La Injusticia

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8 años después...

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Han pasado 8 años... 8 años desde que se acabo el mundo y todavía sigo bajo tierra. No puedo quejarme, estos años no me han ido tan mal. Empece a ir al gimnasio, mis calificaciones son excelentes y todo muy bien. Ya no pienso tanto en el exterior, sé que deben estar pasando un infierno, aunque no creo que quede alguien vivo halla afuera y si lo hay debe estar mutado. Ahora me pregunto ¿Cómo se verá el exterior? Debe estar en ruinas y sin vida...

Hoy es el gran día, tomaré la P.I.L y depende de mis resultados escogerán mi nuevo trabajo, veamos cómo va.

Camine hacia la habitación de Zara y sus padres. Siempre antes de la escuela pasaba por ella.

-Hey, ¿lista para decidir nuestro futuro?- le dije entusiasmado.

-Claro Ryan- me dijo Zara sonriéndome.

Partimos hacia el salón de clases. Pero justo antes de pasar el pasillo que llevaba al salón.

-Hola Ryan ¿Tienes cupones de comida para mí hoy?- dijo una voz.

-Mark...- dije mientras me volteaba.

Mark era un idiota, siempre me molestaba. Verán, todos aquí tenemos tres comidas obligatorias, pero si quieres una merienda o comida extra tienes que pagarla con cupones de comida extra los cuales se ganaban tus padres trabajando.

-Si tengo Mark, pero no son para ti- le dije enojado.

Me empujó hacia la pared súper fuerte agarrandome del cuello.

-¡Ya déjalo!- gritó Zara.

-Cállate estupida- le dijo Mark -Escucha imbecil me los vas a dar si no quieres salir con algunos huesos rotos de aquí.-

Tenía miedo, no de Mark, por mis cupones ese día traía muchos y si me los quitaba sería una desgracia.

Así que lo golpee lo más fuerte que pude. Calló en el suelo rendido. Al intentar levantarse me da una patada en el estomago, la cual me dejo asfixiado.

-¿Eso es lo que quieres?- dijo Mark sacando una pequeña navaja de su chaqueta.

Nos miramos fijamente por unos segundos. Me intento apuñalar pero falló. Zara le dio un golpe por la espalda haciendo que se le callera la navaja. La recoji del suelo y lo mire.

-¡Eres un idiota!- me dijo mientras se me lanzaba encima, pero al agarrarme lo sentí algo débil.

...Lo había apuñalado.

-Oh dios ¿Qué hemos hecho?- dijo Zara mientras se le escapaban unas lágrimas.

-Ustedes deténganse- dijo un guardia de seguridad.

Me deje esposar, estaba tan asustado de lo que hize que quede atónito.

Nos llevaron a la sala de Director. Se nos quedo mirando con cara de enojado. Estuvimos una hora explicándole todo, pero él se negaba a creernos.

-Muy bien jóvenes ustedes deciden... pueden ser libres ya que los expulsaremos del refugio con sus familias o podemos llevarlos a su castigo...- dijo Director.

Era obvio que el castigo.

-¿Cuál es el castigo?- pregunté

-oh es muy parecido a una carcel, la única diferencia es que en lugar de encerrarlos en una celda los pondremos en unos tubos con líquido por algunos años y luego los sacamos, así de fácil- dijo el Director como si nada estuviese pasando.

Prefería irme del refugio pero no podía dejar mi familia además aún debe haber radiación halla afuera.

-...escogemos la segunda opción- dije algo valiente.

Zara comenzó a llorar, me partía el alma ver que por culpa de un accidente estaríamos pagando una gran condena. Todo se fue cuesta abajo desde ahí.

-Muy bien entonces, mañana en la mañana los pondremos en los tubos a dormir por unos diez años y no se preocupen cuando salgan del tubo estarán iguales que ahora no viejos ni nada por el estilo- dijo Director.

-¿!Diez años!?- pregunté

-Sip...- me respondió el director -ahora largo de aquí, vallan a sus habitaciones y no hagan nada estupido-

Acompañe a Zara a su habitación aún seguía llorando. Le di un fuerte abrazo y le dije que todo estaría bien. Aunque no sabía si era verdad....

Esa noche agarrare el sueño a las 4:00 a.m. porque se me hacía difícil dormir con todo lo que estaba sucediendo. Era una pesadilla... no era culpa nuestra, desde el principio sabía que ese tal director no era alguien de fiar.

Me despertaron tocando la puerta.

-Cariño ¿estás despierto?- escuche a mi madre decir.

-Si mamá- le respondí, me partió el alma ver que estaban llorando cuando abrí la puerta...

-¿Estas listo campeón?- dijo mi padre. Le asentí con la cabeza.

Caminamos hacia la oficina del director. En el camino nos topamos con la familia de Zara. La familia de Zara me dio una gran mirada de odio...cuando al fin llegamos.

-¿Listos muchachos?- nos preguntó Director el cual nos estaba esperando en la puerta.

Nos llevó hacia la parte de atrás de su oficina donde estaban los tubos.

-Muy bien...cuando quieran- dijo el Director.

Le di un fuerte abrazo a mis padres, Zara también. Les pedí perdón por todo...

-Los veo en diez años...- le dije a mis padres. Mientras nos agarraban dos guardias de seguridad y nos colocaban en los tubos los cuales aún no tenían líquido.

Mientras el Director preparaba todo mire al tubo de Zara, se me escaparon algunas lágrimas.

El líquido ya empezaba a subir sentía como mis piernas se quedaban sin movimiento al tocar aquel líquido. Zara y yo nos quedamos viendo... te veo en diez años me susurró. Y eso es lo último que recuerdo de aquel día.

Esperar diez años encerrado, salir y todo volverá a la normalidad... veamos cómo va.

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