Capítulo 8
¿Es una cita?Al salir de la escuela acompañe a Nina a la clínica de Railway.
No soy tan fuerte como pensaba, ver a mi amiga casi completamente inconsciente a causa de la anestesia me había afectado y sin duda sería algo que me costaría trabajo de olvidar.Terminando su sesión ordinaria, sus padres me llevaron a casa. Mi padre no estaba lo cual no me pareció raro. Hoy era día de exposición en la galería y se quedaría hasta tarde.
No se siquiera de donde saca esa energía luego de una larga jornada en la oficina de abogados para atender la galería como se merece. Según la nota que dejó en el refrigerador la exposición sería sobre lo abstracto.
Enseguida pensé en el autor de las obras de la habitación de Hunter, esas obras eran asombrosas y tenían potencial. Cada pincelada parecía hecha por alguna divinidad.
Volviendo al tema de Hunter Rizzo, no hablo con el desde el día de la fiesta.
Recuerdo que luche contra mi misma por no echarme a llorar cuando le dije que se alejara y tomáramos distancia el uno del otro, y lo peor es que no se porque me entristeció eso. No era realmente mi amigo y definitivamente no me interesaba de otra forma como le sucedía a las demás chicas.Mi teléfono sonó y me distrajo de mis pensamientos.
Era él.
Fue en ese momento en que me pregunté que debía hacer, no sabia si contestar o colgar. Pero, luego de pensarlo varias veces en un segundo, me decidí a ignorarlo.
Satisfecha con mi decisión abrí el gabinete de la cocina y saqué una bolsa de palomitas de maíz y la metí en el microondas.
Tenia mi tarde programada para ver Pretty Little Liars y comer palomitas. Comencé a experimentar con mi control remoto hasta sincronizar Netflix con mi televisor. El ruido de las palomitas me alertaban que estaban listas así que corrí por ellas y las vacíe en un tazón. Gomita se acercó con su habitual ronroneo hasta mi una vez que estuve sentada en el sillón.
Después de un rato de no parpadear por ver mi serie favorita el timbre sonó con insistencia.
-¡Ya van! -grité molesta acomodandome mi pijama.
Abrí la puerta y me encontré frente a mi un gran ramo de flores, en especial hortensias.
El repartidor me hizo firmar y tras concluir su trabajo se fue.Sostenía en mis manos el inmenso paquete y una orilla puntiaguda de papel se dejaba ver entre las flores. Tomé el sobre y lo abrí con curiosidad de saber quién había enviado el ramo.
"Supe que las hortensias son tus favoritas, espero y que te gusten. Si quieres averiguar quien soy, ve mañana después de la escuela a el bistro Pommen"
Me sentía como una víctima de A, sin saber quién me había enviado ese lindo obsequio. Finalmente husmee entre las flores y encontré una reservacion para el Pommen. Me emocione enseguida. Podría ser cualquier persona, aunque sólo deseaba que fuera una en especial.Las siguientes seis horas fueron ininterrumpidas, así que pude ver un gran maratón de PLL sin problemas.
El reloj marcó las diez y supe entonces que ya debía dejar de ver eso o mis ojos se resecarian.
Por lo tanto, subí hasta mi habitación.Me acosté en la cama con el estómago revuelto. Seguía pensando en las flores y la persona que estaba detrás de esto. Mis nervios estaban disparados y nada me calmaba.
Solo conocía una forma de desahogarme y esa forma incluía a Nina. Así que saqué mi teléfono y la llamé.
-¿Hola? -contestó.
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Maldito Reto
Novela JuvenilMi nombre es Maya Smith, soy estudiante de la preparatoria UCS al norte en Portland. Para mi hay solamente tres cosas importantes que no puedo dejar de lado nunca: Mis estudios, buenas notas y mi famoso lema "Ser la mejor de la clase". Soy en pocas...