Prólogo

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Somme- Francia, octubre 29 de 1916.

Los heridos siguen llegando al pequeño hospital de sangre que no estaba a más de tres kilómetros del frente, y donde no se pueden encontrar más que seis enfermeras y un médico cirujano.

— ¡Jane! ¡Jane! — El llamado a ese nombre seguía retumbando en toda la sala acompañado con los gritos ahogados de los moribundos. La jóven no podía atender al médico, continuaba vendando un par de heridos de metralla que acababan de entrar.

Algunos minutos después, cuando le fue posible acudir al lugar en el que se encontraba el médico, era demasiado tarde; aquel soldado ya estaba desangrado.

«Aquí en la guerra no se puede dudar ni un segundo, eso tarda la vida en irse» Pensó la chica recordando lo que tantas veces había leído en sus libros de historia. Una cosa era leerlo o verlo en películas y fotografías, pero otra muy distinta era vivirla en carne propia, no todos podían decir que, vivieron esos instantes junto a "la generación perdida" sin ser parte de ella.

Ésta no es tu Guerra. [Primera guerra mundial]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora