welcome to hell Halloween [sockathan]

¿Quién eres?

Se despertaron de golpe, el sonido que provenía de abajo había sido muy fuerte, como el sonido que producen cuando se rompen muchas cosas a la vez. 

- Quédate aquí- Le dijo Jonathan al pelirrojo - Iré a investigar.

Sock asintió.

El rubio se levantó rápidamente y bajó las escaleras, dirigiéndose a la cocina de la casa, tenía el presentimiento que el ruido había venido de ahí.

Antes de de abrir la puerta, escuchó unos pequeños gimoteos de dolor "Alguien se coló a la casa" pensó, y esto lo llevo a buscar un bate de béisbol que su padre guardaba en uno de los armarios.

Levantó su arma decidido y entró de golpe, no debía perder el elemento sorpresa, pero grande fue su asombro al ver lo que había dentro.

Una chica... bueno al menos con la apariencia de una, estaba de espaldas en el suelo y con las piernas recostadas en una pared, a su alrededor habían múltiples utensilios de cocina que seguramente había tirado en el impacto.

Jonathan se le quedo viendo, tenía el cabello negro corto y unos ojos inusualmente dorados, si bien, se veía como una chica, los cuernos y las alas que sobresalían de su cabeza y su espalda, no eran normales... ¿Un demonio?

- Estúpido día de los muertos - Murmuraba mientras trataba de levantarse , provocando mucho ruido a su alrededor producto de pasar a llevar algunas cacerolas- ¿Te quedaras mirando o vas ayudarme?- Preguntó mientras miraba en su dirección.

El rubio se sobresalto.

- ¿Yo?- Preguntó.

- ¿Quien más?- Dijo ella irritada- Aunque sería mejor pedirle ayuda al pelirrojo ¡Hey tu! ven aquí.

Sock pasó a su lado para sorpresa del rubio y ayudó a la chica a levantarse ¿Cuando había llegado?

- Buen chico- Le felicitó, cuando ya estuvo de pie.

Sock asintió, para luego parpadear rápidamente y mirar a su alrededor.

- ¿Dónde estoy?- Preguntó alarmado. Lo último que recordaba era haber seguido a Jonathan y ahora estaba ahí, enfrente de un chica desconocida.

- Oh mil perdones, no fue mi intensión controlar tu mente, solo que necesitaba ayuda y la rubia boba de ahí- Apuntó a Jonathan- No se inmutaba.

- ¡¿Controlar mi mente?!- Dijo el demonio asustado. Lo que fue suficiente para que el adolescente se acercara a su dirección y lo alejara de ella.

- ¿Qué es lo que quieres?- Preguntó a la defensiva.

- Tranquilo, no quitarte a tu novio si es lo que piensas- Insinuó con perspicacia.

- Nosotros no somos...- Dijeron al mismo tiempo, se miraron entre ellos y se sonrojaron.

- Pero que ternura- Rió ella- Ustedes son tan cual como me los describió Mephis.

- ¿Mephistopheles te envió?- Preguntó de inmediato el demonio pelirrojo.

- Si... Me pidió que te trajera un mensaje y te explicara algunas cosas sobre los cambios que estas experimentando.

- ¿Y por qué no vino él?- Preguntó el rubio desconfiado, esa chica le daba mala espina.

- Bueno les envía saludos, pero dice que no puede venir por cuestiones de trabajo, esta fechas no son fáciles para él- Comentó con tranquilidad mientras comenzaba a recorrer el lugar, llegó al refrigerador y lo abrió sin vergüenza alguna, minutos después bebía una gaseosa del mismo- haa... que sed tenia.