Me desperté sobresaltada y toda sudada, el corazón me latía a mil por hora; extrañamente el sueño parecía real, como si lo hubiera vivido antes y aun así no lograba saber por qué.
Mire la hora en mi celular, eran las 5:30 a.m. y definitivamente ya no iba a poder dormir. Me levante y tome una ducha para relajarme un poco, me puse unos jeans claros con una remera al cuerpo color azul y termine poniéndome mis vans.
Preparé el desayuno con calma, después de todo, hoy había universidad y Chris tenía que levantarse temprano. Así que comencé con mis panqueques mágicos que a él tanto le gustaban.
No pensé mucho en Ana, después de todo no iba a hacer que Chris la echara, nunca escucharon decir: "ten a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca" eso planeaba hacer, tener a Ana como amiga o al menos intento de amiga, después de todo si logro acercarme a ella puedo saber qué es lo que pasa por su retorcida cabeza.
Termine con el desayuno y pareciera que mis pensamientos la invocaron y una Ana toda arreglada se puso enfrente de mí.
-At, no me caes bien en lo más mínimo pero espero que podamos ser amigas- me sonrió falsamente y se sentó con un panqueque en su plato.
-Perfecto- le sonreí de vuelta, después de todo ella me lo puso bastante fácil.
Chris se levantó al poco tiempo y ni siquiera saludo a Ana o a mí que ataco a los panqueques hasta prácticamente ahogarse en ellos.
-Ana, te llevo a la Universidad- él la tomo por los hombros y se fueron, Chris ni siquiera me saludo o dirigió la mirada.
Definición de mi situación actual: una mierda.
No le di más vueltas al asunto, y salí cuando escuche la moto de Matt en la calle.
-Buenos días nena- Matt me sonrió. Me pareció raro su término "nena" así que me reí, aunque la verdad con mis ánimos ni siquiera pareció una risa.
-Buenos días Matt- me monte atrás de su moto, y sin decir más nos fuimos a la Uni.
-Has estado callada todo el viaje- Matt estaciono la moto, y había estado callada por dos razones:
1- No me gustaba que alguien manejara moto más que mí.
2- Christian se había dedicado a ignorarme olímpicamente.
-No interesa- me di media vuelta y me apresure a llegar a mi primera clase: Química Industrial, una basura.
La hora no pasaba más, era eterno y lo único que quería era ir al gimnasio y golpear el saco hasta romperlo. Estaba de un humor de perros y no quería ver a nadie.
El timbre que indicaba que las clases habían finalizado sonó y me apresuré a salir. Entre el apuro choque con alguien haciendo que todas mis cosas cayeron al suelo, y para mi desgracia era Mike, el universo me odiaba de eso no había duda.
-Hola muñeca- me guiño el ojo y eso fue la gota que rebalsó el vaso. Estaba agotada, y no iba a liderar con este imbécil.
-Chau. No quiero hablarte, no tenemos nada que hablar. Vete al diablo- me di vuelta pero él me tomo por el brazo con una fuerza descomunal.
-Tu no vas a ningún lado muñeca- por dios era tan desagradable escuchar cómo me decía muñeca, tenía ganas de vomitar- me has dejado en ridículo dos veces... eso va a salirte caro.-
Mike se acercó peligrosamente a mí, su aliento rozaba el mío y yo no podía moverme, en sus ojos vi furia y cinismo. ¿Qué mierda le pasaba? Me tenía sujeta por los brazos y me había acorralado contra los casilleros. Trate de zafarme pero no podía, él era más fuerte, aunque no por eso más ágil. Le propine un puñetazo en el estómago y otro en la mandíbula y se alejó rápidamente.
-Ni se te ocurra volver a ponerme un dedo encima, no soy apuesta de nadie y menos de un estúpido como vos- Mike echaba humo por los ojos y me fulmino con la mirada, al parecer le cague los planes... ups.
Varios chicos y chicas me observaban con los ojos abiertos, y como no, era el centro de atención. Nadie había golpeado ni contradicho a Mike nunca y yo fui la primera, por dios parecía la preparatoria. Que maduros.
-¿Qué miran todos? Sigan con lo suyo – les grite y todos automáticamente obedecieron, bueno después de todo eso no estaba mal. Ya nadie me molestaría.
Me fui a la cafetería y ahí se encontraba Sam junto a Tim y Nick que me esperaban con una bandeja de comida, amaba a estos chicos, o sea tenían comida para mí. Me senté y todas las miradas venían hacia mí.
-Por favor dime que es cierto que golpeaste a Mike otra vez- Nick dijo sonriendo.
-Vaya los rumores corren rápido... Si, el imbécil intento besarme o lo que fuese que iba a hacer- Sam abrió los ojos como platos, Nick se atraganto con una galletita y Tim se hecho a reír. Matt se acercó y miraba a todos con confusión.
-Vaya, al parecer es cierto lo de Mike- se sentó al lado de Tim.
-No sé qué se cree, si piensa que se la voy a poner fácil está equivocado- Matt sonrió y Sam me miro de reojo alzando las cejas, aunque no entendí que quería decir eso.
Las clases terminaron y me fui directo al departamento. No espere a nadie, simplemente me fui. Sabía que Chris iba a salir con Ana luego de clases así que tenía al menos dos horas para mi sola y quería aprovecharlas para despejar la mente.
Me puse mi ropa deportiva y saque mi saco de boxeo que tenía en mi pieza. Lo colgué en la sala y comencé a golpear hasta que el timbre me distrajo. Maldije a aquel que se atrevió a interrumpir mis golpes.
Al abrir estaba Sam que traía una bolsa con helado y galletas, fue esa la razón por la que la deje entrar... bueno quizá porque era mi amiga.
Se apresuró a entrar y no se sorprendió en ver la bolsa de boxeo ni mi fachada, después de todo Sam sabía que hacia boxeo. Era mi amiga y confiaba en ella, algunas cosas nada más. Se sentó en el sofá, y se apresuró a decir:
-No vas a creer lo que vi hace apenas 5 minutos.
Nota de la Autora:
Gracias por leer! Espero que hayan disfrutado el capitulo tanto como yo al escribirlo. No olviden dejar sus comentarios y sus votos! Gracias :)
ESTÁS LEYENDO
At & Matt~
Teen Fiction"¿Alguna vez desearon acabar con todo? ¿Desaparecer de la faz de la tierra? ¿Alguna vez han querido empezar de cero? Yo si, no veía la hora de alejarme del infierno en el que vivía y poder por fin tener una vida normal, tanto y como pudiera. No teni...