Llegó un tiempo en el que me tenías confundida, porque hablabas conmigo en las noches, me preguntabas lo que había hecho en el día, hablábamos de cosas que nos gustaba hacer, nuestras cosas favoritas, etc.
Fueron noches en las que pensaba que sentías algo por mí, porque te preocupabas por lo que me pasaba, si estaba triste intentabas hacerme sonreír, o simplemente me hablabas cuando estaba aburrida y me contabas chistes que ni siquiera daban risa.
Pero en la escuela casi no hablábamos, simplemente lo hacíamos por cosas de clases o cuando jugábamos voleibol en el recreo. Me confundías mucho, yo no sabía si de verdad sentías algo por mí o solo estabas tratando de ser amigable. Yo creo que era la segunda.