Actitudes de Egipto#2

1K 80 4
                                    

Las distracciones.
Podemos decir que una distracción es como un imán que te aleja de la perseverancia de un propósito fuera de Dios.
La razón de las distracciones es que hay cosas en nuestra vida que están retenidas que aún no hemos entregado a Dios y que no queremos entregarlas, todo eso trae consecuencias en nosotros ya que Satanás toma todo aquello que no está bajo el dominio de Dios, y trabaja para distraernos de nuestras metas y da debilidad, tristeza y pensamientos de "No puedo".
Las distracciones cautivan nuestros pensamientos, no nos deja que sea renovado según el pensamiento de Dios ya que aún esta atado a Egipto y como consecuencia esto no permite que edifiquemos y crezcamos como templo espiritual que ofrece sacrificios espirituales agradables a nuestro Señor.

Falsas fortalezas.
Sabemos que toda fortaleza viene de Dios, y muchas veces nos creamos falsas fortalezas, pensar que estamos bien, que la prueba yo la  puedo aguantar sólo, que yo puedo esperar el tiempo necesario por un milagro, que nadie me va a derribar, etc.
¡Por favor ya basta de esto!
Dios no va a restaurar nada que no abrimos delante de El, pues es un Dios que respeta tus decisiones y no va a entrar a ningún lugar que tu no lo permitas, no va a cambiar nada en tu vida si tu no se lo autorizas y le das esa libertad.
¿Por que nos volvemos tan duros? ¿Por que no aceptamos que todos los días necesitamos más de Dios? No nos creemos falsas fortalezas porque va a llegar el momento que ya el alma no va aguantar más ese engaño en el que estamos viviendo. Un ser humano que va caminando por sus propias fuerzas jamás va a llegar a ninguna parte.
¿Por que no aceptamos que hay algo que nos está causando dolor? ¿Por que fingir?.
Enfrentemos esas situaciones que necesitan ser confrontadas de una vez, no enfrentar las cosas desde un principio hace que crezcan y cuando vayamos a dar la cara, lo que antes era pequeño, nosotros mismos lo dejamos crecer y ya no sabemos ni como enfrentarlo.

Vivir de apariencias.
Los Egipcios solían usar vestiduras extravagante, mandaban a los esclavos a construir pirámides colosales llamativas, sus banquetes eran dignos de un rey, pero ¿Eran ellos así de felices como se veían? ¿Necesitaban de todo eso para sentirse felices?
Los egipcios no conocían la humildad, y miraban a los esclavos mucho, muchísimo más abajo que ellos.
¿Será que estamos imitando todo esto? Vivir de apariencias es algo que muchas personas han optado por su estilo de vida hoy en día, como que se preocupan más por agradar a las personas que a Dios.
Las apariencias no son buenas, debemos de aceptar lo que somos, y si no tenemos nada ¡Gloria a Dios! Y si lo tenemos todo ¡Gloria a Dios!, las apariencias a los únicos que engañan es a nosotros mismos, jamás podemos encontrar la felicidad si seguimos con esto, debemos de ser felices con lo que Dios nos da cada día, y no aparentar nada.
Esto es lo que soy ¿Qué gano con ocultarlo? ¿Se alegrará el Señor que no estamos conformes con lo que El nos da?. No nos engañemos, un carro del año, una mansión, tener la mejor tecnología del mercado no nos va a definir lo que somos, eso no mostrará jamás lo que Dios ve en nosotros, (1samuel 16:7).
Dios te conoce muy bien, Dios quiere que seamos felices y que seamos como Jesús, sabio y humile, nunca miremos de menos a nadie, porque todos valemos la sangre hermosa de Jesús, y ni El desprecia a nadie ¿Quienes somos nosotros para hacerlo?.

Amado hermano, no es normal que estando en Cristo sigamos teniendo actitudes de Egipto, necesitamos despojarnos de cualquier egipcio que tengamos viviendo con nosotros, sólo cuando abrimos nuestro corazón a Dios, Dios a través de su Espíritu Santo va a trabajar en nuestras vidas, El sólo entra si nosotros le abrimos nuestra vida, El va a obrar si se lo pedimos, no ocultemos lo que somos, si hay algo que está causando dolor, es necesario decírselo al Señor, sólo delante de su presencia vamos a humillarnos por amor y porque reconocemos que sin El no podemos hacer nada.

Jehová mira tu corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora