Capítulo 5

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Fue una semana un poco aburrida pero agitada, me la pase en el gimnasio entrenando y ya estaba volviendo a entrar en ritmo. Siempre me habían gustados los deportes y el boxeo era uno de ellos, cuando era niña mi padre solía mirar los torneos y competencias por televisión y yo los mira encantada. Obviamente mi madre me desaprobaba, y decía que esas no eran cosas de señorita y toda la cosa.

Cuando me mude con Aless sabía que las cosas no iban a ser fáciles, aunque me hubiera liberado en parte de mi mama, él no tenía una conducta bastante agradable. Empecé a entrenar a los 15 cuando mi mama no podía vigilarme como antes, aunque Aless no me había puesto un dedo encima no confiaba en él.

3 meses antes de que me fuera, llego ebrio y descontrolado; al parecer su padre había donado una gran suma de dinero que Aless quería; me golpeó. Me agarro desprevenida y me quede en shock, hubo varios días en donde me golpeaba y una que otras vez se la devolvía; no era estúpida.

Fueron meses difíciles, pero al fin y al cabo prefería eso que soportar los insultos de mi madre. Y tengo que agradecer que a pesar de todo, logre construir una buena autoestima. El boxeo lograba sacar de mi toda la ira y decepción acumulada.

Era lunes 6 a.m. y ya estaba en la ducha, hoy comenzaba el primer dio de universidad. Nick y Matt iban al mismo edificio, por lo que me pasarían a buscar alrededor de las 7:30. Me puse una remera al cuerpo color azul marino con unos jeans ajustados claros y mis vans. No era por ser egocéntrica, pero tenía un buen busto y un trasero envidiable; ejercitaba a menudo y eso ayudo bastante.

Estaba lista y bajé a desayunar, unas simples tostadas con café. Chris estaba sentado en el sofá mirando unos apuntes, por lo que supuse que tenía examen. A los pocos minutos el auto de Nick estaba en la puerta por lo que Chris se fue con él, y luego llego Tim en su Audi A5 color plateado, me subí en la parte de atrás y salude con la mano a Matt que estaba de copiloto.

Llegamos en menos de 10 minutos, el edificio era grande pero no tanto como el instituto al que solía ir; tenía buena memoria fotográfica y auditiva por lo que no solo me facilitaba estudiar sino también recordar lugares y eso.

-Bienvenida a tu primer día en esta mierda- Tim se rio y me tomo por los hombros, había ojos puestos en mí en todos lados y de algo tenían razón: era la misma porquería que el Secundario.

-Si una chica rubia toda operada y maquillada como puerta te quiere unir a su grupo, dices que no- Matt me miraba serio, era claro que no me conocía, dada la descripción de la chica jamás me juntaría con alguien tan... plástica.

-Seguro, pero por qué-

-Está loca, créeme. Es la típica que no supera su adolescencia y le jode la vida a todos- Tim se encogió de hombros- Salí con ella una vez, tenía ganas de tirarme de un edificio; critica todo-

-Tim, a vos solo se te ocurre salir con alguien así- me reí y Matt me siguió.

Entramos, y una manada de gente iba para todos lados. Las clases estaban por comenzar y para mi suerte Tim compartía la primera clase conmigo: Biología Celular. Amaba esa materia, si lo sé, bastante nerd de mi parte.

El timbré sonó dando inicio a la primer clase, Tim como era de esperar se sentó en el fondo con un grupo de chicos y chicas que si mal no recuerdo estaban en la fiesta del otro día. Opté por sentarme adelante, honestamente no tenía ganas de hablar con nadie y no porque fuera antisocial sino que sentía que nadie acá podía llegar a ser lo que yo esperaba.

La silla al lado mío estaba vacía, y a los pocos minutos una profesora grande de unos 50 años entro por la puerta, tenía unos ojos azules-celestes penetrantes y el cabello grisáceo por la edad. Saludo a la clase y comenzó a explicar un tema, que yo ya sabía.

At & Matt~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora