Amor por casualidad

Capitulo 7: Mi relación

Pasó la semana entera tan rápido que me dio muy poco tiempo para practicar el francés, sin embargo tenía algunas frases que podrían venir en el examen y las cuales podría responder, afortunadamente la mayoría de las preguntas serían de matemáticas y estas no cambiaban dependiendo del país.

-¿Estás lista Caroline? -preguntó Terence mientras servíamos el desayuno.

-Eso es lo que creo, sin embargo estoy un poco insegura por el idioma...pero nada se puede hacer ahora.

Mientras el jugo de zanahoria era servido, George entró rápidamente con una enorme caja que dejó caer como si de un costal se tratase.

-Te lo han mandado Woodlan-me arrojó una tarjeta con los datos del envío y yo se la pasé a Terence. No me importaba quién lo había mandado, sólo quería conocer el contenido de la caja tan misteriosa.

Lo primero que salió de la caja fueron las tiras de papel que contenía y, posteriormente, salieron bolsas con vestidos, pantalones y zapatos; todos ellos de mi talla.

-Vuelvo enseguida-tomé una abrigo de los que estaban dentro de la caja y corrí en dirección a la casa de mi padre para mostrarle mi agradecimiento.

Era estupendo que él me comprara ropa, porque se supone que eso hacían los padres por sus hijos, o por lo menos eso era lo que me imaginaba que pasaba con aquellos que poseían ese tipo de relación estrecha.

Cuando llegué a la casa toqué la puerta pero nadie abrió. Insistí varias veces hasta que por fin alguien abrió la puerta, sin embargo quien abrió no fue mi padre, sino una mujer que me sorprendió.

-MAMÁ-dije sorprendida mientras descendía lentamente los escalones dispuesta a huir.

-Que terrible sorpresa, Carly-sonrió ampliamente y me tendió su mano para que la sujetara, obviamente no lo hice.

-Aléjate de mi-contesté antes de darme la media vuelta para regresar corriendo a casa- ¡Deja de fastidiarme!

No pude detener mis lágrimas por más tiempo y las liberé mientras el viento las secaba contra mi rostro. Probablemente Terence y George se darían cuenta de las lágrimas, pero no se los diría, por lo menos no lo haría hasta después de haber contestado el examen con la certeza de que aprobaría.

Llegué a casa y, tal y como era de suponerse, Terence fue el primero en notar las lágrimas en mi rostro, pero se abstuvo de hacerme preguntas al respecto.

-Vámonos, debemos presentar un examen...¡ya baja George!-gritó Terence mientras sacaba las llaves de la habitación y se las arrojaba.

-Supongo que tengo que quedarme a hacer el check out, te veo allá Caroline.

Mi amigo y yo salimos del hotel caminando y fuimos directo a la universidad mientras una parte de mi deseaba quedarse en casa para sufrir en silencio.

-No pongas esa cara, todos se van a preocupar por ti-mencionó Terence mientras buscaba algo dentro de su pantalón-toma-me ofreció una caja de regalo azul turquesa con un moño blanco.

Abrí alegremente la caja al reconocer la marca de la joyería. Dentro de la hermosa cajita había una pulsera de plata.

-Es hermosa Terence, muchas gracias-con la mano temblando de nervios intenté ponerla sin éxito alguno.

-No es nada, dame-me puso la pulserita y tomó mi mano entre sal suyas-. Yo no puedo hacer más por el momento, no me dejarán entrar al edificio porque mi examen es en otra facultad.

-Te esperaré justo aquí cuando concluya mi evaluación. Éxito-le di un beso en la mejilla y me esperó hasta que vio que entré a mi salón.

Cuando entré vi a la inconfundible castaña "Serene" sentada en un pupitre mientras reía a carcajadas con una chica rubia. Cuando entré todos giraron a observarme.