Capítulo 12

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Me desperté sobresaltada y toda sudada, el corazón me latía a mil por hora; extrañamente el sueño parecía real, como si lo hubiera vivido antes y aun así no lograba saber por qué.

Mire la hora en mi celular, eran las 5:30 a.m. y definitivamente ya no iba a poder dormir. Me levante y tome una ducha para relajarme un poco, me puse unos jeans claros con una remera al cuerpo color azul y termine poniéndome mis vans.

Preparé el desayuno con calma, después de todo, hoy había universidad y Chris tenía que levantarse temprano. Así que comencé con mis panqueques mágicos que a él tanto le gustaban.

No pensé mucho en Ana, después de todo no iba a hacer que Chris la echara, nunca escucharon decir: "ten a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca" eso planeaba hacer, tener a Ana como amiga o al menos intento de amiga, después de todo si logro acercarme a ella puedo saber qué es lo que pasa por su retorcida cabeza.

Termine con el desayuno y pareciera que mis pensamientos la invocaron y una Ana toda arreglada se puso enfrente de mí.

-At, no me caes bien en lo más mínimo pero espero que podamos ser amigas- me sonrió falsamente y se sentó con un panqueque en su plato.

-Perfecto- le sonreí de vuelta, después de todo ella me lo puso bastante fácil.

Chris se levantó al poco tiempo y ni siquiera saludo a Ana o a mí que ataco a los panqueques hasta prácticamente ahogarse en ellos.

-Ana, te llevo a la Universidad- él la tomo por los hombros y se fueron, Chris ni siquiera me saludo o dirigió la mirada.

Definición de mi situación actual: una mierda.

No le di más vueltas al asunto, y salí cuando escuche la moto de Matt en la calle.

-Buenos días nena- Matt me sonrió. Me pareció raro su término "nena" así que me reí, aunque la verdad con mis ánimos ni siquiera pareció una risa.

-Buenos días Matt- me monte atrás de su moto, y sin decir más nos fuimos a la Uni.

-Has estado callada todo el viaje- Matt estaciono la moto, y había estado callada por dos razones:

1- No me gustaba que alguien manejara moto más que mí.

2- Christian se había dedicado a ignorarme olímpicamente.

-No interesa- me di media vuelta y me apresure a llegar a mi primera clase: Química Industrial, una basura.

La hora no pasaba más, era eterno y lo único que quería era ir al gimnasio y golpear el saco hasta romperlo. Estaba de un humor de perros y no quería ver a nadie.

El timbre que indicaba que las clases habían finalizado sonó y me apresuré a salir. Entre el apuro choque con alguien haciendo que todas mis cosas cayeron al suelo, y para mi desgracia era Mike, el universo me odiaba de eso no había duda.

-Hola muñeca- me guiño el ojo y eso fue la gota que rebalsó el vaso. Estaba agotada, y no iba a liderar con este imbécil.

-Chau. No quiero hablarte, no tenemos nada que hablar. Vete al diablo- me di vuelta pero él me tomo por el brazo con una fuerza descomunal.

-Tu no vas a ningún lado muñeca- por dios era tan desagradable escuchar cómo me decía muñeca, tenía ganas de vomitar- me has dejado en ridículo dos veces... eso va a salirte caro.-

Mike se acercó peligrosamente a mí, su aliento rozaba el mío y yo no podía moverme, en sus ojos vi furia y cinismo. ¿Qué mierda le pasaba? Me tenía sujeta por los brazos y me había acorralado contra los casilleros. Trate de zafarme pero no podía, él era más fuerte, aunque no por eso más ágil. Le propine un puñetazo en el estómago y otro en la mandíbula y se alejó rápidamente.

-Ni se te ocurra volver a ponerme un dedo encima, no soy apuesta de nadie y menos de un estúpido como vos- Mike echaba humo por los ojos y me fulmino con la mirada, al parecer le cague los planes... ups.

Varios chicos y chicas me observaban con los ojos abiertos, y como no, era el centro de atención. Nadie había golpeado ni contradicho a Mike nunca y yo fui la primera, por dios parecía la preparatoria. Que maduros.

-¿Qué miran todos? Sigan con lo suyo – les grite y todos automáticamente obedecieron, bueno después de todo eso no estaba mal. Ya nadie me molestaría.

Me fui a la cafetería y ahí se encontraba Sam junto a Tim y Nick que me esperaban con una bandeja de comida, amaba a estos chicos, o sea tenían comida para mí. Me senté y todas las miradas venían hacia mí.

-Por favor dime que es cierto que golpeaste a Mike otra vez- Nick dijo sonriendo.

-Vaya los rumores corren rápido... Si, el imbécil intento besarme o lo que fuese que iba a hacer- Sam abrió los ojos como platos, Nick se atraganto con una galletita y Tim se hecho a reír. Matt se acercó y miraba a todos con confusión.

-Vaya, al parecer es cierto lo de Mike- se sentó al lado de Tim.

-No sé qué se cree, si piensa que se la voy a poner fácil está equivocado- Matt sonrió y Sam me miro de reojo alzando las cejas, aunque no entendí que quería decir eso.

Las clases terminaron y me fui directo al departamento. No espere a nadie, simplemente me fui. Sabía que Chris iba a salir con Ana luego de clases así que tenía al menos dos horas para mi sola y quería aprovecharlas para despejar la mente.

Me puse mi ropa deportiva y saque mi saco de boxeo que tenía en mi pieza. Lo colgué en la sala y comencé a golpear hasta que el timbre me distrajo. Maldije a aquel que se atrevió a interrumpir mis golpes.

Al abrir estaba Sam que traía una bolsa con helado y galletas, fue esa la razón por la que la deje entrar... bueno quizá porque era mi amiga.

Se apresuró a entrar y no se sorprendió en ver la bolsa de boxeo ni mi fachada, después de todo Sam sabía que hacia boxeo. Era mi amiga y confiaba en ella, algunas cosas nada más. Se sentó en el sofá, y se apresuró a decir:

-No vas a creer lo que vi hace apenas 5 minutos.

Nota de la Autora:

Gracias por leer! Espero que hayan disfrutado el capitulo tanto como yo al escribirlo. No olviden dejar sus comentarios y sus votos! Gracias :)

At & Matt~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora