Sin tiempo, entre la espada y la pared tuvo que decidir. Jane, que parece una simple enfermera inexperta va más allá, toma los escasos utensilios médicos, y, sometiendo a una prueba de muerte sus habilidades en la medicina logró salvar la vida de Edward.-Muy bien, Edward, no puedes preguntar por qué, solo recuerda que no puedes decirle a nadie lo que acabo de hacer - Le declara la joven enfermera con sus dedos recién manchados de sangre.
-¿Es tan malo lo que acabas de hacer? - Pregunta el joven debilitado por el dolor, desobedeciendo lo que le había pedido Jane. Ella lo mira preocupada, pero se tranquiliza al encontrar confianza en esos ojos azules. -Tranquila, estoy seguro de que no has hecho nada peor de lo que yo he hecho en ese infierno. - Termina diciendo él antes de cerrar sus ojos para descansar.
Unas horas después el Médico se permite revisar al soldado, Jane efectivamente había hecho un trabajo excepcional.
-Tiene heridas menores en el cuerpo, me preocuparía por se herida en el abdomen, pero ya ha sido operada ágilmente. - Dice el Médico a Edward.
-Fue una herida de hace varios días, fue operada por un médico de la ciudad. - Miente el jóven para cubrir a Jane.
-No se preocupe, se mejorará en unos días. - Le dice finalmente mientras firma algunos documentos. -Por ahora la enfermera se encargará de limpiar las heridas.
Jane hizo la tarea tal y como se lo habían enseñado hace tan solo una semana en su preparación.
-Estoy en desventaja, tu sabes mi nombre, pero yo no sé el tuyo.
-Me llamo Jane, Jane Orwell - Dice ella limpiandole el pálido rostro, encontrándose con eso hermosos ojos azules que hasta ahora habían estado casi ocultos bajo las expresiones de dolor y la suciedad del campo de batalla.
Una vez que acabó de limpiar todas las heridas Jane fue llamada para asistir a otro herido al cual le acababa de ser amputado un brazo.
-Espera, Jane- La detuvo Edward. -Cuando te dije que no eras un ángel... Estaba equivocado. - Confiesa con una sonrisa, lo veía sonreír por primera vez.
Ella no responde, ya desde el principio había sido un error salvarle la vida a aquel hombre, no podía llevar el problema más allá, no se podía permitir hablar con Edward, porque terminaría conociéndolo mejor, acabaría queriéndolo y eso le estaba prohibido; tenía un tiempo limitado en ese lugar. Además, sabía que en ese tiempo nada terminaba bien: Los hijos perdían a sus padres, las madres a sus hijos, las abuelas a sus nietos, las hermanas a sus hermanos, y las mujeres a sus amados.
El otro herido al que atiende esa misma noche está terriblemente mal, sigue luchando por sobrevivir, quiere hacerlo por su esposa e hijos, como él mismo le había confesado a Jane. Pero en ese momento la muerte es más fuerte que cualquier cosa a la que una personas pueda aferrarse, toda batalla contra la sombra de la desolación está perdida.
-Ayúdame a escribir una carta para mi familia. - Le pide aquel hombre a Jane unos minutos antes de morir. - Escribe que lo intenté, pero que la guerra me ganó esta vez, empiezo a pensar que nos está ganando a todos. Llegué a la conclusión de que no importa quien gane, todos somos perdedores: Perdimos tiempos valiosos de la vida, perdimos hombres virtuosos, paisajes hermosos... - Esas fueron las palabras que más impactaron a Jane en todo el tiempo que estuvo en esa distante época, la marcaron de por vida.
Esa noche no puede dormir, ¿Quién podría?
Había salvado una vida, pero había perdido otra, por alguna razón se sentía culpable por eso, pero no lo era. Ella no disparó la bala que ese hombre tenía en el pecho. No, el que disparó el fusil tampoco era el culpable, ese hombre que le pidió escribir la carta y todos los demás caídos eran víctimas de mentes retorcidas y crueles, esos a los que llaman líderes.
De eso se trata: De salvar unas vidas, y perder otras. Pero eso no es lo peor, el problema más grave es que se pierden más vidas de las que se salvan.
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Ésta no es tu Guerra. [Primera guerra mundial]
Historical FictionPrimera guerra mundial, un tema que Jane Orwell conoce a la perfección: Fechas, nombres importantes, lugares, batallas, cifras de muertos y heridos, armas usadas, uniformes portados... Está dispuesta a aprender de la historia. Esta jóven se embar...