At & Matt~

Capítulo 10

Nota de la Autora: Lamento mucho la demora, estuve bastante ocupada y no pude actualizar. Estoy poniéndome al día, y escribiendo un poco. Espero que les guste el capitulo y no olviden dejar su comentario y su voto (: 

Muchas gracias!

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Decidí salir un poco, me dirigí hacia el gimnasio a entrenar un poco; eso siempre me ayudaba para despejar mi mente. Lo único que esperaba era no encontrarme al idiota de Mike ni nadie relacionado con él, moría de ganas por saber que era lo que habían apostado y por qué.

Al entrar Antonio estaba anotando un par de cosas en una computadora un tanto antigua, mientras María le ofrecía una taza de café; les sonreí a ambos y me dirigí a los vestuarios; pensé que jamás iba a volver a entrar ya que al ser la única mujer solo había hombres semi-desnudos pero teniendo un hermano mayor y sus amigos para anda santos, ya lo había visto todo.

No levanté la mirada y me dirigí al final de todo en donde nunca había nadie. Me quité la sudadera para quedar con un top que me llegaba por encima del obligo. Deje mi bolso y vendé mis manos. Me dirigí a uno de los sacos y comencé a golpearlo, no estaba molesta pero si irritada, descargué todo en ese saco; algunos me miraban con sorpresa y otros que ya me conocían sonreían orgullosos.

Ya me había acostumbrado a tener la mirada de todos encima así que no le di demasiada importancia y seguí con lo mío. Una mano rodeo mi cintura y tuve que detenerme.

-Pensé que te quedarías con Chris- me miró- te habría dicho de venir juntos.

-Chris se fue de Ana- me encogí de hombros y Matt frunció el ceño.

-No me cae bien esa chica- comenzó a golpear mi saco de manera lenta-

-A mí tampoco, hay algo de esa chica que no me cierra- Matt dejo de golpear y me sonrió.

-Veo que tú también lo notaste- siguió con lo suyo- esta con Chris hace tiempo, la primera vez que la vi supe que había algo raro en ella, aunque jamás supe que era.

Hice lo que él, comencé a dar golpes en el saco seguido de los golpes de Matt, al menos esto había aclarado una cosa: Ana escondía algo y Matt intentaba averiguarlo como yo.

Pasamos el resto del día en el gimnasio, de vez en cuando notaba la mirada de Matt sobre mi e increíblemente no me sentía incomoda con ello. Alrededor de las 8 p.m. decidimos volver, Matt estaba con su moto por lo que se ofreció a llevarme y no dudé en aceptar, claro conduciendo yo.

Necesitaba una moto, extrañaba la de Aless que usaba de vez en cuando, además no quería tener que depender de otros para ir.

-Por dios At, baja la velocidad- Matt se aferraba a mi cintura como la primera vez que viajamos juntos.

-Lo siento, no me doy cuenta- desacelere un poco, y el agarre de Matt se hizo más débil, al llegar al departamento Matt decidió pasar un rato a ver como andaba Chris con respecto a lo de Ana, aunque sabía en el fondo que él quería averiguar algo, al igual que yo.

Ni bien entramos noté cajas en la sala, y cosas que extrañamente no eran nuestras. Por un momento creí haberme equivocado de lugar, pero no; Chris salió de su habitación con Ana colgada del cuello, eso no significaba nada bueno. Matt me miro espantado, aunque por mi cara debió de darse cuenta que estaba peor que él.

-At, a partir de ahora Ana se quedara con nosotros, y dormirá contigo en tu habitación- Chris me miro suplicante, y supuse que no fue su idea. Que fácil se dejaba manipular.

-¿Perdón? Es tu novia Christian, que duerma contigo.- estaba que echaba humo, y era algo lógico, ¿no?

-Ana insistió en dormir contigo, ¿o no cariño?- que alguien me mate ahora.

Ana sonrió cínicamente, y eso no significaba nada bueno; ella podía engañar a Chris pero a mí no. Sabía que algo se traía entre manos, y no iba a dudar en averiguarlo.

-At, lamento como te trate pero dado a que sos la hermana de mi Christy necesitamos generar un vínculo, ¿o no cuñi? – ¿Christy? ¿Cuñi? ¿Estaba drogada? Estaba en un intento por contener la risa, pero Matt no pudo con ello y soltó una carcajada haciéndome reír a mí con él.

-No sé qué es tan gracioso At- Chris me miraba más serio de lo normal. Bien esto iba a ser difícil.

-Nada Chris, nada. Bueno "cuñi" espero que no te moleste mi presencia ni la de alguno de los chicos que pueda traer, ya sabes- le guiñe un ojo, si piensa que se la voy a poner fácil está muy equivocada.

-Para nada, sabía que eras algo zorra podía esperarme eso- se miró las uñas y mi instinto asesino floreció pero no pude acercarme a ella porque Matt me tenía rodeado de la cintura impidiéndome abrazar.

-¡Ya basta las dos!- Chris grito, sobresaltándome- compórtense como personas adultas.

-Claro, hermanito, por supuesto- sonreí falsamente y entre a mi habitación cerrando de un portazo.

Santa mierda, no podía creer lo que veía. Las fotos mías con Chris de niños estaban tiradas en un rincón del piso y algunas hasta rotas, mi ropa estaba tirada en el suelo y en el closet estaba la ropa de Ana perfectamente ordenada, hasta había un pilón más sobre la cama. Mis libros estaban esparcidos por la cama y en mi librero solo había revistas de moda y maquillaje.

Salí hecha una furia, golpee con mi hombro el de Chris, lo mire con mi peor cara y me fui de ahí, no me importaba la hora ni mucho menos si el venía detrás de mí o no. Esa mujer estaba loca, y había manipulado a mi hermano llevándolo con su locura.

Ana era mujer muerta.

Caminé por un par de calles hasta dar en un parque poco iluminado rodeado de árboles espesos y pequeños bares de billar. Me senté en una banca y respire hondo. Mi vida comenzaba a ser una mierda de nuevo, y ni siquiera sabía por qué. Había dudas e interrogantes, cosas que tenía que averiguar, y aun así estaba estancada. No reconocía a mi hermano, lo único que me quedaba y me suplanto por una chica a la cual le faltan caramelos en el frasco.

Coloque mi cabeza entre los brazos, y una lagrima solitaria cayo por mi rostro; estaba frustrada y bastante. Quería desaparecer, realmente quería hacerlo, pero no era lo mejor, jamás es la mejor opción. Debía enfrentarme a ella, enfrentarme a Mike para saber cuál era su problema conmigo y Matt, enfrentarme a Chris y decirle lo que sentía. Debía enfrentarme a mí misma.