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#Anahi: llévame a la cama *sonriendo de forma picarona* me dijiste que cuando llegáramos...además *le acaricia los hombros* no quiero caminar *él la levanto en sus brazos como si fuera un bebé, la llevo a la habitación que ella le indicó, ¿por fin había llegado el momento?* le caíste súper bien a mi familia, estoy feliz ¿has escuchado una canción que se llama Día de Enero? *él negó con la cabeza* escúchala, es tan nosotros
#Poncho: ¿me la estas dedicando? #Anahi: no sé, pero escúchala *él sonrió, Any se acercó al oído de él* cierto que vamos a hacer cositas malas *comenzó a dejar besos húmedos desde el lóbulo de la oreja descendiendo por el cuello, por su lado, él intentaba controlar su respiración*
#Poncho: *paso saliva* no podemos *entro a la habitación con ella en sus brazos y blanca los vio* tu mama nos esta viendo *le susurró* ya debes descansar *se acercó a la cama y blanca salió de la habitación*
#Anahi: que mi mamá esté cerca lo hace más excitante, además...quiero que tú *le susurra al oído con una voz caliente* me dejes cansada *comienza bajando su mano por el pecho de él, sin aguantar las propuestas de Any le toma el rostro y la besa, con deseo, ella sonrió al conseguir lo que buscaba, le dio paso a la lengua para que se enredara con la de ella, pero él simplemente no podía, aunque las ganas de hacerla suya en ese instante fueran incomparables a otras situaciones con otras chicas, no podía olvidar el peligro inminente de que la familia de ella estaba a solo unos metros, con dificultad, en serio, mucha, se separó de ella, al verla, tenía los labios rojos, las ondas desordenadas le caían por sus hombros, en sus ojos estaba la lujuria mas perfecta que haya visto en su vida, sentía que se iba a perder en ellos y continuar lo que estaban haciendo* anda, demuéstrame que la cama no es solo para dormir *puso su mano en la pierna de él y comenzó a subirla*
#Poncho: linda *apretó la mandíbula al sentir la mano de ella en su entrepierna, suspiró* por favor...no me hagas esto *cerró los ojos* ¿por...por qué te pones así cuando no podemos? *la vuelve a ver y retira la mano cuando escucha alguien venir* no podemos ahora *ella comienza a protestar* tu mamá está aquí al lado
#Anahi: *lo hala de la corbata hasta que sus narices se rozan* entonces quédate...duerme conmigo *haciendo pucheros*
#Poncho: ¿quieres que me odien de por vida tus papás? *dijo asustado y blanca rió al ver la escena* no puedo *le apartó un mechón del rostro, pero ella no soltaba su agarre* aparte no hay espacio, tu vas a dormir con tu mamá, mañana vengo a verte, prometido *ella frunce el ceño*
#Anahi: te quiero aquí a las siete de la mañana *él rió*
#Poncho: como pretendes que esté aquí en dos horas *le acaricia las mejillas* a las 11
#Anahi: 7.30
#poncho: 11
#Anahi: 8.30
#poncho: 11.30
#Anahi: 10.15 o si no, no vengas
#Poncho: ¿me tienes desayuno? *ella asiente* esta bien, como quieras princesa *ella sonríe victoriosa, lo hala mas de la corbata y le da un beso presionado, él muerto de vergüenza por el hecho de que blanca estaba allí presente, deshizo el nudo de su corbata para que Any se quedara con ella, le dio un beso en la mejilla, se despidió de Blanca y se fue a su casa*
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Día siguiente
-Any ¿quieres ser mi novia?-preguntó nervioso por la respuesta, pero no se escuchó alguna-Genial campeón, ahora debes decírselo a ella no a tu espejo-se lavo la cara.

¿Por qué tantos nervios en decirle esas cuatro palabras? No era la primera vez que las decía, sabia que ella no se iba a negar, ¿entonces? El ensayo frente al espejo ocurrió antes de salir para la casa de Any, ya casi era medio día, el trayecto no era muy largo, se fue en bicicleta, tenía un gorro gris, pantaloneta del mismo color, tenis negros y una camisa azul. Al llegar contaba con la esperanza de que los papás de Any se hubieran ido, pero no, allí estaban los dos hablando en el comedor estilo americano mientras Patricio estaba jugando en el patio trasero.

