3er día (Mañana)

92 11 5
                                        

El sol brillaba como nunca. No había brisa que arruinara el insoportable calor que hacía en esos momentos.

—Aitor, tengo calor —dijo Amaia entre sueños.

—Desnudate —dijo él burlón.

—No seas idiota —dijo ella dándole la espalda.

Aitor se levantó dejando las sábanas por los suelos. Se miró al espejo y se frotó la cara.
Amaia se giró y lo miraba casi con los ojos abiertos.

—Eres hermosa hasta cuando te levantas —dijo Aitor evitando el silencio incómodo que había entre los dos.

Amaia parecía de mal humor. Sólo lo miró de reojo y lo ignoró.
Aitor no sabía que era lo que le sucedía. Él siguió con lo que hacía.

—Sabes... Tengo facebook —dijo Amaia seria.

—¿Y que pasa? —dijo Aitor poniéndose la camisa.

—He visto que tienes una relación con una tal "Jazmín"

—¿Cuando has visto eso?

—En la noche no tuve mucho sueño, y decidí coger mi móvil

—Pero no es una relación, sólo fue un reto

Parecía que Aitor no se lo tomaba enserio. Él pensaba que sólo era una pataleta nueva que hacía Amaia... Pero no fue así. Amaia se puso demasiado celosa.

—Bueno. Cuando algo es un reto no importa ¿no? —dijo Amaia desafiante.

—Supongo que no

Amaia terminó la discusión con una sonrisa atrevida. Algo tramaba ella.

Cambiando totalmente de tema. Dick no fue a trabajar ese día. Amaia y Aitor no lo sabían.
Él estaba en la cocina desayunando, muy pensativo.

Amaia se asomó por la puerta de la cocina, y al instante que lo vio, se sorprendió y se preocupó.

—Dick... ¿Qué pasa? ¿Por qué no has ido a trabajar?

—Amaia. Hoy no tuve ganas de ir —dijo Dick con la cabeza gacha.

—Pero, ¿y si te despiden?

—Hay mejores trabajos, te lo aseguro.

—Pero no son fáciles de conseguirlos.

—Bueno, ya tendré tiempo para arrepentirme. ¿Vas a desayunar?

—No, aún no. Quiero saber porque tu sonrisa no está donde debe estar.

—Amaia... Amar me hace sentirme mal.

—¿Por qué dices eso?

—Como te decía ayer, me he enamorado de una chica.

—¿Quien es esa chica?

—No te asustes, pero esa chica...

—¿Ya están desayunando? —interrumpió Aitor.

Dick enseguida, dejó de hablar. Apartó la mirada y se levantó, con su última palabra "Permiso".

Amaia estaba más que nunca preocupada por él. Ella jamás lo había visto así.

—Aitor, ¿puedes dejar de interrumpir cuando estoy hablando con Dick?

—Tan interesante era...

—Sólo te pido que dejes de interrumpir nuestras conversaciones.

—¿Te importa más lo que te dice él?

—No estoy para discutir tan temprano, mejor vete por donde has venido.

¡Kiss Me! ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora