-Con que era verdad. Me estabas engañando con la puta a la cuál me dijiste que odiabas-gritó furiosa y sollozando desesperadamente
-Ka-kathy no es lo que parece- dijo él temblando por el frío y terminando de cambiarse.
-Que no es lo que parece? Cuéntale a tu noviecita como te arrastrabas por mí hace unos minutos-dije sonriendo sínicamente- pues Kathy, si no lo hubiera sacado de casa me estaría pidiendo perdón y que comenzaramos una relacion secreta. Tal vez de amantes.
-ERES UN ESTÚPIDO- gritó ella y salió corriendo con él siguiéndola de cerca.
Volví a entrar a casa y con mi venganza cumplida subí victoriosa a bañarme. Luego de una hermosa ducha de agua caliente salí de baño encontrándome aun Matt o Jake furioso en mi habitación.
-Qué necesitas? Dejé caer la toalla y caminé desnuda hacia mi armario. Tomé mi ropa interior y luego sentí sus manos rodeándome.
-A qué juegas, Ashley?
- A qué juegas tú, Matt, Jake o como séa que te llames- grité furiosa- a enamorarme para romperme el corazón? Pues déjame decirte que no será así, pues yo no me enamoro y hace demasiado tiempo que mi corazón murió.
Me miró desconcertado y luego salió lentamente de mi habitación para luego salir de la casa.
Esa situación me descolocó. Salí rápidamente de mi casa luego de vestirme lo más puta que pude, y fui al lugar donde sabía que siempre podía descargarme. Con en hombre al cual le entregué mi virginidad.
Pues sí, hace un par de semanas volví a encontrármelo.
Flashback
Estaba tomándome un licuado de fresa en el puesto de la esquina cuando siento un par de manos conocidas rodeándome y esos besos ya tan conocidos en mi cuello.
-Estás tan cambiada... me extrañaste, preciosa?
Me volteé y me analizó con su mirada con descaro.
-Hola, Keith.
Tomó mis mejillas entre sus manos y no pude resistirme, lo había extrañado tanto, sus bellísimos ojos verdes y su sonrisa sincera eran mi debilidad.
Lo besé como si no hubiera mañana tomándolo por la nuca y atrayéndolo a mi, él gustoso correspondió rodeando mi cintura con sus fuertes brazos apasionadamente.
-No sabes lo mucho que te extrañé pequeña, lamento haberte dejado sin avisar, pues por algunos problemas familiares tuve que salir del país.
Luego de que me explicara intercambiamos números y quedamos en vernos pronto.
Fin Flashback
Comenzé a caminar hacia su antigua casa y al estar frente a ella toqué rápidamente la puerta.
-Hola pequeña- me abrió la puerta con una sonrisa y solamente cubrían su cuerpo unos bóxers de Calvin Clein.
Sin responder cerré la puerta y lo acorralé contra la pared besándolo apasionadamente.
-Vaya que has cambiado en este tiempo, cariño.
Me tomó por los muslos y continuamos besándonos hasta llegar al sofá.
Mi ropa comenzó a estorbar y el con sus hábiles manos la quitó dejándome completamente expuesta a él.
-No sabes lo mucho que te extrañé Ash.
Lo desnudé completamente y... bueno, ya saben que sucedió.
Desperté a la mañana siguiente completamente adolorida. Lo habíamos hecho en cada rincón de la casa, terminando en su cama.
Estaba sola y desnuda en esa cama de matrimonio cuando lo vi entrar por la puerta con una hermosa sonrisa y una bandeja de comida.
-Creí que querías desayunar, amor.
Dejó la bandeja sobre mis piernas desnudas y me recorrió con la mirada sonriendo pícaramente. Él estaba caminando completamente desnudo y no pude evitar mirar su gran miembro.
En la bandeja había un vaso de jugo de naranja y un trozo de pastel de chocolate, el cual tomé entre mis dedos para luego morderlo lentamente con la mirada fija en Keith.
-A la mierda el desayuno.
Arrojó la bandeja con el jugo ensuciándolo todo y rompiendo el vaso que lo contenía. Ambos reímos y tomó el trozo de pastel entre sus dedos mordiéndolo.
Arrojé el pastel y lo besé nuevamente.
Rodeé su cintura con mis piernas y comenzó a penetrarme lentamente mientras me besaba.
-Recordaste que el de chocolate era mi favorito.
-Como olvidarlo amor.
Y asi continuamos con una tarde caliente y repleta de cariño.
ESTÁS LEYENDO
Ser Una Puta Tampoco Es Fácil
Подростковая литератураMi nombre es Ashley, soy una chica normal como cualquier chica de 14 años, esta historia demuestra como unos pocos errores te pueden catalogar como puta... eternamente. Cuando uno comienza, ya no hay vuelta atrás. *** No se permiten copias. En caso...