-Buenos días-exclamó poncho, tocando la puerta
-¿como estas? Sigue-responde la mamá de la chica, él pasa al interior de la casa, saluda a lo lejos al pequeño, le da un apretón de manos a Enrique, el cual está tomando un café
-bien si señora, ¿y ustedes? ¿Cómo amanecen?
-Bien, pues, no casi todos-responde riéndose levemente-sigue, Any esta en su cuarto-señala las escaleras, poncho asiente, agradece y sube
-¿que? ¿Desde cuando dejamos que los muchachos suban así como así al cuarto de nuestra hija menor?-ella se ríe-¿que te causa gracia?
-Que ayer estabas súper feliz con él y hoy te haces el indignado cuando Alfonso se acerca a tu hija, ¿sabes que le dijiste?-blanca ríe de nuevo-que cuando se iban a casar
-pero igual...Any podría estar cambiándose, desnuda...yo que sé-exclamó Enrique para luego se ponerse de pie con intención de subir
-¿dónde vas? Mira confío en el chico, ayer Any le hizo el berrinche para que se quedara a dormir con ella y logró convencerla que no, la respeta, así que te quedas aquí-le ordenó ella
-Solo quiero cerciorarme de que así sea, no los voy a interrumpir-los intentos de que no subiera fueron en vano, sólo logró convencerlo de que los mirara desde otro lugar, para que no se dieran cuenta de que los espiaban; al llegar a la segunda planta, ponchó continuaba en el umbral de la puerta viéndola dormir, Any estaba abrazando una almohada pero la corbata seguía en sus manos; los padres de ella continuaban observándolos, ponchó se dirigió al baño, se lavo las manos y luego con delicadeza se acostó al lado de ella, sin dejar de verla
-¿que pretende?-susurró, blanca lo detuvo antes de que se fuera a hacer un escándalo, Poncho con los dedos mojados, dejó caer unas gotas en la cara de ella
-Déjame dormir Patricio-con voz ronca, abrió levemente los ojos y estaba poncho sonriéndole, ella le golpea el hombro-púdrete-se da la vuelta para darle la espalda
-Pero cuanto carácter-le dijo en su oído, ella se ríe levemente, se da la vuelta y se esconde en el lindo hueco del cuello de él, blanca esta enternecida con la escena, mientras intenta que Enrique no se vaya a interrumpirlos-¿como dormiste?-molestándola con unos cabellos rebeldes
-Cuando termine de hacerlo te cuento, por el momento, cállate y déjame tranquila-le dijo, él se queda quieto viéndola, ¿es el momento? Ahora, pedirle que sea su novia, los pensamientos del chico fueron interrumpidos por la voz de ella-abrázame-él obedece y ella se acomoda en sus brazos
-No, levántate, me dijiste que si llegaba aquí a las siete, tu me tenias desayuno-le recordó, blanca río bajito y luego le explico a Enrique el porqué
-No manches poncho, ¿son las siete?-se toma la cabeza-me duele-él se ríe
-Obvio no son las siete-le dice tierno-le aparta las manos de la cabeza y comienza a consentirla-ya casi es medio día, anda arriba
-¿como puedes tener tanta energía? Yo tranquilamente puedo dormir hasta las 4-se acomodo cerca de nuevo-consiénteme-él obedece
-¿ves? Adora a nuestra hija, ni siquiera a intentado besarla, dejémoslos solos
-no sé...además ¿por qué ella se le acerca tanto?
-¿es que no la escuchaste? ¿por qué se te acerca una mujer cuando esta medio dormida? Quiere que la consienta, bueno, yo me voy, y si no te vas conmigo les digo a ellos que los estas espiando-sale con cuidado y luego Enrique se le une, dejándolos solos
-Levántate-le dio un beso en la mejilla-necesito que me acompañes a comprar el regalo de Valeria-añadió, le acaricio la mandíbula y subió un poco el rostro-quiero que pases el día conmigo, te voy a secuestrar-le da un beso corto atrapando el labio inferior, luego pasó al superior y al final le dio un beso presionado-yo sé que estás despierta-ella se da la vuelta sonriendo, definitivamente no hay besos como los de poncho, él paso su mano por la cintura y pego la espalda de ella con su pecho-vamos, el cumpleaños es mañana-le susurro al oído
-Esta bien, pero llévame hasta la bañera-él obedeció, la cargo en sus brazos, antes hicieron una parada para tomar una ropa interior, ella escogió una cualquiera
-No Any, que es eso tan matapasiones-se ríen-ni siquiera combinan-ella ríe de nuevo, llegan al baño, ven la gran tina esperando por ella, él la bajo y se acercó a su oído-me dieron como ganas de volverme a bañar, ¿puedo acompañarte?-ella se ríe y lo empuja fuera del baño, él la espera mientras ve televisión, quince minutos después ella salió con ropa interior y cubierta con una toalla, se cambio en frente de él, short de jean y una camisa casual que combinaba con sus vans, recogió su mojado cabello en una trenza y él se interpuso en el momento de que ella iba a salir
-Falta algo-le toma el rostro entre sus manos y deposita un beso en los labios de la chica-ahora si vamos a almorzar-se voltea, ella salta en la espalda de él y le rodea con sus piernas la cintura, él la carga y baja las escaleras con ella en su espalda
-Any, despertaste, ¿almuerzan aquí?-le preguntó su mamá
-no creo, poncho me quiere secuestrar-sigue en la espalda de él
-Estoy haciendo lasagna-any sonríe, amaba la lasagna de su mamá, desde hace un buen tiempo no comía
-¿nos quedamos a almorzar?-se acerca al oído-luego me secuestras, ¿si?
-pero...la reservación-le respondió tratando de no acceder
-pásala para hoy en la noche, así tengo tiempo de arreglarme ¿si?-él la miró de reojo y termino asintiendo luego de guiñarle un ojo, una vez más, él no lograba negarle nada, ella por su parte sonrió y le dio un beso en su mejilla, el problema fue que pasó justo cuando Enrique entraba con patricio del jardín, poncho la bajó de su espalda un poco intimidado por la mirada del papá y carraspeo su garganta-buenos días papi-ella se acercó para dejar un beso en la mejilla, este lo recibió, pero sin dejar de ver a poncho.

Inesperado [terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora