Capítulo 7

17 2 0
                                    

Al llegar de la Uni, me dispuse a limpiar un poco el departamento, no es que Chris sea un mugroso... pero la limpieza no es su amiga. Eran las 5 p.m. cuando todo tenía un brillo resplandeciente, así que tome mi bolso y salí para el gimnasio. Extrañamente tenía esperanzas de encontrar a Matt y era estúpido.

Llegué y el ambiente estaba tenso. Antonio parecía que iba a desmayarse en cualquier momento y no entendía nada hasta que lo vi. Dos jóvenes moliéndose a golpes en la zona de boxeo pero no precisamente en el ring.

Fui empujando gente hasta llegar al otro extremo, y para mi desgracia Matt estaba matando a golpes a Mike, y eso resolvía un interrogante: definitivamente ellos dos se detestaban por alguna razón.

Traté de separarlos, pero me gane unos cuantos golpes a cambio y no me importaba, aunque Matt estaba ganando Mike lo iba a destrozar; saque mi yo agresiva y le propine un derechazo a cada uno que los deje a medio tambalear. Se miraron confusos y luego me miraron a mí, con mi nariz empezando a sangrar.

-¿Qué carajos les pasa? Antonio esta que casi le da un infarto- les grite a ambos, en el gimnasio reinaba un silencio sepulcral, nadie decía nada y más de uno tenía cara de sorpresa.

-No te metas Athena- me grito Mike tomándome fuertemente de la muñeca- es problema mío y de Matteo.

-A ella no le gritas imbécil- Matt me soltó del agarre de Mike y me tomo por la cintura- Y ni se te ocurra acercarte a ella.

-No podrás protegerla siempre, y cuando te descuides...- dejo la frase en el aire y no porque Matt le haya golpeado, sino más bien fui yo. Era un completo idiota si pensaba que iba a amenazarme. Increíblemente lo noquee. Matt me miro sorprendido pero tenía una sonrisa de victoria en la cara. Tome su brazo y lo guie a mi departamento, aunque él la sacó barata tenía un par de cortes y su nariz sangraba por lo que iba a curar sus heridas.

-No puedes llevarme al departamento, Chris no tiene idea de esto- se paró a mitad de camino.

-Chris se fue a la casa de la estúpida de Ana- rodee los ojos y Matt rio.

-A mí tampoco me cae bien- no dijimos más nada en todo el camino.

Al llegar le puse una gasa con agua oxigenada y fui curando sus heridas una a una, hacia muecas de dolor; pero que se aguantara. No pensaba preguntarle nada, no por ahora. Sabía que estaba enfadado, y a la mínima que lo provocara seguro explotaría. Guarde silencio hasta que termine de curarlo.

-Listo, eso es todo- le sonreí y el solo se me quedo mirando con un rostro inexpresivo. Guarde las cosas en el botiquín del cuarto y lavé mis manos.

-Gracias- su voz sonaba ronca, y algo cansada- Michael es un completo idiota.

-Me di cuenta, aunque creo que termino peor que vos- reí por lo bajo- aunque muero por saber por qué peleaban así.

-Nada-me cortó, y bien iba a quedarme con la duda y no iba a presionar... no por ahora.

Matt se fue, no quería cruzarse a Chris y que le preguntara y no me opuse, yo no quería tener que explicarle a Chris porque Matt estaba conmigo y yo lo curaba, porque no me iba a mandar al frente de que estaba en el gimnasio.

A la hora llego mi hermano; se veía ojeroso y su cabello estaba despeinado aunque tenía cara de haber tomado una siesta. Se fue directo a su habitación mientras que yo decidí preparar la cena; si por Chris fuera viviríamos a una dieta a base de frituras y delivery.

-¿Te ayudo?- me asusté, llevé una mano a mi pecho. Chris estaba detrás de mí.

-Me asustaste, la verdad ya casi termino- me encogí de hombros.

-Me pareció ver a Matt caminando, su ojo estaba de la mierda- me miró y si hay algo que aprendí viviendo con mi madre, es a mentir muy bien.

-Ni idea, no lo veo desde ayer; ¿Qué raro no?- seguí con lo mío.

-Sí, hacía rato no se metía en problemas.

No dijimos más nada, y la duda me carcomía, así que el si había tenido problemas antes y eso despertaba mi curiosidad. Chris me dijo que esta noche había una fiesta en la casa de Ane, una amiga de Chris de la universidad. No tenía muchas ganas de salir pero después de todo había tenido una semana agitada y estresante; no me venía mal un poco de diversión.

Me puse un vestido azul ceñido al cuerpo que resaltaba mis curvas naturales; me puse mascara de pestañas y un delineado negro en el parpado superior. Pinté mis labios de un rojo pasión y deje mi pelo suelto con unas pequeñas ondas. No era aficionada a los zapatos altos así que opte unas sandalias con plataforma. Me veía sexy y me gustaba; hoy iba a divertirme.

Chris estaba en la sala, tenía unos pantalones color azul oscuro y una camisa blanca con pequeños puntos negros y unas zapatillas de lona negra. Se veía realmente bien, nos parecíamos bastante a excepción de nuestro color de ojos, nadie podía negar que él era mi hermano.

-Te ves hermosa- mi hermano me tomo por la cintura y me acompaño al auto; subí del copiloto.

-Chris, ¿Por qué Mary siempre me odio?- sabía que quizá Chris no tuviera idea, pero toda mi vida me pase preguntando eso.

-No creo que te odie At, creo que hay algo en ella que no permite entenderte. No sé qué pasó, papa jamás me lo dijo y aunque el también en cierto punto piensa como mama jamás me quisieron decir que les pasa- su voz se fue apagando- no sabes cuánto deteste toda mi vida el hecho de que te rechazaran.

-No interesa, aunque quisiera saber por qué- una lagrima cayo solitaria por mi rostro y Chris la aparto.

-No le des más vueltas al asunto; vamos a pasarla bien y no pensar demasiado- sonrió y se puso en marcha para conducir.

-Pensé que habías vuelto con Ana- susurré y pensé que él no me escucho

-Es complicado, pero no quiero pensar ya te dije. Hoy estamos libres de problemas- decidí no decir más nada y hacer lo que Chris dijo: disfrutar.


Nota de la Autora:

Gracias por leer! No olviden de dejar sus comentarios (:

Los adoro!!


At & Matt~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora