—¿Como que no puedo tener novio? Yo hago lo que quiero —dijo Amaia contradiciendo a su primo.
—No Amaia, yo te estoy diciendo... No, yo te estoy ordenando a que acabes de una vez con esa relación
—No lo haré. Yo lo amo...
—Tu no amas a nadie, ¿si? Sólo me amas a mi
—Estás loco. Te pido que te fijes en otra chica y me dejes en paz
—¿Por qué estás así conmigo?
—¿Como así? Aitor esto que ocurre entre nosotros no puede llegar más lejos. Alguien podría descubrir lo que ocurre entre los dos
—No me importa, que se entere todo el mundo
—Aitor, tu ya eres mayor de edad. Tienes 19 años, y yo apenas tengo 15 años
—Para el amor no hay edad
—No Aitor, ya te he dicho que tengo...
—¡No! ¡Tu no tienes nada! ¿Te quedó claro? —dijo Aitor sin dejar acabar a su prima.
Aitor dio por acabada la discusión y se retiró con una cara muy enfadada.
Amaia se quedó bastante confusa.«¿Por qué rayos no puedo tener novio?» pensaba Amaia.
La verdad, es que Amaia no tenía ningún novio. Lo único que quería es que Aitor deje ese tema intacto. Pero Amaia no se espero su reacción, y mucho menos su actitud contra ella.
—Ya ha oscurecido. Será mejor que ya me ponga el pijama —se dijo Amaia a sí misma.
Cuando Amaia se acercó hacia su maleta donde se encontraba toda su ropa, de repente se apagaron las luces de la calle. Lo que hizo que Amaia se encontrara en una oscuridad profunda. Ella intentó encender la luz de su habitación, pero no respondía.
Amaia miraba a todas partes, y encontró la luz que reflejaba la puerta que conducía hacia su habitación.
Ella fue con cuidado para no hacerse daño con nada, y al fin pudo abrir la puerta.—Amaia, ¿que pasa? —preguntó Dick algo preocupado.
—Se han apagado las luces de la calle, y no puedo encender las luces de mi habitación
—Seguro se ha quemado el foco. Pero, ¿tu maleta?
—Está arriba, y ahí está mi pijama
—Te lo traeré, y ya veremos donde duermes
—Pero puedo dormir en mi habitación
—No, quizá en la noche quieras ir al baño y al levantarte te puedes hacer daño
—Tienes razón...
—Ahora vuelvo
Amaia le sonrió cálidamente. En eso vio la habitación de Dick con la luz encendida. Ella decidió acercarse.
«Que ordenado está todo» pensó Amaia con una sonrisa.
De repente, el móvil de Dick sonó. Le habían enviado un mensaje.
Tobias: «Vives enamorado amigo»
«¿Quien es la chica?»«¿Mi primo enamorado? Que intriga por dios... Quien será»
—Amaia, he dejado tu maleta en el pasillo... ¿Que haces traviesa? —dijo él sonriendo burlón.
—Nada...
—Que cotilla eres, has leído mis mensajes
—No... Bueno si —dijo ella avergonzada —¿Quien es ella primito?
—Que... ¿Ella? —dijo él nervioso.
—Si, ella, la que te pone así de nervioso
—No nadie, mi amigo es así
—Dick, ya no tengo 5 años
—Esta bien, ya no puedo mentirte
—Eso quiere decir...
—Quiere decir que me gusta una chica
—¿Estás enamorado?
—No, sólo es un gusto. Enamorado es que sienta amor por ella, pero sólo es un gusto. Enamorarse y gusto, son cosas muy diferentes
—Me gusta tu forma de pensar
—A mi me gusta todo de ti, hasta lo que acabas de hacer
—¿Que acaba de hacer Amaia? —preguntó inesperadamente Aitor.
—No es problema tuyo... Amaia ¿donde vas a dormir esta noche?
—No lo sé...
—¿Quieres dormir conmigo? —preguntó con una gran sonrisa Dick.
—No sé, si no te importa
—También puedes dormir conmigo —interrumpió Aitor.
—No, ella dormirá conmigo —dijo Dick serio.
—Pero tu mañana tienes que trabajar y te levantarás temprano... ¿Enserio quieres despertar a Amaia?
—No... Bueno, esta bien. Amaia, si no te importa, tendrás que dormir con Aitor
Amaia estaba algo nerviosa. Ella prefería dormir con su primo Dick que con Aitor.
—Vamos —dijo Aitor cogiendo la maleta de Amaia.
Amaia siguió a Aitor hasta su habitación. Al llegar, Aitor colocó su maleta al lado de su cama.
—Me voy a cambiar —dijo Amaia retirándose para llegar hasta el baño.
Aitor la detuvo al cogerla del brazo.
—Puedes cambiarte aquí —dijo Aitor sonriendo.
Amaia retiró el brazo de Aitor bruscamente y siguió con su camino.
«¿Por qué es así de borde? Quizá esté en sus días...» pensó Aitor.
Amaia se cambió rápidamente y volvió a la habitación de Aitor.
—¿Por qué estás así? —preguntó él frustrado.
—¿Podemos dormir ya?
—Si... Claro
Amaia se acostó dando la espalda a Aitor. Él hizo lo mismo, ya que se vio obligado a hacerlo.
—Lo siento —dijo Amaia de un susurro.
Las luces estaban apagadas. Aitor se giró y abrazó a Amaia por detrás.
—No pasa nada —le susurró él al oído.
Amaia se giró, y esta vez ella le dio el "gran" beso a Aitor. Los dos extrañaron eso.
—Amaia, haz mis sueños realidad
— — — — —
Holaa
Perdonen por no haber subido capítulo. Pero ya está hecho, y espero que os haya gustado. Si es así, votad ★.
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¡Kiss Me! ©
Romance«¿Entre primos puede existir el amor verdadero?» Todos los derechos reservados ©