"Todos conocerán la verdad" 2/2

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Capítulo dedicado a michicornio04 gracias por esperar tanto 💖 5277 palabras espero te guste.





Mal, todo estaba muy mal, ese encuentro nunca debió permitirse, nunca siquiera pensarse, pero eso no le importo, a ninguno de los dos. Ambos estaban perdidos en una espesa nube de desenfreno y lujuria, explorando, conociendo, palpando con sus propias manos que tenía el otro para ofrecerle, Para entregarle.

Sus callosas manos repasaban con cuidado cada tramo de la desconocida figuras femenina, no era exactamente un inexperto en todo aquello, tenía algunos trucos con los cuales pensaba jugar pero no podía evitar sentir algo de nerviosismo creciendo en su pecho. Tenerla así, solo para él, lo volvía loco. Su aroma, los diferentes sonidos que salían de sus inmaculados labios, no había forma de no perder la cabeza con todo aquello, ¿Podría cansarse alguna vez? Se volvería adicto antes de siquiera poder pensarlo, tal vez ya lo era.

Nada importaba en ese momento, nada le era más sustancial que disfrutar cada maldito segundo de esa unión profana, su sabor era inigualable, su cuerpo un edén, ¿se atrevía a ser más codicioso? Claro que si, nunca era suficiente, no si era ella.

— No quiero separarme de ti ...— susurro mientras fundía su cuerpo con el de ella en un intenso abrazo, la aflicción no se detenía, el sentimiento pesaba en su pecho aún cuando sus corazones palpitaban uno junto al otro.

— Lo noto — se burló, una tenue sonrisa adorno su lechoso rostro, acompañado de lo que el describiría como una melodiosa risita.

— Eres tan perfecta — Otra vez, no podía (ni quería) detener sus constantes muestras de afecto, lleno el rostro ajeno de castos besos, intentando guardar en su memoria aquel sabor. — ¿es esto real?

— Lo es, demasiado real — susurro con pesar.

No quería generar malos entendidos, lo que había pasado no era algo de lo cual se arrepentía, este juego que el espectro estaba armando a su alrededor funcionaba quizás demasiado bien, pero, la culpa no era algo que fuera fácil de asimilar, sobretodo cuando el fuego comienza a mitigar y sus pensamientos antes irracionales y afectados por la calentura del momento, eran poco a poco puestos en orden. No se arrepentía, pero si hubiera preferido que las cosas no se dieran de esa forma.

El sentirse amada era tan...extraño.

Estaba fuera de práctica en ese aspecto.

— Ya es momento... — hablo el albino, quien en todo ese tiempo solo la observaba mientras se perdía entre su mente y sus besos.

— No pareces querer soltarme — Una particular sonrisa ladina enmarcó el angelical rostro, Minos agradecía a quien fuera que ese maldito trozo de metal ya no se interponía.

— ¿Quieres que lo haga?

— No realmente...

— Cuando nos separemos, seremos enemigos nuevamente...¿Lo sabes verdad?

— Nunca dejamos de serlo.

— Eres muy desvergonzada, diciendo eso luego de entregarte a mi de esta manera. — Sus manos sujetaban con firmeza a la azabache, aun estando lo suficientemente juntos, en él nacía una seguridad que no podía explicar.

— O tu eres demasiado crédulo.

— El Punto es — Exclamó con molestia — que no quiero irme de aquí sin antes saber algo, algo importante.

— ¿Que deseas saber? — pregunto extrañada.

— Ángel...— su voz se tornaba seria y profunda, el tema a tratar no era algo al parecer tan banal —¿Alguna vez has escuchado hablar de Asklepios? ¿Te resulta familiar aquel nombre?

La aprendiz de piscis (saint seiya the lost canvas)||En Reedición||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora