Ok! Volví y no me tarde tanto cof cof! Feliz Año nuevo! Los quiero, y espero seguir leyéndolos y que me lean este año, y sigan disfrutando la historia, que ya se mega alargo t.t y aun falta tanto! Pero no los quiero aburrir, pero bueno mientras a ustedes les guste por mi esta super bien! Grx por sus comentarios, me encantan!
POV Diego
Volví a pasar el pañuelo sobre mis ojos, sintiendo como este se humedecía, y es que volver a despedirme de mi padre y Wendy no era cosa sencilla, a pesar de no ser la primera vez que lo hacía. Mire a Leo mientras conducía, nos dirigíamos hacia el aeropuerto, había insistido en ser el único en llevarme, ya que al parecer tenía algo que decirme.
Desde que habíamos salido del bar lo había notado algo nervioso y callado, me preocupaba que hubiera tenido algún problema con Arturo y es que sabía que mi amigo era tolerante y paciente, pero había notado que toda la tarde se la habían pasado discutiendo
- ¿Entonces?- intente empezar una conversación.- ¿Te agrado Arturo?
- ¡Uy! Una personita maravillosa, me encanto.-dijo, sin fingir su sarcasmo.
- Sé que es difícil que te lleves con todos mis amigos, pero Arturo es diferente a los demás....
- No sabes cuánto.- dijo haciendo una mueca.
- Por eso le pedí que te pusiera especial atención, que cuidara de ti mientras no estoy
- ¡What!.-ya me esperaba esa reacción, lo vi tensar las manos sobre el volante.
- ¿Mala idea?
- Malísima, la peor idea que pudiste tener.- dijo dándome una mirada que llego a preocuparme un poco.
- ¿Por qué?
- No, creo que podamos ser amigos Diego.- respondió después de pensarlo un momento.
Después de aquella conversación, no dijimos más, me puse a pensar en sus palabras, sabía que Leo era exagerado, pero parecía que en verdad no le gustaba Arturo. No hablamos más del tema porque a los pocos minutos llegamos al aeropuerto.
En el transcurso de todo el papeleo, el chequeo y el encontrar mi puerta de salida, no nos dirigimos la palabra, podía notar como Leo pasó de nervioso a triste, y yo me sentía exactamente igual. Faltaban unos minutos para que subiera al avión y Leo no me decía absolutamente nada, temía que estuviera molesto conmigo. A pesar de que había muchas personas a nuestro alrededor, me atreví a tomar su mano.
- Te voy a extrañar mucho.- soltó, dedicándome una mirada que no escondía lo triste que se sentía.
- Y yo también.- moría de ganas por besarlo, pero no sabía cómo reaccionaría al hacerlo en un lugar sonde había muchas personas.
Leo parecía decidido a al fin hablar, cuando escuchamos una voz femenina indicando que era hora de tomar el avión. Solté un suspiro triste, pero no deje de mirarlo, esperando a que por fin decidiera hablar. Pero no lo hizo, en cambio se levanto de su asiento y comenzó a tomar mis maletas.
- Diego.- me llamo cuando estuvimos más cerca de la puerta de salida.- ¿Crees que esto funcione?- la pegunta me saco un poco de onda.
- Claro que si mi Leo. -sonreí, a la vez que lo tomaba del hombro.- Solo si ambos queremos que funcione...
- Te amo.- dijo estrechándome en sus brazos.
