Capítulo 17

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Mía:

Después de que Lucy dijo lo que dijo, me jaló por el brazo y me arrastró al auto. Literalmente.

- ¡Lucy! Suéltame - dije tratando de salirme de su agarre - pareces mi madre.

- Mía, no estás bien, tú nunca bebes y hoy quieres beber. Lo siento pero no voy a permitir que bebas, está no es la Mía que conozco - dijo ella soltándome - Mía, creí que la fiesta te iba a hacer bien, pero no. Sé que no soy tu madre pero, solo me preocupo por ti. Mira, si de verdad quieres beber, ve, no te voy a detener. Pero si solo lo haces por "olvidar" a Dylan, te vas a arrepentir luego - dice mirándome a los ojos.

- Lucy, lo siento, fui una verdadera idiota. Es solo que... Ag ni si quiera sé qué decir...estoy...un poco deprimida es todo - digo yo mirando el suelo.

- Pero ¿porqué? Por el día estabas bien y ahora estás así - dice ella tocándome el hombro.

- Bueno, estoy bien, pero cuando Lydia llegó y peleó con Rafael por una tontería, me acordé cuando Dylan y yo también peleábamos por esas tonterías - dije tratando de no llorar - no por eso quise beber, fue porque vi a Dylan y pues...no sé, son una idiota vámonos a casa - digo yo cuando una lágrima cae por mi ojo.

- Mía, solo quiero que sepas que no estas sola, nos tienes a Hazel, Taylor, Lydia y yo...también podemos contar con Rafael. Mi punto es que no estás sola ¿si?

- Yo lo sé, Lucy, solo es difícil - dije y encendí el auto - envíale un mensaje a las chicas diciendo que nos fuimos.

- Claro.

Después de nuestra charla nos fuimos a mi casa. El camino fue silencioso, fue uno un poco incómodo pero ninguna de las dos quiso hablar. Supongo que cada una estaba pensando en algo.

Por ejemplo, yo no podía dejar de preguntarme a mí misma ¿Porqué no fui suficiente para Dylan? ¿Había algo mal conmigo para que él me engañara con Patricia? Simplemente son preguntas que no me puedo responder.

Llegamos a mi casa en silencio, ninguna de las dos hablaba. Lucy rápidamente buscó si ropa para dormir y fue al baño para cambiarse. Después que salió yo hice lo mismo y me cambié. Antes de acostarnos nos quitamos el maquillaje que teníamos puesto y nos cepillamos los dientes.

Al día siguiente me desperté primero que ella me cepillé los dientes y fui a la cocina. Mama estaba preparando unos huevos revueltos y tostadas y me dijo que despertara a Lucy.

- Lucy - digo suavemente mientras le tocó el hombro - Lucy - repito.

- Déjame dormir, tengo sueño - dice mientras se tapa la cabeza con la almohada.

La iba a dejar dormir pero se me ocurrió una idea.

- No quería hacer esto pero mi modo, voy al supermercado a comprar Nutella y no voy a compartir, adiós - digo y no doy ni siquiera un paso cuando siento que Lucy se despierta.

- ¿Donde hay Nutella? - dice con los ojos bien abiertos.

- En ningún lado, pero necesito que te despiertes - digo yo.

- No, si no hay Nutella, no me levanto - dice y se vuelve a acostar en la cama.

- Ok - digo - pero no me grites por lo que haga - seguido de eso cojo la sabana se la quitó y la jalo por los pies y cae accidentalmente al suelo.

- ¡Mía! ¿Porqué hiciste eso? - dice ella sobándose el trasero.

- Porque mi madre hizo el desayuno y me pidió que te despertara - digo yo mirándola con diversión.

Tan cerca y tan lejosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora