Aquella noche, Tom le hablo a Bill. El queria quedarse toda la noche a su lado, quizás, solo queria conocerlo.
Pero no lo hizo. Después de saber el nombre de aquél chico que lo hipnotizo y ver que pudo sacarle una sonrisa, se levantó y, se despidió educada mente.
Bill, se sentía libre. Y no fue gracias a la luna. Sino, por aquél chico que lo hizo sonreír y eso era lo que más necesitaba en aquel momento.
Los dos, se sintieron felices y en paz por primera vez. Sin darse cuenta aún, que esa iba a ser su única forma para sentirse felices y en paz...
Pero también para conocerse.