Cinco navidades (bethyl)

Cuarta: Beth

—El número cuatro mmm... primero los quiero arropados— dijo antes de envolver sus pequeños cuerpos en una enorme frazada.

Beth volvió al número cuatro en su lista, tenía 16 años y muchas cosas habían pasado desde los seis: ahora Shawn comenzaba a trabajar en un pequeño despacho y pronto sería un abogado, Maggie ya era mayor y también estudiaba en la universidad en su primer año. Merle y Daryl seguían trabajando con ellos en la granja en especial después de que Otis decidió trabajar una propia ahora que consiguió comprar un poco de tierra.

Y Beth bueno, ahora que la casa era solo para ella, sus padres eran solo para ella y parecía ser su año porque era la reina del lugar pero le daba tristeza pensar que no podía tener a Daryl para ella solita.

Era ese tipo de amor imposible por el que suspiraba al leer esas novelas románticas que tanto le gustaban, su amor platónico había comenzado a los doce y ahora a los 16 era más fuerte, era consciente que solo era una niña tonta pero le gustaba que Daryl la trataba como una chica y mientras muchas personas de alguna manera la menospreciaban por ser joven, Daryl la respetaba como su semejante y era amable. No era indiferente y siempre la llamaba Beth.

No Bethy con ternura como hacia su madre o su padre (le gustaba pero también a veces le fastidiaba) o pulga como hacia Merle con familiaridad aunque le daba la impresión de que no importa lo que hiciera siempre la iba ver como una pequeña que necesita cuidados. O "Beth" seguido de un suspiro como si fuera una versión adorable de algo, como hacia Jimmy.

Para Daryl era solo Beth, una chica, alguien que podía pedirle ayuda, encargarle cosas, confiar en ella... su igual. Aunque ella no lo percibiera del mismo modo porque aparte de ser súper ardiente sabía muchas cosas que ella envidiaba. Hacía poco acaba de comprar una casa pequeña y se mudó con su hermano ahí así que también era independiente.

Ella suspiró porque solo tenía a Jimmy, le gustaba y él parecía tener un amor dulce para ella pero si podía elegir escogía a Daryl. La primera vez que ella llevó a Jimmy como su novio oficial Merle se rio de ella, un poco de burla ahuyentaron por unos días a su novio así que Beth le reprochó a ese fastidioso Merle su actitud.

Según las palabras de Merle ella podía conseguir algo mejor que un chico asustadizo, pero ella era más realista y no era Maggie, la chica que tenía al capitán de futbol de la escuela o Shawn con su porrista monumental. Era de maneras más modestas así que sus conquistas eran más modestas porque ¿Qué iba a hacer con el chico más atractivo del salón si no tenían nada en común? Por eso volvía a Daryl, guapo y además se llevaban muy bien: un pecado para esa joven pulga.

Tal vez si cambiaba su apariencia podía hacer algo distinto pero de momento no se sentía cómoda con eso así que otra vez se quedaba en segundo término en lugar de ser la reina. A lo mejor por eso se convirtió en el caballo número 3 en la obra de iglesia. En lugar de María como le ocurría a Jane.

Beth tenía la edad de Maria, Jane era mucho mayor pero tenía gran confianza para quedarse con lo quería y para fastidiar al prójimo todo en el mismo paquete y por eso Beth sentía que era una injusticia que fuera María pero el resto no lo pensaba así. Jane era bonita y agradable a los demás, de hecho cuando las dos se postularon para María Jane había sido amable y le había deseado buena suerte ¿Entonces porque se la pasaba fastidiándola cuando nadie más veía?

Ella le había ganado, era para que la dejara en paz pero no, poco a poco le había hecho a perder su confianza recién construida con sus comentarios y el de ese día había sido el peor, cuando se probaban el vestuario y Jane entró en el mismo baño que Beth, ni siquiera ofreció disculpas y Beth se cubrió con un suéter blanco ante el abrupto.

Jane se quitó la ropa y pudo ver su gran figura llena de curvas que a ella le faltaban, era muy hermosa no podía negarlo y Jane a sabiendas de eso soltó una risa burlona —Bueno, alguien aquí va tener que hacerse cirugía próximamente porque le hace falta de todo—.