Capítulo 6

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Como este capítulo me ha quedado un poco largo os recomiendo que os cojáis unas palomitas o algo. Después de tanto tiempo POR FIN hay yaoi, lo prometido es deuda, así que disfrutad.

Los rayos de sol que se colaban por la ventana danzaban sobre mi cara. Gruño y me doy media vuelta, así está mejor. Se está tan bien en la cama... Un pájaro se posa en el alfeizar de la ventana abierta y se pone a cantar. Ahora sí, me levanto y lo hecho dando golpes al aire.

- ¡Largo de aquí, bicho!, ¿no ves que intento dormir?- el ave huye de mis gritos. Normal, no soy una persona que se levante con buen humor, o que tenga un buen humor en general.

Cierro la ventana y me desperezo. Ya que me he levantado que sea para hacer algo útil. Me cambió la ropa con la que duermo por algo menos sudado y me peino un poco frente al espejo. Salgo al pasillo y pico a la puerta de Elizabeta. Tengo hambre y paso de ir a desayunar solo. Dentro de la habitación encuentro un montón de sábanas revueltas sobre la cama y un bulto enorme.

- ¿Eli?- un gruñido procedente de la cama me contesta. Me acerco y retiro las sábanas, dejando ver a la húngara con unas ojeras impresionantes y el pelo como si unos pájaros hubiesen decido construir su nido en él.

- Wow.- Es lo único que consigue salir de mi boca.

- Ughhg, ¿qué quieres?- la chica se incorpora. De cerca está incluso peor, ya no queda nada de la hermosa joven con la que cené ayer.

- ¿Bajas a desayunar?- me pregunto mentalmente si me vale la pena pedírselo, tiene pinta de que podría matarme solo por levantarla. Y yo que pensaba que yo no era una persona mañanera.

- Dame cinco minutos.- Responde bostezando.

Salgo de la habitación y me apoyo en la pared. Mi mirada se pasea entre bonitos cuadros y detalles en la alfombra que recubre todo el pasillo. Me estiro un poco y en una de estas sale la chica de su cuarto. Está perfectamente peinada y vestida. Me deja con la boca abierta.

- ¿Cómo lo has hecho?

- ¿El qué?- la pregunta la ha pillado por sorpresa.

- Eso, parecía que estabas para el arrastre y en dos minutos has salido genial. Dime tu secreto, ¿es brujería?- le susurro al oído, de forma confidencial. Ella se limita a reírse y empieza a bajar las escaleras. La sigo, decidido a descubrir su truco, pero ahora el desayuno me corre más prisa.

En el salón de ayer la gran mesa está llena de platos y cubertería de plata, con servilletas de un blanco impecable al lado de cada plato. Me siento de cara a la morena y me sirvo tostadas con aceite.

- ¿Qué piensas de la fiesta?-pregunta mi compañera mientras revuelve un vaso de leche distraídamente.

- ¿Umm?- levanto la cabeza con la boca llena de tostadas.

- Ya sabes, ¿estás nervioso por conocer nobles?, ¿te gusta la idea de hacer un baile en nuestro honor?, esas cosas.

Trago lo que me quedaba de pan en la boca- Bueno, la verdad solo estoy un poco nervioso, pero quizás no baje o me vaya pronto. Mi cama me estará esperando.

Eli me da un golpe amistoso en el hombro. -¡Qué imbécil eres!

- Puede, pero te hago gracia así.

- Touché.

Después de beber un vaso de leche me despido de mi amiga. Quiero ir a visitar los jardines, solo los vi de lejos al llegar al palacio y me apetece darme una vuelta por ellos. Con el poco sentido de orientación que tengo consigo encontrar (milagrosamente) la puerta principal y salir al exterior. Muy bien, ¿y ahora por dónde se van a los jardines? A ver, si el sol sale por el este entonces mi destino está... ni idea. Doy vueltas sobre mí mismo, por si lo descubro por ciencia infusa cuando unna voz me llama.

Bendito cuchillo (Spamano)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora