Jehová mira tu corazón

Quita la piedra

Juan 11 38-41
"Jesus, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenia una piedra puesta encima. Dijo Jesus: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que habia muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro dias. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto."

En cuanto a este evento con Lazaro, lo que impedía que el milagro tomara lugar fue una piedra de incredulidad. Como podemos leerlo en el versiculo 41, "Entonces quitaron la piedra." ¿Quién quitó la piedra? ¿Lo hizo Jesús, o lo hicieron ellos? Era Jesús que resucitaría al muerto, pero ellos tenían que quitar la piedra. ¿Que es mas fácil, quitar una piedra o resucitar un muerto? Al principio es posible que digamos es mas fácil quitar una piedra que resucitar a un muerto. Pero, al considerarlo más en oración y meditación, concluí que es mas difícil para nosotros remover una piedra que para Jesús el resucitar a un muerto.

A veces tenemos piedras que están impidiendo que se logré el milagro por el cual estamos orando, clamando, llorando e incluso ayunando, pues Dios quiere corazones sencillos y humildes que no haya rencores dentro de nosotros, avaricias, envidias y muchas cosas más, a veces es difícil entender que si estás enojado con alguien, tus súplicas Dios las verá de una manera distinta, la piedra del rencor debe ser removida.
Tenemos que confesar con Dios todo tipo de piedra que tengamos para que El tenga misericordia y haga el milagro.

Tenemos que tener cuidado a quienes préstamos nuestros oídos porque pueden darnos alguna palabra que quizá no venga de Dios y pongan en nosotros la piedra de la duda, ansiedad etc.

Si tienes que pedirle perdón a alguien ¿Qué estás esperando para hacerlo? Quita la piedra del orgullo y del rencor así estarás en paz con Dios y tu hermano.
Recuerda que Cristo viene pronto, debemos estar preparados para irnos con El, siendo como El, sin guardar sentimientos contrarios a los de El, imitándole y es ahí donde seremos dignos de ser llamados verdaderos cristianos.

Dios te ama como a nadie y quiere hacer cosas grandes en tu vida, no le pongas piedras que le impidan lograrlo.