La aprendiz de piscis (saint seiya the lost canvas)||En Reedición||

"Todos conocerán la verdad" 1/2

- ¿Estas mejor? - era una pregunta simple, pero tal vez significaba mucho más de lo pensaba.

¿Realmente lo estaba? por los Dioses, sentir un apoyo después de esas semanas tan jodidas había sido...agradable, platicar sin en realidad hacerlo con palabras fue lo que necesitaba, Si bien se llevaban poca diferencia en cuanto a Edad se trataba, Dohko tenía más sabiduría de la que cualquiera pudiera imaginar, detrás de su apariencia jactanciosa y algo prepotente, estaba una persona de gran corazón, quien deseaba ver feliz a todos a quienes apreciaba.

- ¿Lo estás, Ángel? - volvió a repetir al no recibir ningún tipo de respuesta de su parte.

- Creó...- Había vuelto a divagar, era fácil perderse en sus pensamientos, más en situaciones como éstas. - Pero no hablemos de eso ahora, ya tendremos tiempo.

- ¿Me contarás lo que te pasa? O ¿seguirás escapando como lo haces siempre que te sientes presionada? - Era tal vez, demasiado directo, pero no adornaría la verdad, era su deber guiarla y sinceramente esa chica era más complicada de lo que cualquiera imaginaba, Albafica tenía todo su respeto al ser alguien capaz de sobrellevarlo mejor que nadie.

- Eso no es cierto...- se retractaba, a veces el castaño podía ser un auténtico infeliz cuando se lo proponía, que rápido giro de palabras.

- Lo es, te recuerdo que esto no está resuelto, un abrazo no soluciona las cosas, las personas no sanan con un simple "Ya pasará, dale tiempo" debes afrontar las dificultades Ángel, si sigues escapando, en algún punto aparecerán nuevamente esos problemas que dejaste atrás.

Estaban frente a frente, aun cuando ella conservaba su máscara podía sentir como el caballero de Libra no apartaba la vista de sus ojos, el abrazo no estaba completamente disuelto y su agarre demostraba sin demasiado recelo que no la dejaría escapar, no esta vez, No hasta que le respondiera esa pregunta al menos, ¿estaba lista para contarle a alguien que era lo que pasaba? ¿Todo? Desde sus heridas anteriores hasta los problemas más actuales, ¿Dohko era la persona adecuada para discutir sobre sus sueños y alucinaciones? Contarle sobre... ese día.

¿Podría estarlo algún día?

Probablemente no, pero, eso no era una razón suficiente para seguir ocultado todo, No quería perderlo, no quería perder a sus amigos, a Tenma, Yuzuriha...Yato, había sido muy injusta con él, Albafica, sobre todo él.

Era momento de soltarlo todo.

- Dohko yo...

- ¡Señor Dohko! - lo que faltaba, tenía que ser una maldita broma, pensaba el castaño. - El señor Aldebarán necesita de usted ...

- Si Teneo entiendo, iré ahora solo...- Aun no la soltaba, aun no estaba listo para dejarla ir, quería terminará su frase, no podía quedarse así.

- Lo necesita ahora. - Enfatizó, estaba notablemente incómodo presenciando lo que el creía algún tipo de reunión íntima o algo por el estilo, si hubiera sabido que estaba en algo así de privado tal vez hubiera esperado al menos un poco, pero fue demasiado apresurado.

- Entiendo...Bien vamos, dime donde esta.

Cuando sus manos soltaron los brazos de la azabache, pudo sentir un leve alivio entremezclado con algo de frío, no era lo que quería, no era lo que esperaba que pasara, pero tal vez los cielos le advertían que fuera lo que fuera que Ángel guardaba, era mejor dejarlo así, guardado.

- Cuando volvamos ...- susurro antes de tenerlo demasiado lejos - Cuando volvamos, te contaré todo, ¿sí?

Fueron unas palabras apenas audibles, lo suficientemente altas para que solo él pudiera escucharlas, antes de verla desaparecer entre las callejuelas, al parecer ese día no fue tan malo como esperaba, si tenía suerte quizás el ejército de Hades no tardaría en aparecer, terminando esa estupidez de una vez por todas.