Quinta: Beth

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Beth Greene podía enumerar muchas cosas hermosas en su vida, muchas otras tristes, pero cuando se está cubierta de cobijas con una taza de chocolate en la mano y le preguntan sobre sus tres recuerdos favoritos de toda la vida ella suele reír porque esos tres son ultrasecretos así que en su lugar comparte las cinco navidades que para ella son memorables.

— ¿No puedes decirnos? —la voz chillona pero alegré despertó una sonrisa en ella.

—No puedo, son solo para mí. Por eso se llaman recuerdos secretos pero ahora que hace frío me hizo pensar en navidad ¿Quieren que les cuente sobre eso? Puedo decirles sobre mis tres navidades favoritas— en un intento de cambiar de tema, Beth hizo un trueque con los tres pequeños que se acurraban en las cobijas de la sala.

—Que sean cinco— uno de los niños con cabello negro y ojos azules se cruzó de brazos para negociar mientras una de las niñas con el cabello castaño estiraba sus manitas a la taza de chocolate caliente que Beth le ofrecía.

— ¡Nada de chantajear a su niñera! — vio como el niño se ocultaba en las cobijas sin dejar de mirarla con molestia, como un gatito que ha sido molestado lo suficiente y que puede dar el zarpazo en cualquier momento.

Beth suspiró con resignación porque sabía que había perdido la pelea, el pequeño había estado molesto todo el día porque su hermanita estaba enferma y Beth había puesto demasiado tiempo en sus cuidados así que estaba resentido.

—Bien, que sean cinco para ustedes— los tres niños aplaudieron y por fin Beth se aproximó a ellos.

Con cuidado los acomodó en la sala con suficientes cobertores, almohadas y chocolate para que pudieran escuchar la historia. Beth les dedicó una pequeña sonrisa —Mmm... por donde debería empezar ¡Ah! La número cinco era cuando tenía seis años...—.

Y ella volvió a los seis años, era la primera navidad que ella podía recordar no solo porque había sido impactante sino porque fue la primera vez que vio a Daryl Dixon. Ella sonrió al recordar que la primera vez que conoció a Daryl le mordió una pierna.

Había salido con Otis y su padre por los campos para revisar que todo estaba bien antes de volver y ayudar con la cena de navidad, su padre le pidió que no se alejara mucho pero como todo niño, Beth siguió corriendo hasta que vio a dos hombres con pintas horribles sacudiendo a su hermano Shawn con violencia.

Beth prefirió no preguntar. se lanzó a la pierna de Daryl mientras gritaba que lo dejaran tranquilo y mordió al joven de 21 años. Escuchó el quejido del chico pero no se movió hasta que el otro hombre jaló sus ropas para que se separara.

— ¿Qué pasa contigo pulga? —era un acento del sur, una voz rasposa que no tenía paciencia ni amabilidad la que salía del desconocido.

Beth levantó el rostro para verlos mejor aunque estaba asustada, ninguno de los hombres estaba feliz y en ese momento Shawn vomitó algo pequeño. Vio como comenzó a buscar aire y el otro muchacho le dejó libre y lo que para ella significaba un ataque de extraños en realidad era su salvación.

Beth comenzó a llorar porque estaba asustada, no por los hombres que estaban enojados sino porque pudo matar a su hermano al atacar a su salvador. De pronto, su padre estaba ahí con Otis apuntado sus armas a los desconocidos y Beth gritó con fuerza que eran chicos buenos.

Cuando la tensión fue disminuyendo y Shawn por fin pudo hablar les explicó que esos hombres lo habían encontrado ahogándose con un trozo de manzana e intentaron salvarlo, aclarada la confusión Hershel se disculpó por todo e inclusive los invitó a pasar las fiestas con ellos. Beth pudo ver el rechazo de la propuesta por parte de los hombres así que trató de persuadirlos, podía ver la indecisión en su mirada.

Cinco navidades (bethyl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora