Douglas & Cailin

4.Peter Pan y los niños golpeados

Douglas

—Peter, espera, quisiera darte un beso, ¿Quieres?

—¿Beso? ¿Qué es eso? —giré mi torso hacia Wendy

—Toma Peter. —la muchacha que interpretaba a Wendy, me entregó una tarjeta en forma de corazón.

—¿Qué es esto? Gracias—arrugué mis cejas, para exagerar el momento.

—Un beso.

Las luces se apagaron y el público se paró para aplaudir. Esta era mi primera actuación desde que me uní a la clase de teatro, hacía ya unas semanas. Veníamos ensayando Peter Pan desde que la profesora decidió hacer una obra dirigida hacia el público más pequeño, ya que siempre se hacían obras para los adultos. La maestra de teatro había programado audiciones previamente y, por supuesto, audicioné para el papel de Peter y lo obtuve. El único pequeño gran problema era el vestuario. Sigo sin entender porqué tenía que usar estas ajustadas calzas verdes. Y ustedes se preguntarán, ¿de qué se queja? Bien, les diré, cuando eres hombre tienes un serio problema con las calzas. Y no diré más nada.

Mis compañeros y yo nos abrazamos frente al público y con una gran sonrisa, hicimos una reverencia para luego despedirnos. El telón cerró a nuestras espaldas mientras la profesora nos felicitaba a todos. Mamá no se quedó atrás. Insistió en venir a verme junto a papá y Dave. Mi madre me daba besos, Dave se burlaba y mi padre no decía nada, su cara lo vendía solo. Creo que estaría pensando en desheredarme, arrancarme las calzas y salir corriendo de allí, para luego cambiar su apellido y no pasar vergüenza.

<Sí, definitivamente estaba pensando eso>

Me cambié rápidamente y, al salir del auditorio, Alisson se encontraba junto a su banda. Y gracias a mi abuela, que no estaba Thomas porque saldría corriendo. Los chicos me felicitaron y me hicieron cumplidos con respecto a la función. Alisson no dijo mucho, pero con el beso que plantó sobre mi mejilla, sobraba. Mi madre abrió los ojos como platos y mi padre me aplaudía.

< ¡Bien, Doug! Recuperaste la confianza de William Emmet Brown>

[°°°]

—¿Seguro que no quieres comer nada? —insistía mi madre desde la cocina mientras preparaba hígado.

—Nunca he estado más seguro. —contesté con cara de asco mientras mamá no me miraba.

Se giró y yo reemplacé mi cara de asco por una tierna sonrisa. Mi madre posó sus brazos en su cadera y arrugó su ceño.

—Me imagino que no comes porque no tienes hambre, y no porque esté haciendo mi receta especial. —dijo algo amenazante.

<Nos descubrieron, Brett> -Dijo mi mente mientras miraba al husky sentado a mi lado.

—Por supuesto que no, mamá. —besé su frente y subí las escaleras tapando mi naríz. Brett me siguió. Al parecer, él tampoco comería esta noche.

Abrí la notebook sobre mi escritorio y me di cuenta que nunca la apagué. No sabía cómo no se había sobrecargado. ¨Coldplay ¨ empezó a sonar y yo cantaba al ritmo de Chris Martin, aunque mi voz, claramente, opacaba la del vocalista de Coldplay.

Me había quedado dormido sobre la silla del escritorio cuando Brett empezó a ladrar hacia la ventana. Lo tranquilicé y asomé mi cabeza por la misma.

< ¡No puede ser!>

Cailin Simon y Thomas -no sé cuanto- intercambiaban palabras y besos tímidos en ¨MI¨ vereda. No supe que hacer en el momento, asique agarré una linterna y apunté hacia estos dos. Prendí y apagué varias veces para captar su atención y que se fueran de allí. Cailin se giró y miró hacia la ventana.