Capítulo 14: Mi amor

241 17 1
                                    

Inmediatamente di la vuelta para poder verlo a los ojos. Su mirada aún preocupada se cernía sobre mi, tal y como lo seguía haciendo desde que le entregué el documento del divorcio.

Se quedó ahí, esperando a que yo comenzara la platica. ¿Pero es que no se daba cuenta de mis sentimientos con sólo verme a los ojos?

-¿Querías verme?-preguntó con la misma arrogancia de siempre. Por lo menos había conservado su esencia.

-No, simplemente necesitaba un poco de aire, me es imposible negociar en un ambiente tan sofocante-excusé antes de quitarme el abrigo de George de encima.

-Supongamos que te creo-tomó de vuelta su abrigo y lo dejó caer al suelo mientras me tomaba del brazo para que no regresara al interior de la casa.-Dame tres minutos por favor, necesito hablar contigo.

Esta vez me detuve con la intención de rechazarlo, de poder sentirme poderosa frente a él y apachurrar su corazón como él lo había hecho con el mío.

-Sólo tres minutos-murmuré y me quedé recargada e la puerta del auto.

-¿Realmente quieres terminar de esta forma?, te pregunto porque pretendo tener cierto grado de consideración por tu futura carrera en la actuación.

-Si tienes ese documento con mi firma en él, es porque estoy muy segura de qué es lo que quiero y créeme que a ti, ya no.

-En ese caso lo entregaré en tribunal para que el acta sea definitiva, espero que no te arrepientas-se dio la media vuelta y fue caminando con rumbo desconocido. Probablemente iría a su casa para preparar el documento.

Me quede afuera durante media hora más, pensando solamente en la forma con la que me conduciría hacia Terence para intentar disimular mi pérdida de humor tan repentina.

Cuando comencé a sentir que mis brazos se enfriaban decidí regresar a la casa para pedirle a Terence que e llevara de regreso a la casa de Ferdinand.

-Gracias por recibirme, pero creo que es muy tarde y debo regresar a mi casa, disfruten de la noche-agregué sin decir más, ya que se encontraban ensayando escenas que supuse que eran de la obra de mi amigo.

-Espera Caro, te llevo a casa. Discúlpeme por favor pero debo retirarme-dijo Terence y acompañó a madre de Pauline directo a la puerta de la casa.

-Ha sido muy productivo el día, descansen porque mañana tenemos mucho qué hacer-sacudió su mano en un ademán de despedida y Terence cerró la puerta a sus espaldas para poder llevarme a casa.

Seguí sus pasos hacia el interior del auto y esperé a que me abriera la puerta, ya que si m anticipada a su esto seguramente tendríamos una pequeña discusión con respecto a la cortesía y los buenos modales.

El auto avanzó rápidamente por las calles de la ciudad hasta llegar a la casa donde me estaba hospedando por el momento.

-¿Te dijo algo George?-preguntó Terence pareciendo despreocupado.

-No fue algo importante, si no te importa, quiero dormir-excusé tontamente y le cerré la puerta a mi mejor amigo.

Honestamente quería la compañía de mi amigo Ferdinand y no la de Terence. Necesitaba hablar con alguien tan alegre y despreocupado como el ahora señor Boucher.

Tomé el teléfono de la casa y, como era inalámbrico, lo subí a mi habitación esperando a que la señora del servicio no se percatara del atraco.

Busqué en la agenda el número de Ferdinand y lo marqué, esperando a que la diferencia horaria no fuera tanta.

-Buenas, habla Ferdinand, ¿va todo bien en la casa señora?-preguntó adormecido.

-Ferdinand, soy Caroline-respondí y comencé a escuchar mucho ruido proveniente el otro lado da la línea.

Amor por casualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora