welcome to hell Halloween [sockathan]

¿Por qué estas tan emocionado?

Halloween la noche profana más divertida del año, una noche para acosar, divertirse y asustar a otros.  Es una de las favoritas de muchos, sobre todo si eres un demonio que acosa a un humano para que se suicide.

- ¡Hoy es el día! ¡Hoy es el día!- Gritaba el pelirrojo emocionado mientras flotaba y daba piruetas por todo la habitación.

- ¿Puede callarte Sock? Quiero dormir- Se quejó de mal humor el rubio, cubriéndose la cabeza con una almohada, para tratar de no oír el escándalo que protagonizaba el travieso demonio.

Sock se detuvo y de inmediato fue a molestar al humano.

- Si tanto te molestan mis gritos, podrías suicidarte- Sugirió de manera inocente. Cualquiera creería que lo dicho era una broma, pero para Sock no, aquello era su trabajo.

- Ya empezamos- Gruñó el adolescente levantándose, al parecer el ojiverde ya no lo dejaría dormir- Hoy es sábado, no hay escuela y es tu día libre, ¿Así que se puede saber por qué jodes tan temprano?- Se quejó. Aunque en el fondo sentía algo de curiosidad al ver a su torturador tan contento.

Sock sonrió radiante, como  si se tratara de un niño pequeño apunto de celebrar su cumpleaños.

- ¡Hoy es Halloween!- Gritó alegre, mientras sacaba de su bolsillo papeles de colores, serpentinas, y se las lanzaba al humano en la cabeza.

- ¡Sock! - Le regañó este,  pensando en que después seria él quien tendría que limpiar todo eso.

- Perdón, no me pude contener- Rió.

- No te tienes remedio.

- Nop

- ¿Se puede saber que tiene de especial esta fecha?- Preguntó aburrido. 

Para él, Halloween no era más que otra festividad comercial, donde las tiendas te seducían a comprar cosas que no necesitabas, como decoraciones y disfraces ridículos.

- ¿Como preguntas eso?- Dijo de repente él, ofendido- Halloween es genial, es mi fecha favorita del año, la única...- Hizo una pausa, que no paso desapercibida por el adolescente- La única, donde puedo ser yo mismo y que no me digan raro...- Sonrió, aunque, en esa sonrisa, había un matiz de tristeza.

- Es solo una fiesta boba- Soltó sin más el rubio, mientras comenzaba a buscar su ropa  en los cajones para vestirse. 

- ¡No lo es!- Defendió Sock, sacandole la lengua de manera infantil.

- Si lo que digas, aun no entiendo porque sigues en mi casa- Suspiró.

- Ya te dije, me iré cuando te suicides.

- Iré a ducharme- Ignoró su comentario- No me espíes.

- ¡Yo no te espió!- Gritó el demonio sonrojado.

- Si claro, lo de la otra vez fue un "accidente"- Agregó el adolescente con sarcasmo mientras cerraba la puerta, dejando al demonio solo en la habitación.

- Estúpido Jonathan...- Susurró este al aire, mientras pensamientos indebidos llenaban su mente. 

Recordó aquel incidente en las duchas de la escuela, donde accidentalmente había visto al rubio desnudo. Sacudió su cabeza sonrojado. ¿En que estaba pensando?