Ser Una Puta Tampoco Es Fácil

21.

5 meses después.

Desperté por un fuerte dolor.

-Keith!

-No volveré a comprarte nuggets.

Grité de dolor.

-Qué sucede?

-Él bebé- comenze a respirar profundo para que no doliera- ya viene.

Tomó el bolso que teníamos preparado para esta ocasión. Ya habían pasado los 9 meses de tortura y mi barriga era demasiado pesada.

Fuimos lo mas rápido que pudimos al hospital mientras yo mandaba a la mierda a Keith.

-Apúrate!

Llegamos al hospital y...

-Un segundo... Y la mantita?

-No me interesa la mantita!

-Pero y si al bebé le da frío?

Chillé, pues él dolor me era insoportable y tenia ganas de golpear a Keith.

-Mejor la busco luego.

Al entrar al hospital yo seguía gritando con demasiado dolor y rápidamente me atendieron llevándome a la sala de parto.

Minutos después Keith entró vestido como los demás doctores.

- Bien Ashley. Aguanta y has fuerza como si estuvieras en él baño.

Estúpido doctor.

-Puja.

Hice lo que me dijo y luego de 35 largos minutos mi niño se dignó a salir.

-Es hermoso... Puedo descansar?

-Pero Ashley aún falta él otro bebé.

-¿¡QUÉ!?

-Hay otra cabeza aquí dentro.

Keith se desmayó.

Y yo? Pues seguí con él trabajo más pesado de mi vida.

25 minutos después.

Keith despertó justo a tiempo para ver a mi pequeña niña en mis brazos.

Así es. Pequeña parejita de niño y niña salieron de esta chica.

No sabía que era tan genial!

Lo besé y luego dormí como si no lo hubiera hecho en años.

Al despertar me encontré la escena mas hermosa del universo.

Eddie estaba besando las cabecitas de sus hermanitos Los cuales estaban en los brazos de Keith.

-Mami! Despertaste!

Abraze a mi hijo mayor y Keith se acercó.

- Te presento a los mellizos Dylan y...

Ya habíamos acordado el nombre del pequeño pero la niña...

-Brittany.

A mi pequeña le puse él nombre de esa chica tan especial que estuvo en todo momento de mi vida... De mi mejor amiga que me entregó a su hijo él cual amo como si fuera mío.

-Brittany será.

-Mami... Como se hacen los bebés?- dijo Eddie.

Nos miramos horrorizados con Keith y luego respondimos al unísono.

- Cuando seas grande lo sabrás.