Sam se quedó cayada por lo que para mí fue una eternidad.
-¡Dime!- le grité para que reaccionara.
-Vi a Mike con Ana, tu hermano estaba en la cafetería a dos calles de la Uni y Ana estaba fuera hablando con Mike como si se conocieran de toda la vida, pero a cada rato miraban a ver si alguien los estaba viendo. Claro yo soy súper genial y me escondí- Sam hablo apresuradamente, y yo simplemente me quedé parada. En cierto punto no me sorprendió del todo.
-Eso quiere decir que Chris no tiene idea de nada- Sam asintió y yo solo me quede en silencio procesando toda la información. Algo tramaban y yo iba a averiguarlo.
Sam se quedó un rato más, vimos películas y luego se fue antes de que Chris volviera a casa, y yo aproveche a salir e ir al gimnasio a entrenar un poco.
Antonio se encontraba en la puerta y me saludo alegremente, me apresuré a entrar y saque mi sudadera quedándome con un top que terminaba debajo de mi busto y mis shorts deportivos. Comencé a golpear el saco como era de costumbre, y me adentre en mis pensamientos dejando libre cada una de las cosas que me molestaban en cada golpe.
Estaba concentrada hasta que un fuerte golpe en la mejilla me sacó de mis casillas. El imbécil de Mike se encontraba con una sonrisa triunfal detrás de mí. Era hombre muerto.
-Golpear de atrás, eso es de cobarde y poco hombre pero que se puede esperar de alguien como vos- le escupí en la cara y le pegué un uppercot1 que lo tomo por sorpresa. Aproveche su confusión y golpee su cabeza seguido de su estómago y finalicé con un derechazo que lo termino dejando en el suelo. Me di cuenta que me sangraba la nariz y eso le iba a salir caro. Era un maldito infeliz.
Voltee y tenía a todo el gimnasio mirando atentamente nuestra "pelea" y supongo que mi mirada decía mucho porque automáticamente todos voltearon a hacer lo que estaban haciendo.
Vi a Matt entrar al gimnasio como de costumbre pero su cara se transformó al ver mi nariz sangrando, e intuitivamente supo quién era el causante: un Mike inconsciente en el piso. Matt se apresuró a venir junto a mí y tomo mi cara entre sus manos examinando el golpe.
-Dios At, eso se va a inflamar- se notaba preocupado aunque no entendía el por qué si al final, yo estaba bien.
-Hola At, ¿todo bien? Si bien y ¿vos Matt? Si yo bien At gracias por preguntar- dije con un notorio sarcasmo. Matt solo sonrió y comenzó a mirar mi rostro, aunque dudaba que tuviera un golpe muy grande.
Me llevó hasta los vestuarios y me colocó una crema des inflamatoria en el rostro y luego con un algodón con alcohol me limpio la poca sangre que quedaba en mi nariz.
-Gracias- le sonreí.
-No es nada, pero ¿Qué paso?- volteo y vio a Mike que aún seguía en el piso aunque ya despierto con cara de querer asesinarme.
-La verdad, no tengo ni idea- me encogí de hombros- estaba golpeando el saco como siempre y me golpeo de atrás.
-Maldito desgraciado- Matt se encamino hacia Mike pero lo tomé del brazo impidiéndole seguir.
-Déjalo, es un idiota y solo busca provocar. Ya es como la tercera vez que lo dejo en el piso- Matt me miro y no pude descifrar bien que quería decir esa mirada.
-Tienes razón, pero esto es mi culpa. Él te molesta porque sabe que tú eres mi amiga y que cualquier cosa que te haga a mi va a fastidiarme- era un buen punto, aunque no entendía por qué a mí ni porque era culpa de Matt que Mike sea un idiota.
-¿Algún día vas a decirme porque te llevas mal con Mike?- aún seguía agarrándolo del brazo y no me había dado cuenta así que aparte mi mano rápidamente, y agache la mirada.
-Algún día- y sin decir más él se alejó así como vino, y comenzó a golpear su saco como de costumbre.
Me cambie mi ropa y salí rumbo al departamento, donde me esperaba la mejor amiga del mundo, Ana. Nótese el sarcasmo. Hoy era uno de esos días en donde a cualquier ser humano que se me cruzara golpearía.
Llegué a los pocos minutos y Ana estaba recostada en el sofá mirando no sé qué mierda de la tele mientras un olor a quemado salía desde la cocina. ¿Enserio Ana había dejado a mi hermano a cargo de la cocina? Se notaba que no lo conocía.
Al entrar a la cocina Chris tenia cara de pánico y salía fuego de una olla, increíblemente había quemado agua. ¡QUEMADO AGUA! Definitivamente era el hombre más inútil en la cocina que alguna vez conocí.
Tomé dos repasadores y saque la olla de ahí y apagué el gas, lo último que faltaba era un incendio en el departamento.
-¿Qué fue lo que paso?- pregunté con la voz más calmada que pude.
-Nada. ¿Qué no ves?- Chris uso un tono de voz sumamente fuerte y eso me asusto, jamás me había hablado así.
-Tranquilo, que yo no te hice nada.
Chris se sentó en una de las sillas de la cocina y puso su cabeza entre sus piernas y soltó un suspiro de frustración.
-At, sabes que te amo ¿no? – me preguntó de repente.
-Claro, eres mi hermano y yo te amo a ti con mi vida- me agache a su altura y le di un beso en la frente.
-Pero yo también amo a Ana y hay amores más fuertes que otros- me miró- At, no te vi como hace seis años y ña verdad aunque te amé no es lo mismo.
-Creo que no estoy entendiendo tu punto.
-Quiero que te vayas.
Así como un balde de agua fría, mi hermano, mi sangre, lo único que me quedaba, me estaba dejando en la calle.
Y así es como lo poco que uno construye se derrumba en solo un segundo. Así es como tuve que tomar mis cosas y salir de ahí. Ahí es cuando realmente me quede sola
1- También conocido como Gancho, es un golpe de boxeo que se da desde abajo hasta arriba golpeando la mandíbula.
Nota de la Autora:
Gracias por leer y no olviden dejar sus votos y comentarios! Saludos desde Argentina (:
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At & Matt~
Teen Fiction"¿Alguna vez desearon acabar con todo? ¿Desaparecer de la faz de la tierra? ¿Alguna vez han querido empezar de cero? Yo si, no veía la hora de alejarme del infierno en el que vivía y poder por fin tener una vida normal, tanto y como pudiera. No teni...