Caminamos todos hacia la sala principal. Era enorme ese lugar, tenía paredes de metal y era un lugar muy futuristico las puertas no se abrían como las de una casa común, sino que se abrían hacia arriba, era como las de un súper mercado pero más grande.
-Muy bien todos tranquilos y pongan atención- dijo un hombre en un balcón del segundo piso - soy el director de este refugio, no necesitan saber mi nombre llámenme así, Director-
Aquel hombre no me caía bien, pero tenía que soportarlo.
-Yo seré el que dirige este lugar, las reglas las pongo yo, las siguen ustedes así de sencillo- dijo el director con cara de amargado
Tomó una hora en explicar todo, eran las típicas reglas comunes, tratar bien a los demás, no robar, etc. Pero si rompes una de las reglas mayores serás expulsado del refugio aunque hubieran dicho que la gran puerta principal no se volvería a abrir jamás.
Esa noche no pude dormir, la historia de la humanidad a sido cambiada para siempre y yo fui testigo de ese suceso que cambiara todo. Me imaginaba las personas muriendo enfermas por la radiación, siendo mutadas lentamente...niños, jóvenes y adultos muriendo de la peor manera por algo que no sabían.
A la mañana siguiente me desperté temprano y me quedé viendo el metálico techo de nuestra habitación.
-Despierten todos, Residentes del refugio un rico desayuno los espera- dijo una voz por un altavoz en la pared.
-Vamos familia- dijo mi madre, al parecer era la única que estaba feliz.
Recorriendo los pasillos pensaba en la gran suerte que teníamos de estar allí. ¿Inscribirse en el refugio y que él mismo día caigan las bombas? Esa suerte no se le da a cualquiera.
-Muy bien todos, esta es la cafetería- dijo la misma mujer que nos dio la bienvenida.
Tengo que decir que estaba impresionado. El lugar era enorme y bastante bonito. Tenía muchas mesas, estaba decorado, había máquina de música e incluso una barra.
Pasen por la barra para recoger sus alimentos, luego los niños pueden pasar a la escuela. ¿¡Escuela?! ¿Se acaba el mundo y aún así existe ese infierno? Oh dios...
Al recoger los alimentos nos sentamos con una familia muy amigable.
-Pueden sentarse aquí si desean- dijo una niña al lado de sus dos padres. Era un poco mayor que yo, pelo rojo y de ojos azules. Pero para ese tiempo no me interesaba nada que no sean los vídeo juegos y comer.
-Claro niñita- dijo mi madre con una sonrisa en la cara.
Fue algo incómodo. Los padres de la niña hablaban con los míos, pero esa niña no me sacaba los ojos de encima. Tenía esta única sonrisa que solo un psicopata puede tener y sentía que sus ojos observaban mi alma.
Al terminar me iba a poner de pie para ir a la escuela. En ese instante la niña me grita.
-¡Vamos Ryan!- me dijo mientras me agarraba la mano y corría al salón de clases.
No entendía nada como era posible que estuviera tan feliz...
Al llegar el maestro nos dio la bienvenida. Era un señor muy amigable.
-Hola todos y bienvenidos al salón de clases, ustedes son el futuro, son los únicos jóvenes que tenemos, serán los que pronto se encargarán de repoblar el refugio para las siguientes generaciones- dijo el buen maestro.
-¿Los únicos jóvenes? Pero si solo somos 22 en este salón ¿no hay más jóvenes?- le pregunte a la niña que conocí antes.
-No, es que la mayoría de la población no podía permitirse una entrada al refugio- me dijo la misma.
-Hoy lo que harán es socializar con los demás jóvenes para hacer amigos. Mañana comenzaremos la clase que estará preparándolos para coger la Prueba de Iniciación Laboral o conocido por sus siglas P.I.L- dijo el maestro -Soy el profesor Kyle y ahora todos a socializar-
Todos se pararon y comenzaron a hablar...excepto yo. Solo me quedé sentado observando a todos.
-Bueno llevamos más de una hora juntos y aún no te digo mi nombre- dijo la niña y era verdad...-Me llamo Zara-
-Mucho gusto Zara- dije un poco tímido.
Al terminar clases pasamos por la cena. Esa noche había mi comida favorita, spaghetti, no sé por qué pero me encantaba. Zara me obligó a sentarme solo en una mesa con ella.
-Ejem ¿pero y mis padres?- le pregunte intentado salvarme.
-No te preocupes ya nos dieron permiso-dijo Zara...oh dios.
Pero todo fue mejor de lo esperado, en esa ocacion la conocí mejor y me callo súper. Hablamos de todo, descubrí que también le gustaban los vídeo juegos y demás. Me intrigó mucho hablar con ella.
Ya era de noche y todos partimos hacia nuestras habitaciones. Me quedé mirando el techo por unas horas cuando era tiempo de dormir. Aún así pensaba en todo lo que está pasando allá arriba, un infierno, muertes por todos lados, hambre, enfermedad. Debe ser una pesadilla.
Mientras me tendré que acostumbrar, tendré que pasar el resto de mis días bajo tierra sin siquiera ver sol. Esperemos que todo salga bien...
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Mundo Radioactivo
Science FictionRyan Bowman, tiene que sobrevivir en un mundo post-apocalíptico. Ya hace mas de cien años que cayeron las bombas nucleares, el mundo está muerto pero las criaturas mutantes no. Será una historia llena de aventuras, no será fácil sobrevivir en un lug...