She bad (Cameron Dallas)- SamanthaSounds | miilsonrisas

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Repelente: Emmm, sé que después de como te he tratado probablemente esté en tu lista negra, y sé que no puedo remediar lo que te he hecho. Así que ni lo voy a intentar. A esta altura del día, seguramente sepas que ya no seré tu profesor. ¿El motivo? No lo eres tú...no del todo. Necesito centrarme y poner prioridades en todo. Me están insistiendo mucho en el tema de la feria científica, y habrá profesores y directores de las mejores universidades para regalar una beca a algún nerd listillo. Avery...quiero ser ese nerd listillo...y sé que tu también tienes prioridades y proyectos. Así que sé que esto será lo mejor para ambos. Gracias por haberme enseñado tu verdadero yo. El repelente :/

No sabía como pero ese estúpido mensaje me había hecho derramar lágrimas a más no poder.
¿Que cuántas veces lo había leído? Cinco. Lo había leído cinco veces.

La señora Dallas, Gina, me había llamado no hace mucho para informarme de que Cameron dejaba de darme tutorías. Lo único que me quedaba para estar más cerca suyo se había esfumado.

En cuanto a lo demás... me sentía como una mierda.
Había vuelto a vestir como antes pretendiendo seguir pareciendo fuerte, estando todavía rota por dentro, pero quería aún juntarme con el grupo donde estaban Nash y Matt; además, ellos dos me pideron el favor de ser de la novia de Nash para ocultar esa especie de romance que se había formado entre los dos.

Yo gustosa acepté, en serio quería ayudarles.

Había pensado mucho en Jack durante este poco período de tiempo y había visitado un par de veces el centro de tatuajes para hablar con Joseph.
Me gustaba imaginarme el sermón que me estaría dando si estuviera conmigo... ojalá él estuviera conmigo.

Estaba entonces yo, algo más tranquila que antes, tumbada boca arriba en la cama con pocas ganas de finalizar un proyecto de clase de ciencias que debía entregar antes de fin de curso, o sea, o el viernes de esta semana o el miércoles de la siguiente.
El jueves había partido de cierre y el viernes era el baile.

Ay el baile... no estaba segura de querer ir esta vez. No tenía nada: ni el vestido, ni los zapatos... Tampoco las ganas y el espíritu, y eso que era en lo que más pensaba unas tres semanas atrás.

De repente el móvil comienza a sonar.
Un mensaje.
Me ilusioné al pensar que era de Cameron, pero no, era Nash.

Nashty: Avery, ven a casa de Matt. Rápido pls ♡.

Yo: Voy ya, Nash. :S

Arreglé un poco mi cabello y salí en mi ropa cómoda hacia la casa de mi mejor amigo.

**********

-¡Avery!-llamó mi atención Nash. Estaba abrazado a Matt, algo malo había sucedido.

-Matt...-me acerqué a él y le abracé mientras él apoyaba su cabeza en mi hombro.

En eso, el motor de un coche ruge cerca nuestro. Cameron.

-¿Cam? ¿A dónde vas? -preguntó Matt con voz rota.

-Creo que estás bien acompañado Matt...yo no pinto nada aquí.-se excusó, cosa que me hizo enfadar.

-¿Te vas? ¿Tu mejor amigo esta llorando y te vas?-le repliqué.

-Déjalo...-esquivó mi mirada.

Noté que Nash agarraba mi mano, tratando de calmarme indirectamente.

-No, déjame Nash. Mira, Cameron, eres un cretino...-él asintió-Me dices todo lo que sientes por un mensaje...y cuando te busco para hablar me echas y me tratas mal. Es humillante para mí estar así. Por la culpa de un capullo como tú.

Bajó del coche, con un color distinto de ojos al que yo solía (o creía) conocer. Me daba algo de miedo, pero la ira era más fuerte en mi interior.

-Estoy harta de ti...-me levanté para ponerme delante suyo y...

Él me besó. Me besó con aquellos tiernos labios que no tantas veces probé pero si disfruté. Quise seguir, pero mi orgullo no me dejaba y la parte inteligente de mi cerebro me obligaba a parar.

Con lágrimas a punto de salir por los ojos le di una torta bien fuerte.

-Hasta mañana Matt.-llegó a decir para luego irse como llegó.

-Avery...-noté los brazos de Nash abrazarme por detrás. Rato después también noté a Matt con nosotros.

-¿Os hace un café?-preguntó Matt con los ojos rojos.

Nash y yo nos miramos y asentimos.

*******

El ambiente estaba en silencio, pero no tenso. Sentía mi cara aún con efectos de haber llorado pero estaba "mejor". Matt y Nash intercambiaban miradas cómplices, pero no hablaban.

-El amor es odio.-dije y me miraron sin entender-Son casi iguales... Pasas un día del odio al amor y luego del amor al odio de nuevo...

-¿Odias a Cam?-preguntó Nash y Matt hizo un ademán con la cabeza para que respondiera.

-No.-reí-Yo... yo le amo pero llego a veces a odiarlo por ser tan... él.

-Pero también le amas por ser él, ¿no?-habló por primera vez Matt.

-Irónico, lo sé.-acabé mi café.

-Avery...

-Nash, Matt. No puedo seguir con esto.-dejé la taza sobre la mesilla de café.

-¿Lo de ser su "novia"?-preguntó Matt revolviendose incómodo. Solo asentí.

-Es que... me hace mal...-suspiré-Cada vez que le beso o Nash me toca siento que... No sé... Que necesito a Cameron.

-No seguiremos si tu no quieres. Además, odiamos esconder que nos queremos.-explicó Nash pasando un brazo por encima del hombro de mi amigo rubio-Aunque queramos gritarlo para que todos se enteren y no podamos...-suspiró-Haré del típico tío rudo que no cree en el amor... supongo...

-Bueno... ¿hemos terminado?-asintió y respiré fuerte-Me debo ir, es tarde y quiero terminar un proyecto.

-¿Te llevamos?-se levantó Nash y negué.

-Sé ir sola Hamilton, hasta mañana.-les lancé un beso al aire y salí de la casa.

*********

Había caminado ya como dos horas. Necesitaba pensar. A veces hasta yo misma me daba cuenta de lo cabezota que llego a ser. Yo AMO a Cameron. Ya lo había confesado. Le amaba y le necesitaba, pero sabía que él no podía... ni quería. Yo en cambio sí, y como nunca.

De un momento a otro noté que delante de mí había una chica de cabellos rubios platinos. Sonreí al recordar que el pequeño Jack en el jardín de infancia tenía el pelo de esa manera.
De su familia solo él y su hermana lo tenían así...
Espera...
¿Su hermana?
¿Podría ser su hermana?

Al principio murmuré su nombre, no me oyó así que lo dije un poco más alto. Tampoco me oyó así que grité.

-¡¿Margo?!-se giró.

Me encontré con los mismos ojos grises de Jack. Era su hermana.

-¿Hola? ¿Quién eres?-se me acercó algo asustada.

-Avery Collingwood.-le di mi mano y sus ojos se abrieron como platos.

No aceptó mi apretón de manos, pero sí se lanzó encima de mí para darme un cálido abrazo.