justo hiciste trampa — dije cruzándome de brazos y haciendo un puchero

—No Jenny tienes que aceptar tu derrota— me tomo de la cintura y me beso

— ¿Cuándo quieres que te pague?

—Veamos... ahora

— ¿Ahora? —pregunte incrédula había mucha gente aun en la playa.

—Tienes que ver tu cara—se burla— No, si tú quieres no me pagas, no quiero que sea así, si no por tu propia voluntad. Además... soy irresistible, como si yo ganaría eso por una apuesta.

Todo iba bien hasta lo último. Le tuve que pegar.

—Esto no se queda así—el intenta besarme

Y yo salgo huyendo. Corre detrás de mí. La arena en mis pies, el olor del mar me da la sensación de que puedo volar.

Después de que nos cansamos de correr, Daniel me invito a un restaurante. Teníamos platicas entretenidas me gusta pasar tiempo con Daniel, aunque ahora es mi jefe, algo complicado pero estoy enamorada de él, ahora estamos caminado juntos, agarrados de la mano esperando el atardecer.