Como este capítulo me ha quedado un poco largo os recomiendo que os cojáis unas palomitas o algo. Después de tanto tiempo POR FIN hay yaoi, lo prometido es deuda, así que disfrutad.
Los rayos de sol que se colaban por la ventana danzaban sobre mi cara. Gruño y me doy media vuelta, así está mejor. Se está tan bien en la cama... Un pájaro se posa en el alfeizar de la ventana abierta y se pone a cantar. Ahora sí, me levanto y lo hecho dando golpes al aire.
- ¡Largo de aquí, bicho!, ¿no ves que intento dormir?- el ave huye de mis gritos. Normal, no soy una persona que se levante con buen humor, o que tenga un buen humor en general.
Cierro la ventana y me desperezo. Ya que me he levantado que sea para hacer algo útil. Me cambió la ropa con la que duermo por algo menos sudado y me peino un poco frente al espejo. Salgo al pasillo y pico a la puerta de Elizabeta. Tengo hambre y paso de ir a desayunar solo. Dentro de la habitación encuentro un montón de sábanas revueltas sobre la cama y un bulto enorme.
- ¿Eli?- un gruñido procedente de la cama me contesta. Me acerco y retiro las sábanas, dejando ver a la húngara con unas ojeras impresionantes y el pelo como si unos pájaros hubiesen decido construir su nido en él.
- Wow.- Es lo único que consigue salir de mi boca.
- Ughhg, ¿qué quieres?- la chica se incorpora. De cerca está incluso peor, ya no queda nada de la hermosa joven con la que cené ayer.
- ¿Bajas a desayunar?- me pregunto mentalmente si me vale la pena pedírselo, tiene pinta de que podría matarme solo por levantarla. Y yo que pensaba que yo no era una persona mañanera.
- Dame cinco minutos.- Responde bostezando.
Salgo de la habitación y me apoyo en la pared. Mi mirada se pasea entre bonitos cuadros y detalles en la alfombra que recubre todo el pasillo. Me estiro un poco y en una de estas sale la chica de su cuarto. Está perfectamente peinada y vestida. Me deja con la boca abierta.
- ¿Cómo lo has hecho?
- ¿El qué?- la pregunta la ha pillado por sorpresa.
- Eso, parecía que estabas para el arrastre y en dos minutos has salido genial. Dime tu secreto, ¿es brujería?- le susurro al oído, de forma confidencial. Ella se limita a reírse y empieza a bajar las escaleras. La sigo, decidido a descubrir su truco, pero ahora el desayuno me corre más prisa.
En el salón de ayer la gran mesa está llena de platos y cubertería de plata, con servilletas de un blanco impecable al lado de cada plato. Me siento de cara a la morena y me sirvo tostadas con aceite.
- ¿Qué piensas de la fiesta?-pregunta mi compañera mientras revuelve un vaso de leche distraídamente.
- ¿Umm?- levanto la cabeza con la boca llena de tostadas.
- Ya sabes, ¿estás nervioso por conocer nobles?, ¿te gusta la idea de hacer un baile en nuestro honor?, esas cosas.
Trago lo que me quedaba de pan en la boca- Bueno, la verdad solo estoy un poco nervioso, pero quizás no baje o me vaya pronto. Mi cama me estará esperando.
Eli me da un golpe amistoso en el hombro. -¡Qué imbécil eres!
- Puede, pero te hago gracia así.
- Touché.
Después de beber un vaso de leche me despido de mi amiga. Quiero ir a visitar los jardines, solo los vi de lejos al llegar al palacio y me apetece darme una vuelta por ellos. Con el poco sentido de orientación que tengo consigo encontrar (milagrosamente) la puerta principal y salir al exterior. Muy bien, ¿y ahora por dónde se van a los jardines? A ver, si el sol sale por el este entonces mi destino está... ni idea. Doy vueltas sobre mí mismo, por si lo descubro por ciencia infusa cuando unna voz me llama.
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Bendito cuchillo (Spamano)
FanfictionLovino Vargas es el castrato más importante del siglo. Ha actuado delante de reyes, nobles, teatros llenos y a todos ha conmovido. A su temprana edad, Lovino es objeto de deseo tanto por hombres como de mujeres, pero él no está interesado en ellos...