welcome to hell Halloween [sockathan]

Una noche contigo (Final)

Los gemidos y jadeos hacían eco en la habitación.

Dos figuras, se movían una contra la otra, en un vaivén cargado de deseó y pasión.

-¡Jonathan!- Gimió Sock cuando el adolescente mordió la curvatura de su cuello expuesto, no dolió, al contrario, eso solo aumento la creciente temperatura entre ambos cuerpos en fricción.

El más alto tomo sus labios con fogosidad, ambas lenguas comenzaron una danza ardiente.

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Sock abrió los ojos sorprendidos en medio del beso, y asustado hizo lo primero que se le vino a la mente.

Jonathan cayó de la cama, dándose un golpe en la cabeza. Aturdido, miró al demonio con reproche en busca de una explicación, pero al notar esos grandes y expresivos ojos verdosos se dio cuenta que el que estaba en aprietos ahí... era él.

- ¿Jonathan que mierda?- Dijo el pelirrojo asustado al ver que ninguno de los dos llevaba ropa.

- ¡Sock puedo explicarlo!- Habló el adolescente nervioso, levantándose de inmediato.

El ojiverde cubrió sus ojos por reflejo, avergonzado de ver cierta parte del rubio, que al parecer estaba muy animada.

- Ponte algo- Exclamó.

Jonathan se sonrojo furiosamente, y rápidamente tomó una almohada cercana, cubriendo así esa parte de su anatomía.

- Tu también deberías... ya sabes....

Sock se tapó con las sabanas abochornado ante su comentario. Una acción que al rubio le desanimo un poco. Fue ahí que noto la reducida movilidad de sus manos.

- ¿Y esto?- Preguntó al notar las esposas.

- Ha eso, una amiga me las presto, era para mantenerte controlado- Explicó acercándose a él para luego susurrar "libre". Las esposas se abrieron liberando por fin al demonio, Jonathan las tomó y las dejo en la pequeña cómoda al lado de su cama.

- ¿Controlado? Eso significa... ¡¿Te hice algo Jonathan?!- Inquirió asustado, no podía tolerar la idea de haberlo lastimado, de nuevo.

- Tranquilo, no fue esa parte de ti la que salió, si no... otra. La cosa es que estoy bien, no te preocupes.

- ¿Otra?

Le miró confundido, todo este ajetreo le estaba pareciendo muy raro, pero quizás, la pregunta que mas rondaba en su mente ¿Era como había terminado así con el rubio?

- Prometo contarte todo por la mañana, ahora estoy algo cansado, descansa- Susurró mientras depositaba un dulce beso en su frente y se levantaba para salir de la habitación e ir al baño, necesitaba una ducha bien helada para enfriar su mente un poco.

Pero cuando estaba a punto de irse una mano lo detuvo. Era Sock quien lo miraba aturdido, cuando los labios de Jonathan habían tocado su piel, algo en su interior hizo clic, como una pieza encajada de un rompecabezas, las imágenes de su otro yo comenzaron a tornarse nítidas en su mente.

Los sonidos, los olores, la voz suave de Jonathan, el placer, todo volvió.

- ¿Sock?- Le llamó el rubio preocupado al ver que este miraba al vació.

- No te vayas...- Suplicó de pronto al ojiverde, sacudiendo la cabeza- Tengo demasiadas preguntas respecto a esto... pero algo me dice que si te dejo ir, estaré cometiendo el mayor error de mi vida...

- ¿Y ese algo que más te dice?- Preguntó interesado el adolescente sentándose a su lado.

- Qué lo que estábamos haciendo hace un rato no me molesto- Dijo desviando la mirada sonrojado.