welcome to hell Halloween [sockathan]

Dame calidez

Abrió los ojos lentamente, aturdido. Reconoció de inmediato el lugar, estaba en la habitación de Jonathan, es más, estaba en su cama, recostado con un pañuelo húmedo en la cabeza.

 ¿Como había llegado hasta ahí? Lo último que recordaba era el parque, las piedras, los niños y...

- Despertaste- Comentó aliviado el adolescente apenas entrar a la habitación, llevaba una fuente que contenía agua tibia, que posteriormente dejo sobre una mesita de noche ubicada a un lado de la cama- ¿Cómo te sientes?

- Bien- Contestó Sock, tratando de sentarse, pero un fuerte mareo le invadió.

Jonathan alcanzó a atraparlo en el aire,  antes de que cayera de lado.

- Tranquilo- Dijo y lo volvió a recostar- No te esfuerces.

El demonio aceptó sin protestar, se sentía débil, enfermo, de alguna extraña forma tan vulnerable como un humano.

- Después de que te desmayaste te traje a casa- Comentó el rubio, cambiando la compresa de su cabeza, remojando y estrujando el paño, para luego devolverla a su lugar- Te puse unas compresas, estabas tan caliente que pensé... bueno... mejor dejémoslo en que me preocupe un poco.

- Gracias- Sock sonrió con calidez, Jonathan se preocupaba por su bienestar.

- De nada- Contestó este desviando la mirada y sonrojándose un poco ¿La sonrisa de Sock fue siempre tan hermosa?- No sabía que los demonios podían enfermar- Trató de cambiar el tema.

- Yo tampoco, todo esto es nuevo para mí- Confesó- Quizás sea bueno visitar a mi jefe.

El demonio hizo un ademan de levantarse de nuevo, pero esta vez el ojiazul se lo impidió.

- No iras a ninguna parte en esas condiciones- Le advirtió serio.

- ¡Pero Jonathan!

- Corrijo, yo no te dejare ir a ninguna parte en este estado, menos si pueden verte.

- Soy un demonio Jonathan, no me pueden hacer nada...- Protestó el pelirrojo, pero se calló de inmediato al ver la mirada autoritaria del rubio.

- Bien, ahora duerme un poco, mañana trataremos de buscar una solución para esto.

- ¿Y dónde vas a dormir tu? ¿En el suelo?- Preguntó alarmado, no podía evitar sentirse culpable por quitarle la cama al rubio.

- Tranquilo, tengo una colchoneta y mantas en mi armario, me las arreglare.

- Pero...

- Solo duérmete Sock- Le ordenó.

- Esta bien...- Acató, después de todo se sentía cansado, a diferencias de lo que se cree, los demonios si tienen la necesidad de dormir, después de todo no existe ser en la tierra que no recupere la energía gastada en el día de alguna manera, en este caso, los demonios primerizos aun conservaban esta necesidad básica de reposo.

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Habían pasado unas horas, Sock se encontraba dormitando tranquilamente en la cama de Jonathan, y este último ya se había instalado en el piso de la habitación.

Hace ya tiempo que había terminado el día 31 de octubre, cuya celebración era halloween, dando paso al 1 de noviembre, también conocido como día de los muertos.

Sock despertó cerca de las 3 de la mañana, tiritando, producto del frio que estaba sintiendo. Miro al rubio a su lado durmiendo cómodamente, no quiso despertarlo. Se movió inquieto sobre el colchón tratando de buscar algo de calor.