Pasaron los meses y yo seguía ayudándote en todo lo que necesitaras, y cada vez me enamorabas más sin darte cuenta, ¿cómo es que lo hacías?.
Terminaste con tu novia, yo no podía estar más feliz de escuchar eso, te veías un poco decaído pero en unos días se te pasó, eras muy fuerte.
A veces me pedías mis libretas para copiar los apuntes, y en una de ellas yo había escrito algo sobre ti, traté de quitártela pero alcanzaste a verlo, me pediste ser tu novia, aunque sabía que era una broma sentí que las abejas de mi estómago se convertían en elefantes pateándome desde dentro, y con el mejor sarcasmo que pude hacer en ese momento te dije que aceptaba ser tu novia.
Para ti no significó nada, sin embargo para mí lo fue todo.